La publicidad en el entorno 2.0: publicidad líquida…

Tras el último post, en el que hablaba sobre las reacciones de algunos ante una de las últimas campañas de publicidad con famosos que hemos visto en twitter, han surgido unos cuantos debates interesantes, tanto en los comentarios del post como, fundamentalmente, a través del mismo twitter. Ha habido puntos de vista diversos sobre el tema, diferencias de opinión y criterio, argumentos, datos, leyes… un poco de todo. Un debate interesante, sin duda, incluyendo un post de Clara Avila que te animo a leer.

Lo que pasa es que yo sigo teniendo dudas. Y las sigo teniendo, porque sigo sin tener claro qué es #publi y qué no lo es, y más todavía si hablamos de «publi» en los canales sociales «personales» (y lo entrecomillo a idea) de personas relevantes/famosas/influyentes.

Por un lado está lo que dice la Ley, y en ese sentido es clara (recomendable leer este post de Paco Pérez Bes): acciones como la de Danone, en la que no siempre se incluía la etiqueta #publi, podrían ser acusadas de «omisión engañosa» (art. 7 de la Ley 3/1991), o «Práctica comercial encubierta» (art. 26). Incluso, según decía @AnaAldea en un comentario del anterior post, era una práctica denunciable.

Yo de leyes no se, por lo tanto no voy a opinar. Lo que me parece dudoso es que las definiciones que se utilizan legalmente, sirvan para casos como el comentado de Danone y su #PorFinCalor o Coca-Cola y su #SanBartolo, patrón de los #BenditosBares (gracias @MartaAbella por nombrarla!!), o tantas otras de otras marcas. Para la Ley, y para quienes las interpretan y aplican, parece que el elemento DEFINITIVO es que a estas personas se les está pagando por publicar eso. De acuerdo. Esa podría ser una frontera. Si te lo pide un tercero, Y TE PAGAN ESPECIFICAMENTE por publicar algo, es #publi. Si no te pagan, o no te lo piden, no lo es. Bueno, eso siempre y cuando twitter, y específicamente un perfil personal, por muy famoso que sea su autor, sea un «medio de comunicación» (lo es?) tal y como lo define la ley.

Y si lo que hacen es regalarte algo? Si repaso mi Instagram, veo que en los últimos meses, he subido fotos de  yogures, cerveza artesana,  un queso, una longaniza de ternasco, unas copas, unas heineken personalizadas (todo comida o bebida, querrá esto decir algo?? mmm…con razón cada vez estoy más cerca del mundo gastro… xD), y hasta una maquinilla de afeitar con mi usuario de twitter entre otras miles de fotos. Ninguno de esos productos los he pagado. Tampoco he cobrado nada por publicar las fotos. Lo he compartido (voluntariamente) en mis redes, utilizando el hashtag correspondiente y/o el usuario que quien me hace el regalo suele incluir en la tarjeta que acompaña el producto. Eso es #publi? Estrictamente, parece que no, porque no hay una petición expresa por su parte, ni intercambio de dinero entre las partes, ni obligación de hacerlo, pero para mi SI que lo es. De hecho, es una publi MUY barata para las marcas. Al fin y al cabo, creo que de hecho es la verdadera finalidad del regalo: que sea compartido. Y diría que la mayoría de las veces lo hacemos. Parte #postureo, parte agradecimiento, como cuando te incluyen en un ranking de «Los más nosequé de internet», aunque sea en un blog de mierda y sin lectores… Y si a los que han publicado la foto de Danone, también les hubieran hecho llegar un lote de producto y una carta graciosa sin más? O como son famosos, ellos no pueden subir algo, porque si? O porque el de Danone sea colega suyo, que quizás lo sea. Hay tantas razones, y supongo será tan complicado de DEMOSTRAR que se paga por el tweet. Recordáis el «vendo boli Bic. Regalo entrada para concierto» para no ser acusado de reventa? Pues cambia entrada por tweet…

