Trabaja tus fortalezas, no tus debilidades

Todos queremos más. Mejorar. Ser más competentes. Saber de todo. Ser casi casi tertulianos, que lo mismo te dan una lección de filosofía, de economía o legislación tributaria, que un repaso en profundidad a los requisitos de seguridad – con su correspondiente análisis de pros y cons – de una central nuclear. Parece que es algo bueno. Envidiable incluso. Normal, claro, si somos multitarea, multipantalla, multiestímulo, multiproyecto, multifunción… cómo no vamos a ser multiespecialistas?? Pues cada vez tengo más la sensación de que quizás ese no sea el mejor camino, y que esa ambición igual lo único que consigue multiplicar son nuestras múltiples debilidades, pero no te refuerza. Serás multiidiota. Te hará mediocre en más competencias. Te dará la oportunidad de hacer el ridículo en más áreas. Nada más. Salvo que seas un nuevo Miguel Angel del iRenacimiento. Que no creo que seas, si me permites decirlo.

Creo que una estrategia mucho más inteligente es focalizarnos en aquello en lo que somos buenos, en nuestras fortalezas, centrarnos en eso y conseguir ser todavía mejores, buscando, en todo caso, alianzas con otros especialistas que nos complementen. Ser tan buenos en lo nuestro que no puedan ignorarnos. Que cuando piensen en alguien relacionado con tu tema… boom!! tu nombre salga en esa short list. ESO es marca personal, y no intentar tocar todos los pitos e intentar estar en todas las salsas. No tenemos tiempo ni capacidad para intentar ser los mejores en mil cosas. Asumámoslo y viviremos mejor, y además, si nos aplicamos, seremos mejores en aquello en lo que nos enfoquemos.

Work on your strengths, not your weaknesses

Es una frase que «me viene persiguiendo» ultimamente. La leí primero en Lifehack. El otro día la volví a leer en un grupo de Customer Experience en mi LinkedIn. Y ayer di con un par de posts en el blog de 37signals (me encantan Basecamp y Highrise, no lo puedo evitar) que sin hablar de lo mismo exactamente, hoy me hacen estar aquí dándole a la tecla. En el primero de ellos – que no consigo recuperar porque no lo tageé (eran las 2 de la mañana…) – se centraba en un concepto que me gustó mucho. Competir con MENOS prestaciones, no con más. Pero hacer que esas prestaciones sean las mejores, las que marcan la diferencia. En el segundo recomendaba no perdernos en los detalles – algo en lo que en ocasiones soy especialista, por ejemplo con keynote, donde puedo estar 2 horas definiendo transiciones, animaciones, sombras, typos, sombras… – y centrarnos en los plazos y en aportar valor en cada iteración.

Obviamente, todo esto lo veo correcto siempre y cuando no sean debilidades limitantes (como ser arrítmico y querer ser una estrella del rap, por ejemplo), en cuyo caso – y siempre que hacerlo bien sea crítico y REALISTA – habría que dedicar todo el esfuerzo posible para alcanzar un nivel adecuado de destreza. Que es algo muy distinto a intentar ser especialista en aquello en lo que objetivamente somos malos, no nos confundamos. O que centrarnos en lo fácil y molón, que también me pasa a veces, y estoy seguro de no ser el único. La maldita procrastinación

Por eso no entiendo esas bios y CVs de «especialistas» en Marketing Online, Analytics, SEO, SEM, estrategia, planes de negocio, emprendeduría, startups, community management, curación de contenidos, Magento, Prestashop, WordPress, UX, CX, diseño, programación, configuración de herramientas, asesoría, consultoría, y demás términos hype. Ya lo dice el refranero español: «Quien mucho abarca, poco aprieta«. ¿No será mejor ser recordado por hacer una cosa bien que por poder hacer muchas más o menos decentemente? Yo creo que si. Aunque igual estoy equivocado. Será que aún seguimos invadidos del espíritu de Manolo & Benito Corporeision

Paz !

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. No puedo estar más de acuerdo con tu post. Veo que hablas del blog de 37Signals, el concepto del que hablas lo definen en su libro Rework, que te recomiendo fervientemente.

  2. Aparte de muchos vendehumos que dicen ser especialistas en muchos aspectos y términos, lo cual como bien indicas, «de la misa la mitad», creo que al igual que tu, deberíamos intentar ser especialistas en algo y a partir de ahí fortalecer nuestra imagen personal como marca. Gran post y como siempre, da gusto leerte. Un saludo

    1. Muchas gracias !! El mensaje es exactamente ese. Antes de querer «ser» marca, llenate de conocimiento y contenido. Es un mensaje que no es nuevo (de hecho hay un al menos un par de posts relacionados en el blog, uno que se llamaba «Reputaciones con pies de barro», y otro algo así como «Castillos en el aire»), pero que no por eso deja de ser cierto, y puede que hasta bueno de repetir… 😉

  3. Me ha encantado Lucas, en todos los talleres de creatividad e innovación que imparto siempre realizamos un análisis previo de la persona, del proyecto y del producto, y siempre comento «centraros en aquello en lo que sois buenos y desarrollarlo».

