La perfección nos está matando

De entrada, ¿qué es la perfección? Diría que, como poco, es un arma de doble filo. Porque por un lado ha de ser la zanahoria que guíe nuestros pasos, pero por otro, puede bloquearnos fatalmente.

El concepto de perfección creo que es muy difuso, e incluso debería ser irrelevante. Me parece casi más importante el concepto de «media» que el de perfección, obviamente siempre y cuando esta media esté referenciada al universo de nuestro público objetivo, no al nuestro propio. Más que aspirar a crear contenidos «perfectos«, sería más inteligente aspirar a crear contenidos «por encima de la media«. Aspirar a destacar por arriba. Siempre. Pero considerarlo una aspiración, un destino, algo a lo que intentar llegar, sabiendo que el camino de la perfección es largo y está lleno de altibajos.

Además, me parece importante diferenciar usuarios de marcas. El nivel de exigencia, el nivel de expectativas, creo que debería ser distinto entre ellos. Los usuarios deberían de prescindir del concepto de perfección o de «por encima de la media» en sus primeros pasos, y directamente empezar a hacer cosas, para aprender haciendo. Las marcas, por contra, creo que no se deben/pueden permitir ese recorrido público, y deberían trabajar en privado (o con ayuda externa) en sus primeros pasos, para NUNCA publicar nada «por debajo de la media«.

Lamentablemente, lo que en demasiadas ocasiones veo es precisamente lo contrario. Marcas que se lanzan sin vergüenza ninguna a sacar a la luz contenidos que no deberían pasar de la categoría de borradores, y por contra personas paralizadas por el miedo de «no estar a la altura«, y por lo tanto no lanzándose a la maravillosa aventura de compartir pensamientos, vivencias e inquietudes.

En mi opinión, una empresa tiene una marca que mantener, mientras que una persona tiene una marca por construir. Esa es la gran diferencia. A partir de ahí, entran en juego las expectativas de cada uno, que son subjetivas, lo mismo que la capacidad de juzgar la calidad de lo compartido. Obviamente, at the end of the day, la calidad será la que, en principio, definirá el alcance y por tanto la propia dimensión de la comunidad a la que potencialmente se puede atraer, pero hay también otros muchos factores a incluir – como la empatía que sea capaz de despertar, las conexiones, la capacidad de respuesta… – en esa esquiva fórmula mágica.

En cualquier caso, como decía el jueves pasado en el #vlog, que ese espejo de la perfección no nos frene, porque la única manera de aprender no es otra que hacer. Así que, #HagamosCosas.

Por si no lo viste, y te interesa, copio aquí enlace al video.

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. como siempre les he dicho yo a mi gente:

    1.- no dejéis lo importante por lo urgente
    2.- lo mejor es enemigo de lo bueno

    y así, poquito a poquito…

  2. «La perfección es una pulida colección de errores.» Mario Benedetti

    Excelente… Saludos desde Argentina.

  3. Cuantas cosas habré dejado de hacer o acabé haciendo demasiado tarde com esta maldita obsesión?! Menos mal que algo vamos madurando… Un saludo, Lucas!

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