Sinceramente creo que la publicidad, no sólo en el entorno 2.0, sino en la vida en general, es algo que nos envuelve en todo momento, y cada vez más, y de forma más «liquida«, que diríamos en consultolábico, sin barreras visibles, avisos o luces de alarma reconocibles para un usuario medio, corrompiendo en cierta medida todo, tal y como defiende Amalio Rey en su post sobre Branded Content. Todos, voluntaria o involuntariamente, hacemos de forma contínua recomendaciones de marca, actuando de prescriptores gratuitos. Piensa en ti. Ahora mismo. Qué llevas puesto? Llevas alguna marca/logo visible? Dónde estás leyendo esto? Tiene tu cacharro algún logo/marca visible? Si te hago una foto y la subo. Es #publi? Ya, ya se que técnicamente no lo es, pero te das cuenta de que si a alguien le mola tu rollo, se fijará en la marca que luces en el pecho (o en el culo, o en los pies o en el tablet, el teléfono o donde sea) y que gracias/por culpa de los múltiples impactos que reciba, al final hay más posibilidades de la acabe comprando que si no la hubiera visto? Yo tengo amigos en el mundo de la música a los que Nike les envía zapas guapas de vez en cuando. Como ellos son famosos, no las pagan, y a eso lo llamamos endorsement. Tú y yo, como somos unos pobres diablos, las pagamos, pero los dos llevamos el mismo logo luego a la calle. Quizás mis colegas sean referentes de muchos chavales. Quizás tú lo seas de alguno de tus followers, por qué no? Y entonces? Una imágen subida a las redes en la que se vean sus zapas qué es? #publi? endorsement? PR? nada? Simplemente el síntoma de los tiempos y de una sociedad corrompida por el marquismo? Es complejo poner fronteras, la verdad, al menos para una mente limitada como la mía.

En un mundo lineal estaría claro. Hay interés comercial? Hay intercambio de producto y/o dinero? Entonces es #publi, y sería bueno diferenciarla del resto. Pero el mundo no es lineal ya. Es elipsoidal. Múltiples ciclos de compra, que empiezan mucho antes del acto de compra, y terminan mucho después de fundir la visa, ocurriendo en paralelo, influyendo unos en otros. Lo que para tí es rastro digital, voluntario o solicitado, pagado o gratuito, para otro es el resultado de una búsqueda. Y a su vez, todos nuestros actos construyen nuestra propia marca. O acaso no te das cuenta de que publicando lo que haces, en qué trabajas, qué consumes, con quién te mezclas, qué lees, qué escuchas, qué piensas y a quién se lo cuentas estás construyendo tu marca personal? Y de esa marca, para unos cuantos, depende el sustento, porque gracias a la confianza que construyes a través de ella, surgen contratos, proyectos y clientes. Entonces? Cada vez que tuitee que voy a dar una ponencia en un evento he de poner #publi? Cada vez que difunda este post en mis redes sociales he de indicar #publi ya que me pago un sueldo, y escribir el blog está dentro de «mis atribuciones«? Si me incorporan como profesor a un programa y lo tuiteo, o hago check-in allí, he de añadir #publi? Si enlazo algún proyecto en el que participo en un post, he de indicar #publi antes del enlace? Entonces, una foto en un photocall de un evento subida a redes, es #publi? O eso es sólo para los que cobran por asistir a eventos? Y «cobrar» en gin-tonics y canapés no es cobrar? Y tener la oportunidad de estar con gente que te puede dar acceso a futuros proyectos o que simplemente te hace feliz no es cobrar? De verdad la frontera es el mero intercambio del sucio dinero?

Entonces, cuando decimos que el capital social más importante en este nuevo mundo/entorno es la reputación, estamos mintiendo? Al final todo se reduce al simple «a cuánto el kilo de followers«?. Pues qué triste, la verdad.

Y yo sigo sin saber qué NO es #publi en esta vida. Eso si, lo que si que se es que hay publi que veo encantado y que comparto gustoso, y hay otra publi que ODIO, como la de los meteorólogos del telediario, que creo que ni viene a cuento, por mucho que pongan «publicidad» en pantalla, ni es creible. Llamadme raro ahora…

Paz!

PS.- Pon o no pongas #publi, haz lo que quieras, pero anda, feisbukea, tuitea, linkedinea y gugelplusea este [POST], a ver si así me hago influenser y Harley-Davidson España me pone una Street Glide CVO de #publi durante una temporada para que os vaya contando la experiencia, o Danone me manda una caja de Actimel, a ver si así se va este ardor de estómago… 🙂

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Hola Calvo con barba,
    si una empresa te regala un producto y te dice que subas la foto seguro que te cabreas y dices que tu no te vendes. Si no te dice nada, entonces la subes. Es publicidad porque el producto tiene un valor y el objetivo del regalo no es que lo consumas en privado sino que lo publicites.

