No quieras ser todo para todos.

Uno de los grandes males de muchos de los negocios hoy en día es la indefinición. Indefinición provocada por la ambición – que diluye el foco -, por la ilusión – ficticia, como todas las ilusiones – de poder hacer todo bien, o por la inseguridad causada porque «el de enfrente» es capaz de hacerlo, que nos obliga al «yo también«. En muchas ocasiones también puede estar esa indefinición creada por las propias dudas de los fundadores, incapaces de hacer un trabajo de segmentación de clientes, porque en situaciones de escasez, cualquiera con dinero en el bolsillo resulta goloso y merece la etiqueta de potencial cliente. Pero eso no es así. Porque querer gustar a todos es la mejor receta para ser indiferente para la mayoría.

Incluir prestaciones, funcionalidades o áreas de conocimiento a nuestra «carta de servicios» no es siempre algo bueno. Es mucho, infinitamente mejor, el centrarnos en hacer bien – muy bien – algo y obtener de eso nuestra diferenciación. En lo que hagas, el mejor de todos. No hay mejor consejo a dar en esta vida, en cualquier ámbito además, personal o profesional.

Una de las últimas marcas en sucumbir a este «me too syndrome» no es otra que twitter, con el lanzamiento de los grupos de mensajes privados (y los videos directos en TW, aunque esta funcionalidad parece haber pasado algo más desapercibida). De todas las reacciones que he podido leer a esta noticia, la mejor y más certera fue la de Icaro Moyano (aka @viejoMoeb)

Puedo entender esa sensación de necesidad de incorporar funcionalidades que ves que tienen otras personas/marcas/productos/apps y que además ves que están funcionando bien, pero antes de embarcarte en eso – y diluir tu diferencial frente a la competencia, y tu foco como marca – sería bueno validar si lo que haces lo puedes mejorar. Lo tuyo, no lo que hacen los demás. He visto demasiados casos de empresas que por esa carrera infinita del añadir han acabado diluyéndose. Porque más casi nunca es mejor.

Pocas marcas hay que adopten el camino contrario, el que en el largo plazo diría que es el óptimo, el de reducir en lugar de añadir, el de profundizar en su especialidad y ser «en lo suyo, los mejores» como decía antes. Uno de los ejemplos recurrentes que me vienen a la mente cuando pienso en ese concepto es 37 signals, y la estrategia seguida con Basecamp. O Mailchimp y su propuesta clara. O Groove. O KissMetric. O Intercom.io. Casualmente – o no tan casualmente en realidad – son las mismas empresas que podría poner como ejemplos de empresas/marcas/productos con propuestas de valor claras. De empresas/marcas/productos que han sabido condensar su propuesta de valor (USP) en una sóla frase. Clara y contundente. «Send better email» (Mailchimp). «Simple Help Desk Software» (Groove). «The insights you need to optimize your marketing» (Kissmetrics). «A new way to connect with your customers» (Intercom.io)

Y esto no creas que se aplica sólo a apps o productos extranjeros. Ni mucho menos. También se aplica a ti. Está muy bien saber Inglés, Francés, Alemán e Italiano, pero empieza por escribir bien en Castellano. Está muy bien poder cubrir todas las necesidades de tus clientes, pero asegúrate antes de lanzarte a aprender una nueva habilidad de que en alguna eres la mejor opción. Yo soy bueno en Marketing, Comunicación y Experiencia de Cliente. Soy bueno en definir, dirigir y gestionar la transformación digital de mis clientes. No soy especialista en SEO ni en analítica o UX, ni en diseño o programación, aunque igual tenga de alguno de estos campos más conocimientos que muchos usuarios, pero para eso prefiero llamar a Ricardo o a Dani, a Lizano o a Guillermo, que son EXCELENTES en lo suyo. Y juntando piezas construimos el mejor producto posible. Y somos imbatibles. Porque si yo quisiera hacerlo todo no haría bien ni siquiera lo mío. Y entonces sería yo el que no haría falta.

Así que, parafraseando nuevamente a Ícaro, descubre qué es «lo tuyo» y céntrate en ello, copón! Y recuerda que, si tu producto es genial, no necesita ser bueno

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Muy buena reflexión.
    Estoy de acuerdo al 99% y ese 1% que falta, lo dejo para la innovación en las empresas, para probar cosas nuevas, experimentar y meter la pata hasta el fondo, pero sin olvidar que lo que da de comer a una empresa es el otro 99% y como dices ese hay que hacerlo muy bien.
    Un saludo

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