Lecciones de una niña de 13 años para gestionar tus redes

El sábado estuve cenando con unos amigos. En algún momento de la cena salieron las redes sociales a escena. Pero esta vez no fue para preguntarme cómo hacer algo, ni para recriminarme que estuviera pendiente de twitter de reojo, sino para contarme algo que me parece revelador. Blanca, la hija de uno de ellos, tiene 13 años. Una adolescente normal. Encantadora, integrada, buena estudiante, responsable… y nativa digital. Blanca está presente, según su padre, en TODAS las redes. Tiene Facebook, tumblr, instagram, tuenti, whatsapp… Hasta ahí, normal, verdad? Posiblemente te sientas hasta identificado, porque tú también te «vanaglorias» de estar «en todas las redes«, y tu marca, o la de los clientes que gestionas, también las tienes en todas ellas. Pues siento decirte que me temo que no somos iguales, y que tenemos mucho que aprender de ella. ¿Por qué?

Porque ella tiene clarísimo que not all are created equal. Vamos, que no todas las redes valen para todo. De hecho, ella tiene claro que cada red vale para una cosa. ¿Que quiere contarle algo a una amiga? Por whatsapp. ¿Que quiere contarle algo a varias amigas? Por tuenti. ¿Que quiere contar algo molón «al mundo«? Por tumblr. ¿Que quiere decir algo y que lo puedan leer sus padres? En ese caso usará Facebook (aunque lo usa poco…). Y así con todas. Sabe perfectamente no sólo quien es su «audiencia» en cada red, sino qué uso quiere darle ella a cada una de ellas.

Me juego la mano izquierda a que muchos de los que estáis leyendo esto ahora mismo no lo tenéis tan claro. Levantad la mano los que publicáis lo mismo – y con el mismo texto – en más de una red y de forma simultánea en el tiempo. 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7… vale, vale, ya veo. Unos cuantos. ¿y cuántos lo hacéis SIEMPRE así? Bajad la mano los que NO lo hacéis. Mmmm… pocas manos veo bajar… Claro; cuentas enlazadas, herramientas de publicación multicanal como hootsuite o tweetdeck, que es más cómodo hacerlo así… ya, ya, si las excusas ya me las se !! Pero es que luego vendremos a quejarnos de que no nos leen… ¡¿Cómo nos van a leer, si somos unos cansinos metralletas que nos repetimos más que el ali-oli?!

Olvidamos que la gestión de presencia en redes es una labor de comunicación. No es captación (únicamente). Es, entre otras cosas, establecer presencia en canales donde desarrollar acciones con una determinada audiencia, que nos permitan trasladar una personalidad (que hemos definido) que a su vez nos permite resultar atractivos e interesantes a los ojos de esa audiencia. Ni es una competición de números, ni debería ser una obligación. Debería ser una consecuencia. Consecuencia de una identificación de los canales donde está presente tu audiencia, y consecuencia de un proceso de definición de objetivos. Que si me apuras, ha de hacerse por audiencias, y no por canales.

Valoro – defiendo – el «estar presente» en aquellos canales donde se encuentre el público definido. Pero deploro – y condeno – el estar por estar de algunas marcas, disparando a todo lo que se menea. Hay que ambicionar, e insisto que me refiero fundamentalmente al caso de una marca, una presencia que podamos gestionar. No la que tiene el de al lado. La que nosotros podamos manejar. Y si objetivamente vemos que deberíamos estar en más sitios, habrá que planificar los recursos necesarios para poder estar bien. Y además – repito, esencialmente, en el caso de una marca – hay que ser conscientes de que aunque nosotros marquemos unos objetivos de uso por canal, luego hay que tener la suficiente cintura – y las orejas suficientemente limpias – como para escuchar qué esperan de nosotros los «habitantes» del canal, sean clientes o no. Porque más nos vale adaptarnos a sus requerimientos, o tendremos más que perder que ganar. Igual que no tiene sentido tener un teléfono para no atenderlo, tampoco tiene sentido tener twitter para no contestar a las menciones, o un Facebook para publicar RTs y @. Porque igual tú estás contento con eso, pero te garantizo que tus clientes no. Y sin clientes, como que no tiene sentido todo lo demás…

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Tienes mucha razón en todo lo que escribes. Sin embargo, creo que es bastante complejo definir el modo de actuación en cada plataforma. Por ejemplo, se está hablando de que los adolescentes están empezando a usar Snapchat y que están dejando Facebook.

    Está claro que hay que hacer una cosa: medir. Poder medir la capacidad de impacto de los mensajes en cada plataforma para poder actuar en consecuencia.

    1. Sin duda, medir es importante, pero es aún más importante entender los usos de cada herramienta por cada tipo de usuario. Eso si que da buena información «accionable» (aparte de indicarnos lo que tenemos que medir…)

      Gracias por pasar por aquí y por comentar !!

  2. Tengo un ejemplo cercano; mi hija. Conoce y maneja varias redes (tuenti, twitter y whatsapp). El otro día me comentó que casi todos los de su clase, de forma individual han creado grupos incluyendo a todos. (Mi grupo mola más que el tuyo, aunque estemos los mismos).
    Su reacción, salir de todos, menos del primero que se creó. Se cansaba de tener el teléfono saturado con mensajes repetidos.
    Y esto lo ve una niña de casi doce años.

    El problema de muchas marcas es el «amor de abuela»: «como va a ser malo lo que hago, si lo hago yo».

  3. Buenos comentarios y reflexiones Lucas, no obstante, también hay otras que se me ocurren, como si un adolescente de 13 años necesita estar en todas las redes y si tienen tan claro, como la que nos has puesto de ejemplo, el uso de las mismas.
    Personalmente creo que la respuesta en ambos casos es no, sobre todo por no haberles introducido en ese mundo de una manera «responsable» en la mayoría de los casos o ni tan siquiera acompañándolos.
    Igual que no les dejamos ir a comprar el pan solos hasta determinada edad y les acompañamos, en el mundo de internet debería de suceder lo mismo. Creo que falta formación/información sin entrar en un criterio de edad, pues evidentemente la madurez se alcanza antes o después, según que casos.
    Gracias, un saludo, Rafa

    1. Pues me temo que habrá que echar a correr, porque esto es imparable. De hecho, recuerdo otra conversación de hace un tiempo con otro amigo que comentaba que su hija, con 11 años, NECESITABA móvil, porque sus amigas quedaban por whatsapp, y sin móvil… corría el riesgo de quedar «desplazada«. Duro, pero al parecer es la nueva realidad.

  4. Muy bueno jajajaja y muy realista, yo tengo mi hijo mayor (13 años) que tiene tb todas las redes y cada una la usa para una cosa, y mi hija de 8 ya a dicho alguna vez que cuando va a tener ella Whasap…!!

  5. creo que FB empieza a ser un album de fotos en cloud, que es bastante económico y muy eficaz si tu grupo de amigüitos es estable.

  6. Muy cierto, muchas veces nos conformamos con la comodidad en vez de atender al sentido común puesto que cada red social es muy diferente una de la otra. Habrá que trabajar mucho para cambiar esos hábitos de cada día para mejorar nuestra comunicación con el cliente.

    Gran aporte.

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