    Ahora supon que dejas de publicar las fotos molonas de los regalos que te hacen. ¿Cuántos regalos recibirías?

    El problema desde mi punto de vista es que quieres cuadrar el círculo: como no te pagan no lo quieres llamar publicidad, pero te interesa que te sigan regalando cosas porque mola y te ahorras un dinero.

    Superada esa cuestión, hablemos de los famosos. Su cuenta de twitter es un activo monetario. Lo que dicen y cuenta tiene relevancia. Por tanto, si van a recomendar algo es porque van a obtener dinero o en especie.

    Y al final tenemos que tratar de no engañar al consumidor. Tu eres una persona formada y con criterio y te dedicas a este mundo, pero no puedes pretender que la gente de a pie tenga que discernir una cosa de otra. Si pedimos claridad y transparencia a los gobiernos, instituciones, etc. Las empresas y los famosos también tienen que dar la misma transparencia.

    Recientemente Cristina Pedroche se promociona con un vídeo simulando un orgasmo que sale en todos los medios. Días después aparece una campaña de un champú. A mi, personalmente me parece un engaño a los consumidores.

    Me gustaría saber tu opinión al respecto. Buen post.

    1. A ver si te puedo contestar. Por partes.

      Yo creo que se comparten aquellas cosas que te gustan. Al menos ese es mi caso. Y da igual que sea un detalle que alguien te hace llegar, o algo propio. El comportamiento es igual, o al menos parecido. Quizás si es un regalo entra en juego una parte de agradecimiento y por eso en algunos casos se hace público. La clave en este tema creo que está en que la agencia o la marca haga una buena selección de receptores, que sean afines con el producto/servicio y hagan ese uso que comento de los medios sociales. Si combinas ambos factores, lo fácil será que ese detalle sea compartido.

      En cuanto al segundo punto, tengo opiniones encontradas. Me explico. No creo que las cuentas de todos sean per se activos monetarios. Hay tantas razones para abrir cuentas como personas. Puede ser por exhibicionismo, por acercarse a un público, por conocerlo, por terapia, necesidad o esa búsqueda de negocio que tú comentas. Pero creo que esa búsqueda del negocio no está en el origen de TODAS las cuentas. Otra cosa distinta es que luego, con el uso, la notoriedad y la dimensión que llegan a adquirir las cuentas de ciertos famosos, se descubran posibilidades y se pongan en práctica acciones que al final resulten en beneficios personales. Eso en si mismo no me parece malo. En lo que si que te doy la razón es en que si eso se «disfraza» de normalidad, habrá mucha gente – el usuario «normal» que dices vs nosotros, usuarios «avanzados – que no se dará cuenta y se podría sentir engañado pensando que es una opinión genuina y propia de quien la lanza. Pero entonces – y permiteme que siga con ejemplos – cómo juzgamos acciones como ésta? http://www.yoreciclovidrio.es/index.php/2013/05/guti-recicla-siempre-el-vidrio-que-consume-y-tu/

      Tema complejo, ya ves…

      Gracias por pasar y por comentar, Bernardo !!

  2. Genial Lucas, genial, pero, como tú, sigo teniendo dudas, de qué es realmente #publi o qué no lo es.

    Eso si, cada vez se hace de manera menos transparente, pero si sigues a un usuario en redes que utiliza este método tan poco «sutil» siempre te queda la opción de dejar de seguirlo y elegir tu que tipo de «#publi» seguir viendo.

    Un abrazo.

    1. Sin duda, Marcos, al final los usuarios podemos «modular» ese tipo de acciones de una forma tan sencilla como dejar de seguir a aquellos con actitudes o acciones que no compartamos. Sin audiencia, no hay interés… 😉

