La comunicación es un privilegio, no un derecho

El hecho de tener un cliente o un usuario (la diferencia suele estar en si te paga o no paga) creo que no nos da derecho per se a dirigirnos a ellos y «freírlos» con contenidos en el formato que sea (mail, redes, spots…) para conseguir NUESTROS objetivos. Creo que eso no está bien, que no es adecuado y que directamente hacerlo es contraproducente en el medio plazo. La capacidad de llegar a ellos hay que ganársela solucionando sus problemas, aportando valor que se suele decir, no simplemente «a cambio» de que usen nuestro producto/servicio.

Muchas de las frustraciones de muchos gestores de proyecto, emocionados en la actualidad con el marketing automation y el lead nurturing, se disiparían si esto se entendiera bien. Dar un Like o hacer un follow no es darte carta blanca para que me llenes el muro de tus cosas, igual que registrarme en el plan básico o gratuito de tu app tampoco es una pulsera «todo incluido» que te de acceso diario a la bandeja de entrada de mi email. Si lo que me mandas no me aporta nada – porque es spammy o simplemente comercial – ni lo abriré. Pero si que lo «procesaré» y construirá marca en mi cabeza. Negativa, en este caso.

En los procesos de onboarding, o en general en todo lo que publicamos, bien en redes, bien vía email, deberíamos aplicar criterios de calidad y relevancia. ¿Lo que estamos mandando mejora la experiencia de usuario? ¿Aporta valor a quien lo lee o sólo responde a una necesidad de quien lo manda? ¿Si tuvieras que escribir uno a uno los 2.837 emails que estás mandando, lo harías? ¿O simplemente lo estás mandando porque tienes una aplicación que te permite hacerlo? ¿Te gustaría a ti recibirlo?

Creo que esas son (algunas de) las preguntas que nos deberíamos de hacer antes de pulsar el botón de publicar/envíar, y deberíamos de ser algo más autocríticos. Mandar por mandar igual consigue colocarnos en el top of mind de los clientes, pero en el cajón equivocado. En el de «a evitar«…

El reach hay que lucharlo. Hay que sudarlo. Hay que merecérselo.

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Que curioso que publiques esto hoy, Lucas. Esta misma mañana he enviado una newsletter bastante agresiva, y aunque ha salido -más o menos- como esperaba, me he quedado todo el día con la duda de si aportaba o no algo de valor. De todas formas esto (para mí) es como saltarse la dieta: un día te pasas, y estás una semana compensando.

    Buen post, enhorabuena.

    1. Ojo con el efecto rebote de las dietas yo-yo! Los usuarios son (somos) cada vez intransigentes… Y el peligro ya no es que se den de baja de la lista, el peligro es que en ocasiones hay usuarios a los que les resulta más fácil/rápido/cómodo marcar el mail como SPAM… Y eso puede traer consecuencias… :S

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