A vueltas con los nombres de usuario

El nombre de usuario. Esas pocas letras a las que a veces tan poca atención prestamos, y que tanto dicen de nosotros y nuestro proyecto.

La pasada semana me ha tocado tenerlos muy presentes, por varios motivos. Por un lado, hemos arrancado dos nuevos proyectos en la agencia con dos clientes nuevos, hemos tenido primera sentada de otro posible proyecto nuevo, y aún andamos dando vueltas a la denominación de otro que empezamos hace tres semanas. Además, en un curso de Social Media que estoy dando este mes en la Cámara de Comercio de Zaragoza he hecho a los alumnos crear proyectos para aplicar lo que estamos viendo, y se han enfrentado a la dificultad de encontrar sus nombres disponibles en todas las redes. Y de remate, Facebook lleva todo el fin de semana bloqueando mi perfil personal y haciéndome pasar «exámenes» para confirmar mi identidad y desbloquear mi cuenta, y me temo que es porque en Facebook también soy Calvo Con Barba en lugar de Lucas Aisa, nombre que sólo utilizo en Linkedin.

Lo que en su momento fueron las dificultades de dar con un nombre adecuado en el Registro, luego se convirtió en la casi imposibilidad de encontrar el dominio web de tu empresa, y ahora es el no tener disponibles los nombres de fb, tw, yt, ig y demás redes sociales.

Yo era consciente de que este momento podía llegar, aunque pensaba que tras el escándalo de las drag queens Facebook había relajado la norma en cuanto al uso de «nombres artísticos». Ya veo que no. Calvo Con Barba no es el nombre que aparece en mi DNI, pero es la identidad de todos mis canales, y por supuesto el nombre del blog. Una identidad que nació en un primer momento para expresar mis opiniones de forma «anónima» – esto es, para no asociarlas en búsquedas con mi nombre real – y que ha acabado por fagocitar mi propio nombre, lo que da lugar a múltiples situaciones curiosas, como gente que se acerca a saludar en congresos y no saben cómo llamarme («Hola Calvo» les debe resultar violento), o newsletters que llegan dirigidas a D. Calvo o al Sr. Con Barba. Pero Facebook considera que esto no debe ser así, y de una manera «sutil» – llevo ya 7 «exámenes» de identidad este fin de semana para desbloquear mi cuenta – parece que quiere que actualice mi nombre. Si hubiera decidido hacerme la cuenta como John Smith seguro que le daría igual, pero la denominación «Calvo Con Barba» parece que esta semana ha activado alguna alerta, y ahora imagino que no parará hasta que lo cambie. O igual es que alguien rencoroso me está denunciando como perfil falso.

Lo digo porque el proceso – que es el que muestro en la imágen de abajo – no es el mejor si el problema es que mi nombre es «artístico» y no legal, diría yo. Por un lado, al tener activada la autenticación en dos pasos, hace imposible que el proceso sea en el ordenador. Cuando tras hacerme ellos logout automático intento acceder de nuevo a mi cuenta, me pide el código que genera la app, que no funciona, porque está también bloqueda. Así que toca abrir la app en el móvil, intentar hacer login, decirme que no puede ser, y abrir safari para superar un pequeño «exámen«. Lo primero a pasar es un captcha, supongo que para eliminar bots del tablero. Una vez superado, te va sacando fotos (5, aunque en la composición sólo he puesto 4, para que me cuadrara) y te pide que identifiques al amigo que en ella aparece. Ahí es cuando me cago en esa costumbre que tienen algunos de etiquetar a personas en carteles de películas, fotos de conciertos o cumpleaños infantiles, que no veais la de cosas raras que me han salido estos dos días!!

Examen de facebook

Y aún con todo y con eso, he sido capaz de superar el exámen en 7 ocasiones ya. ¿Y eso qué les demuestra? Que conozco a la gente a la que acepto como amigos en FB, entiendo. Que yo soy yo. ¿Y qué relación tiene eso con el hecho de que mi nombre – y mi identidad digital – sea el que es? Pues no tengo ni idea, pero espero descubrirlo pronto. O igual me canso antes de tantos exámenes y cambio el nombre, qué se yo. Salvo que el origen del problema no sea el nombre, sino esa «denuncia revanchista» que comentaba antes, en cuyo caso, poco se puede hacer, la verdad, sobre todo porque su autor se ampara en el anonimato en lugar de afrontar las cosas de cara. Cosas de la cobardía que a veces inundan estos canales.

Seguiremos informando.

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

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