  3. Gracias, Lucas, por la mención, y las ideas que has compartido. Entro al trapo, porque me parece un tema interesante. OK con que muchas cosas son relativas, pero sigo viendo límites. Tanto relativismo solo sirve para el mangoneo. Aunque la ley sea bastante explicita en cuanto a publicidad engañosa, lo más importante es el sentido comun: 1) Si me pagan para escribir o publicar algo, es publicidad (no estoy siendo independiente, y por tanto mi credibilidad debe ponerse en tela de juicio), 2) Si una marca me regala algo con el fin evidente de que lo difunda entre mis seguidores, y lo quiero hacer, estoy en mi derecho, pero estaría bien que comente que es un regalo que me mandó la marca, para que cada cual juzgue como quiera, y no piense que estoy difundiendo eso porque siento admiración por la marca o porque la estoy prescribiendo, 3) Si me invitan a un blog-trip con todos los gastos pagados, ya sabemos lo que eso puede significar. Si voy, tendré que dejarle bien claro al que me invita, y por anticipado, que se atenga a mi independencia y que se lo piense bien porque voy a escribir lo que realmente pienso, sin dejarme influir por agradecimientos, ni compromisos con nadie (además de explicar muy bien en el post que mis gastos fueron pagados íntegramente por quien me invita), 4) Si alguien me paga para que meta sutilmente un enlace en un post, estoy engañando, a menos que lo diga (y no lo voy a decir, porque entonces no me pagarían). En fin, aunque respeto (faltaba mas) lo que haga todo el mundo, tengo derecho a tener una opinión, y la mía es que la publicidad debe separarse de los contenidos, debe tener su espacio bien delimitado, para que no se preste a engaños. Vale, sé que la gente que vive de la publicidad tiene que buscarse la vida de alguna manera, pero no a costa de los usuarios o consumidores. Esos son mis limites. Tampoco entiendo (igual es una neura mia) que la gente difunda por las #rss marcas de yogures, cervezas o maquinillas de afeitar en Twitter solo por «postureo» o agradecimiento a una empresa que te los regala. En fin, yo les digo «gracias», y ya está, porque no les pedí que me regalaran nada 🙂 Un saludo, Lucas…

    1. En realidad creo que defendemos posturas más cercanas de lo que parece, Amalio. A mi también me fastidia sentirme engañado cuando descubro que algo que parecía natural, en realidad responde a una estrategia de comunicación. En eso estamos de acuerdo. También defiendo mi independencia con uñas y dientes, faltaría más, y no creo que me esté «vendiendo» si agradezco un detalle en público. De hecho, a raiz de tu comentario he repasado qué decía en las fotos que enlazaba, y en la mayoría (no en todas) digo «cortesia de», o «un detalle de», con lo que creo que, a pesar de no poner #publi, queda claro que se trata de un regalo.

      En cuanto al mero hecho de compartir o no según qué cosas, creo que ya entra en juego la «tolerancia al exhibicionismo» de cada uno, así como el uso que cada uno le damos a nuestras redes. Algunos le dan un uso meramente profesional, otros introducen pinceladas personales, otros – diría que yo estoy ahi – mezclan sin pudor ambas, e incluso hay quien sólo lo usa como medio 100% personal, con lo cual es dificil «entender» o «compartir» el uso de aquellos que no están en la misma sintonía de uso que uno mismo, o al menos esa es la sensación que yo tengo.

      En cualquier caso, con #publi o sin #publi, lo que es un placer es poder compartir ideas y aprender de otros gracias a estos intercambios. Que eso no muera nunca !!

      Gracias por compartir tu punto de vista, Amalio !! 😉

      1. Gracias a ti, Lucas, por incorporar distintos puntos de vista, y conversar. También pienso que tenemos visiones parecidas, a pesar de que mi comentario pudiera sugerir que no lo pensaba. Me parece bien esa practica de poner «por cortesía de» en el caso de alguien que quiera agradecer un regalo. Dentro de la diversidad que hay que admitir, me parece que con eso no se engaña a nadie, y como ya te dije, ahí estan mis limites, en el engaño.
        Creo que en el fondo es el problema de siempre, una carencia absoluta de empatía. Los que siguen prácticas deshonestas, abusivas o demasiado ambiguas nunca se ponen del lado de sus usuarios o lectores, y solo están pensando en su bolsillo. Por eso siempre les recomiendo que aunque sea por un día, intenten recordar lo cabreados que se pusieron esos días que se sintieron engañados, y entonces desde ese sentimiento, juzguen si hacen bien desde el otro lado de la relación.
        Por cierto, hay un tema muy interesante que descubrí hace poco, y que me parece super-interesante. No se si lo conoces, porque no está teniendo la difusión que merece. Se llaman los «códigos de confianza», y a mí me parece una taxonomia muy bien hecha de los típicos «conflictos de interés» que se producen en este mundillo 2.0. Echale un vistazo a esto: http://codigoconfianza.com/conoce-los-codigos/
        Gracias por compartir
        Amalio

        1. Pues la verdad es que no los conocía, y tras leer lo que dicen… no los veo. Básicamente porque no veo la aplicación práctica. Qué habría que hacer? Colocar un código por post? En los ejemplos colocan el código en la home (en el sidebar), pero entiendo que habrá blogs que unos posts serán de opinión, otros de análisis, otros patrocinados… con lo cual, si colocamos un sello «general» tampoco será cierto, ya que no siempre aplicará el mismo.