    No podemos ni debemos intentar ser buenos en todo, para eso existe la colaboración y el unirse con otros especialistas, te hará a tí mejor, pero cuanto cuesta hacer entender el concepto porque el sistema educativo ha ido a suplir las debilidades y no a potenciar las fortalezas.

    Siempre les resulta más sencillo a los participantes de los talleres indicar sus debilidades que resaltar sus fortalezas y eso duele!

    1. Me temo que es un mal endémico. Por eso me ha apetecido reflejarlo aquí. Y como tú dices, desde luego NO es fácil, y a todos nos pasa en ocasiones que magnificamos nuestras carencias, y «despreciamos» nuestras fortalezas, como si verlas y potenciarlas fuera prepotencia o chulería, cuando yo creo que es simplemente eficacia. Aunque, eso si, qué fácil es decirlo, y qué complicado aplicarse el cuento… 😉

  4. No puedo estar más de acuerdo contigo, primero hay que llenar el vaso, o mejorar en lo que eres fuerte antes de lanzarte publicamente a ser especialista en algo o vender marca personal. Desgraciadamente, en estos días de crisis los Coach que enseñan «humo» sobre ésto crecen como las setas.

    un saludo

  5. Hola Lucas. Estoy de acuerdo con tu post, excepto por la utilización de la palabra »ridículo». En mi opinión, esta palabra estigmatiza. Según esta premisa, tu y yo, y todos los que aprendemos y hemos aprendido hemos hecho el ridículo o lo hacemos cuando la cagamos. Sí, es la vida misma y es tal como lo ven los demás, es el contexto de tu artículo. Sin embargo, también hay proyectos que requieren de varias destrezas, por lo menos en principio, cuando hablamos de emprendedores. Otra cosa es hablar de marca personal, la cual se puede gestionar de manera paralela.

    También pienso que se puede poner que te dedicas al marketing electrónico y a la vez, por poner un ejemplo, que te gusta el diseño web. La persona puede aprender y disfrutar con lo segundo el resto del día libre.

    Se ha puesto de moda esto de la marca personal fuerte, y es muy cierto, sobretodo tal como está el mercado en estos momentos, pero también cierto que hay personas que quizás no persiguen ese punto y son libres de disfrutar estudiando y experimentando en lo que les apetece.

    Conozco a personas con un trabajo que tienen otras aficiones a parte de su mismo trabajo. Así, pueden poner en su perfil que se dedican a eso y que también están interesados en x, x, x…

    Repito, tu post es muy acertado, pero en mi opinión la palabra »ridículo» puede estigmatizar.

    Saludos

    1. Cuando alguien con conocimientos limitados pretende dárselas de experto, lo que hace es el ridículo. Con estigma o sin él.

      Otra cosa muy distinta es tener muchos y variados intereses. Eso, en mi opinión, no sólo es respetable, sino incluso recomendable !!

  6. Lucas, estoy parcialmente de acuerdo. El problema cuando hablamos de especialización es el grado. Lo explico con un ejemplo. Los mejores chefs son cocineros pero, además, son personas interesadas en traspasar las barreras en las que les han inculcado que deberían moverse. De ahí que algunos aprendan botánica, química o, incluso, artes plásticas. Son especialistas pero su campo de acción es amplio y rebasable con el fin de ser aún mejores. Y, además, hacen equipos con personas de inquietudes incluso superiores.

    Lo opuesto es el «especialista» en paellas (o croquetas o tortillas de patatas,…) que sólo sabe hacer paellas. Probablemente sea el mejor «hacedor» de paellas pero llegará un tiempo en que a nadie le interese comer su paella. Yo me quedo con el primer especialista que podríamos denominar «especialista renacentista». Como siempre, lo mejor es la mezcla, no te parece?

    Por cierto, ya estás tardando en leerte Reinicia que te recomiendo en su versión original, Rework. Un día que pases por Donosti, quedamos y te lo paso.

    Abrazos!

    1. Efectivamente Antxon,

      En esto, como con el veneno, la clave está en la dosis. La pureza, el exceso de especialización, te puede matar. Pero lo contrario, diluir la sustancia en exceso, es tirar el dinero.

      En el ejemplo que pones, el chef es el óptimo. Es un especialista en lo suyo, que además ha ampliado conocimientos en otras áreas complementarias. Perfecto !!

      Lo que critico en el post es la manía que algunos tienen/tenemos de sólo ver nuestras carencias y andar continuamente intentando mejorar en eso en lugar de focalizarse en sublimar los puntos fuertes (que son los que nos hacen especiales a cada uno). Y ya lo que me resulta increíble es que encima se vendan como especialistas en todo. Eso ya si que no…

      El libro lo tengo en pendientes de comprar para el Kindle !! Le tengo ganas… 🙂

  7. Aprendiz de todo, maestro de nada, dice un dicho y es muy cierto, mejor es reforzar lo que hacemos bien y mejor aun reforzar lo que hacemos bien y nos gusta hacer, recorda que aquel que vive en lo que no ama no vive en realidad.
    Felicitaciones por tu articulo amigo.

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