          Al final pienso que lo mejor es la autorregulación. Que cada uno actúe como considere – si que es cierto que sería bueno existiera un estándar, o cuando menos unas recomendaciones generales – y será «la audiencia» quien juzgue. Si el comportamiento de alguien es excesivamente comercial, posiblemente, igual que pasa con los medios generalistas, sus seguidores acabrán por darle la espalda. Que, como dice el dicho, la policia no es tonta… 😉

  4. Yo creo que el quiz de la cuestión es que no se trate de engañar a la audiencia. Y esto es algo que es difícil de medir pero que tiene que ver con recibir un pago por hablar de algo y no dejarlo claro ante la audiencia (ya sea monetario o en especies).

    En realidad todo está inventado. Esto es algo que ya se ha solucionado en blogs con los disclosures («esta reseña esta realizada con un terminal bla bla proporcionado por bla bla»). Que «en twitter hay menos espacio», que «no es el mismo contexto», esto es algo que es secundario. Las soluciones técnicas de como indicarlo vendrán después, lo primero es hacer las cosas como debe ser y no engañar a la gente que te siga, por muy deseosos que estén de ser engañados.

    Puede que con el paso del tiempo los que tienen influencia, los famosos, pierdan esta perspectiva. Si recibes un regalo y lo compartes piensas que no haces daño a nadie. Pero el hecho es que el regalo te lo han hecho a ti con alguna intención.

    Otra paralela a observar (por las similitudes) son los regalos que las marcas hacen a los periodistas.

    1. Sin duda, la clave para mi también está en ese sentimiento de engaño, incluso por encima del pago o no pago. Al final, a una persona con presencia contínua en Redes se le puede «seguir el rastro», y ver si lo que dice es lo que hace, o es sólo #publi. Notorios han sido los casos de Oprahs Winfreys y similares promocionando el tablet de Microsoft… desde Twitter for iPad. Eso es engañar. Pero claro, por otro lado, tú crees que Rafa Nadal se mueve por Mallorca en un Kia? No sabría yo que decirte…

      Una vez más, el quid de la cuestión vuelve a estar en que las marcas (o sus agencias) hagan bien los deberes, definan bien su cliente tipo, lo encuentren en la red, y sea un encaje tan bueno que no sea publicidad, sino uso real. Incluso aunque haya una retribución por el medio…

      1. El papel de las agencias es clave. Yo si fuera una agencia tendría cuidado en elegir el anunciante adecuado para cada caso. Lo que no haría es andarme con ambigüedades incluso a la hora de hacer público el hecho de que se trata de un anuncio (el último caso http://elpais.com/elpais/2013/07/10/gente/1373474368_430125.html ), trataría de ser transparente.

        Pero el papel de los famosos también es clave en tanto en cuanto lo que estan haciendo es «jugar» con su presencia en la red. Seguro que la mitad tiene a una agencia llevándoles las cuentas, pero es curioso como alguno de los usuarios del caso Yolado optaron por añadir #publi y otros no. Creo que en este caso su papel es importante por ser los últimos responsables frente a la audiencia.

        1. La verdad es que todos tenemos un papel a jugar en esta cadena.

          – Las marcas, siendo más transparentes en sus mensajes
          – Las agencias, trabajandose más la selección de quienes publican, y buscando un encaje más «natural» entre producto y prescriptor. Que no «cante» que se recomienda sólo por dinero…
          – Los prescriptores, recomendando sólo aquello en lo que realmente crean, y no aquello que más dinero les de, ya que luego, gracias a su propio exhibicionismo, las mentiras cantan.
          – La audiencia, o sea nosotros, ejerciendo nuestro derecho a réplica (o sea, opinando en voz alta, tanto ante la marca como el prescriptor) y a «mutear» a aquellos (marcas y prescriptores) que nos parezca que hacen un uso que no compartimos del medio. Tan fácil como dejar de seguirles

          Va a estar entretenido… 😉

  5. si una marca de maquinillas me envía muestras con mi nick impreso, la fotografío y la subo, no por ellos, sino por mi propio ego.

    Si por escribir un post, sobre algo que me gusta (no tengo carnet de moto, pero necesito unas botas de montaña) recibo una muestra o viceversa, recibo una muestra por hacer un post, pues seguramente no pondré muchos problemas, y, si además, la experiencia mola, pues hablaré bien.

    Llevamos «toda la vida» vendiendo a las marcas que hay que definir el target y localizar a los influencers y motivarlos, por que son los verdaderos embajadores de la marca y es imprescindible convertirlos en prosummers para conseguir el engadgement (qué cada cual subraye la parte de consultolabia que más le mole).

    Y, cuando las marcas encuentran prescriptores, nos hacemos pajas mentales sobre si está bien hecho o no, asuntos legales aparte.

    1. El ego es – lamentablemente – uno de los grandes motores de la humanidad. Si no, para lanzan tantos rankings en estas nuestras redes? Para conseguir que los que ahí aparecen los compartan, y así quien los escribe acaba saliendo en otros rankings y vuelta a empezar…

      De lo de recibir o no recibir, a mi lo que me molesta son los que parece que sólo existen con ese fin. Son los que están en todos los saraos donde haya canapés y gintonics. Los tertulianos 2.0, que lo mismo te recomiendan tácticas de protección ante un ataque nuclear, como neumáticos para reducir el consumo o herramientas de SEO. Y de todas ellas saben lo mismo. Nada. Bueno, si, que a ellos no les ha costada nada probarlas…

  6. La delgada línea…
    Otro ejemplo: si yo escribo un post en mi blog y comento que he corrido con la gorra XXX y la marca de la gorra XXX me da puntos por ello que luego puedo canjear por regalos ¿hago publi? ¿soy listo y me ahorro unas perrillas en el material que uso HABITUALMENTE?… ufff, qué difícil de separar…
    Si voy a una pescadería, hago una foto a un centollo y la subo a mi IG mencionando el nombre de la pescadería, ¿hago publi o le doy una palmadita en la espalda a la pescadería?.
    Yo creo que habitualmente cuando veo temas de saraos pagados por marcas, tengo claro que los que van lo hacen porque quieren y les sale bytheface…, lo que no me gusta es que me hagan publicidad de tapadillo.

  7. Son comentarios interesantes pero veo bastante reticencia a llamar publicidad a lo que es publicidad. Una marca X tiene Y de dinero para hacer publicidad y marketing. Se lo puede gastar en campañas y medios o destinar una parte a hacer regalos a «influencers». Si a mi me regala un producto, la empresa tiene Y-valor del producto que me ha regalado. Yo lo difundiré y hablaré bien de la marca. PUBLICIDAD. Después ellos harán balance y verán el ROI.
    No es tan difícil, creo yo, simplemente nos fastidia pensar que somos parte publicitaria y que defendemos la independencia.
    Si te dan algo o te pagan un viaje, estas perdiendo independencia. Y no es lo mismo decir » este lugar es una mierda» que si te han pagado se dira algo como «todo bien menos esto y lo otro que se pueden mejorar para mi siguiente viaje» con lo que matas dos pájaros de un tiro: sigues promocionando el lugar que te ha pagado el viaje y además presumes de independencia por críticar pero como todos sabemos que todo no es perfecto, es genial que te critiquen.

  8. Pareces un poco jelly Lucas, con que Harley no te use de e.p. lo has repetido en tus dos últimos post sobre la «»publicidad»» y Twitter ;P

    1. Qué es ser un poco «Jelly»?? Disculpa la ignorancia, pero es un signo claro de que me hago mayor…

      Y si, he repetido la gracia también en este post por seguir el hilo, pero vamos, que no es más que eso, una «gracieta», y espero que así se entienda, la verdad !!

  9. Mezclar en el mismo post lo que legalmente es publicidad con lo que podríamos considerar publicidad son ganas de estresar el CMS!!!

    El primer aspecto esta claro en tanto no cambie legalmente.
    El segundo aspecto es antropológicamente mucho más interesante: el homo publicens!Que se lo digan a las marcas de polos, bolsos y deportivas.

    <rant ahead>
    Y ahora reflexión seria (o algo parecido): la autorregulación ha demostrado tradicionalmente dos cosas:

    – funciona bien
    – hasta que deja de funcionar

    Y cuando haya dejado de funcionar, se montará un pollo que no veas. Alguien habrá abusado tanto del colador «autorregulación» que nos arrepentiremos de no haberlo regulado. Si no eres afectado o no te has aprovechado, probablemente pensarás que la cosa no era para tanto, pero si eres afectado te mirarás al espejo y verás lo que el laisez-faire ha hecho contigo.

    Especialmente pienso en peques que veo a diario y los días grises grises me los imagino en grandes naves de jaulas sacando el pescuezo a picar pienso mientras cacarean.

    </rant&gt

  10. Muy buen tema de debate, Lucas, me encanta tocar temas sensibles, y éste es uno de ellos.

    A ver, lo primero de todo es que «publicidad» es «publicidad», ya sea por prensa, radio, TV… la publicidad va tomando nuevas formas, y la que se da en las RRSS es una variante que desconcierta y engaña al público.
    No voy a entrar en temas tributarios y famosos, si hablan de un producto o marca es, o bien porque le han pedido «por lo bajini» que hable de esa marca o porque oficialmente están patrocinados. Incluso porque quieren hacer un favor a algún amigo/conocido para lanzar su negocio.

    Luego está el tema candente: blogtrips, envío de regalos, etcétera. Aquí no estoy de acuerdo contigo, Lucas, las agencias de publicidad y marketing que llaman a tuiteros que tienen muchos seguidores/audiencia o SABEN que la gente valora lo que publica, saben que esa persona va a hacer publicidad del producto que están promocionando… sí, publicidad.

    Me hace gracia ver cómo se mueven estos fenómenos y no caemos más en la cuenta de que nos estamos utilizando mutuamente: ¡¡todos salimos ganando!! Unos reciben gratis el producto y los otros se aseguran el objetivo de promoción y de que se hable de la marca que les paga (o no, depende de si usan agencias o lo hacen internamente).

    Sí, nos usan y les usamos. ¿Obligados a tuitear o compartir con los demás? No seamos inocentes, si nos envían un regalo obviamente esperan que les des bombo, saben y dan por hecho que lo vas a hacer, porque si ven que no lo haces, dejarán de mandarte nada. Es muy sencillo: ellos reciben dinero de una marca para que la promociones, las RRSS son canales de transmisión y circulación de información inmediatos muy muy potentes, por lo que no les supone casi gasto realizar una campaña de enviar regalos y darle bombo; de esa manera, vía twitter, FB e Instagram, la marca puede ver el resultado que esperaban.

    En fin, aunque a ti no te suponga ningún esfuerzo tuitear que te han regalado una maquinilla de afeitar o un pac de bebida X, eso es publicidad sí o sí, desde el inicio hasta el fin del proceso.

    Menuda chapa te he metido!! 😉

    1. ¿por qué dices que no estás de acuerdo conmigo? Yo digo que SI es publi ese tipo de prácticas !! Claramente publi, además, y es algo en lo que todos, normalmente, entramos. Las marcas encantadas porque es MUY barato para ellas, los que reciben el regalo también, porque oye, un regalo es un regalo, y quien recibe ese impacto, pues oye, o envidia (lógica), o indiferencia o interés. Y a quien le molesta la práctica, unfollow y ya está, que para eso está el botón.

      Lo que digo es que esta práctica no sólo se da cuando hay intercambio de producto/dinero, y que tan publi es eso, como el pedirte a tí que hagas RT de un post, o el que uno mismo de difusión a un evento o curso en el que participa. O no te pasa a tí que ves claramente las «cuadrillitas» de amigos que entre todos se dan difusión a aquellas aventuras en las que cada uno se embarca?? Y eso no es publi también?? Claro que lo es. Lo que pasa que movida por un interés distinto que el dinero. Es simplemente que a todos nos gusta que a los nuestros les vaya bien en la vida. Pero, si somos puristas, deberíamos etiquetar también eso como #publi? El problema es que si a todo aplicamos la misma etiqueta, hacemos inútil el tag…

  11. Buenas, quizá soy muy simple, pero a mi entender y en el caso concreto de regalos, incentivos, viajes… considero el asunto como «intercambio publicitario/promocional», osea, «publi/promo». La marca se beneficia con más exposición, recomendación, etc en la web social y el usuario se beneficia en especie (material o inmaterial -ego-) y tras ello subyacen las estrategias de marcom de las empresas. Saludos,

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