Digital Detox

Somos egoístas. Por naturaleza. Nos importa lo nuestro y a los demás… que les [ya sabes qué palabra va aquí]. Lamentablemente, parece que es patológico y lo aplicamos prácticamente a todo. También a “lo digital”. El problema es que al final esa actitud tiene consecuencias. Para todos. Y en digital estamos repitiendo los esquemas que quemaron los canales analógicos (TV, Prensa, Radio…) y que hicieron huir a los usuarios, saturados de contenidos comerciales y de relleno.

Cuánto estaremos ya forzando la máquina en digital – la experiencia de uso – como para que los usuarios, cada vez con más frecuencia, empiecen a viralizar el borrado de apps de los móviles (delete FB), propongan black out days, den consejos para superar la adicción a las redes o directamente planteen periodos de 30 días de desconexión total de las redes (el último, Matt D’Avella) 1. Ya no es solo que de manera recurrente sea noticia en los telediarios (con cierto alarmismo quizás injustificado, cierto es) la conveniencia de alejar a los más jóvenes de la tecnología, los móviles e internet, o que directamente los CEOs de Apple y otras tecnológicas alejen a sus hijos de sus productos, sino que hasta Tim Berners-Lee, el padre de Internet, plantea crear una nueva internet que devuelve la propiedad de los datos a los usuarios para recuperar el espíritu con el que nació, eliminando esa captura obsesiva de datos que hacemos, y que en el 80%, 90% o 95% de los casos ni nosotros sabemos para qué se recogen… ni quien los recoge sabe para qué los quiere.

Igual soy un idealista utópico – o directamente un estúpido -, pero cada vez estoy más convencido de que en no demasiado tiempo la vuelta a los valores tradicionales de respeto a los usuarios, de calidad de concepción y ejecución, de recuperar la importancia de los círculos cercanos de relación y hasta el abrazar conceptos como el slow growth serán elementos de diferenciación y elección de marcas por parte de los usuarios. Las historias de unicornios, de tiburones, de pelotazos, de hustle, hustle, hustle están bien para leerlas o ver en la gran pantalla, pero supongo que no tanto para vivirlas en primera persona. O al menos, no para todo el mundo. Si hasta Gary Vaynerchuck está cambiando su discurso reconociendo que quizás no todo es hustle and shine!! Que quizás ganar 40k$ y tener tiempo para disfrutar de tiempo para ti y los tuyos puede ser una opción de vida tan buena o incluso mejor que ganar 4M$ y no hacer otra cosa más que trabajar y fardar.

Cada vez los contenidos de todas las marcas son más parecidos entre sí, independientemente de su sector. Todas muestran el mismo tipo de imagen, de citas, de «recetas de éxito”. Y entre los “influencers” (de pelo o de palo, igual da) ya ni te digo, son totalmente intercambiables entre ellos. Y eso acaba por anonimizar a la marca, por diluirla, por aburrir, por invisibilizar. Es como las ciudades. Cuando paseas por sus avenidas principales ya no sabes si estás en Zaragoza, en Donosti, en Praga o en Sebastopol. Todas tienen las mismas tiendas, los mismos escaparates, el mismo aspecto, en lugar de explotar precisamente sus diferencias.

Creo que la personalidad va a volver a ser – en realidad nunca ha dejado de serlo – un elemento diferencial. Y recordemos que las marcas también tienen – más les vale !! – personalidad. Los usuarios queremos sentirnos parte de algo, conectar. Y eso se hace, por definición, con unas pocas, y no se consigue ser de esas ni con fotos de stock, ni con contenidos edulcorados, impostados y mil veces repetidos. Se hace siendo real y, sobre todo, teniendo algo propio que contar, a un público específico. Sin avasallar, sin meternos en la vida de los demás, simplemente exponiéndolo y esforzándonos por que llegue a las personas adecuadas, que no es lo mismo que “a todo el mundo a ver si alguno pica”.

No sé, igual es que yo también estoy saturado y necesitaría hacer un “detox” y esto no es más que una pataleta, quién sabe. Pero si piensas como yo, levanta la mano, por favor. Me gustaría saber que no estoy solo en esto.

Me voy al rincón de pensar.

Paz!

L.


  1. Si no has visto su documental sobre minimalismo en Netflix, no te lo pierdas, y si no conoces su podcast, idem. Ya tardas. 
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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Estoy de acuerdo, sobre todo en que nosotros somos los principales responsables. Aunque tambien una parte de culpa la tiene las plataformas en si. Google te enseña primero lo que cree que te interesa, el algoritmo de Facebook o YouTube lo que más te va a gustar y así un largo etc. Eso hace que, cómo dices, nos acabemos aburriendo de siempre lo mismo (o volviéndonos fanáticos).

    1. Ya, pero es que SU objetivo es precisamente alargar nuestro tiempo de permanencia en página, porque así tienen más oportunidades de a) conocernos b) presentarnos publicidad, que es su modelo de negocio. En nuestra mano está el que, al tercer video de un youtuber que intenta imitar a Casey Neistat (sin éxito), pasemos de él y busquemos otro. O que nos vayamos a rodar un rato con la moto, que nos ayudará aún más a generar ideas 😉

  2. Aqui dos manos levantadas a la vez. Y no solo para las marcas sino para las marcas personales /emprendedores que sumen (de sumir no de sumar) al consumidor en las mismas estrategias copiadas unas de otros al punto que es facil concluir quien ha sido el mentor de turno. Que si la moda es el webinar previo con regalo al final, que si ahora es la masterclass promocionada en facebook o insragram y todos caminan mirando el horizonte en un paisaje de relax o la última elaborar un storytelling de mis experiencias más trágicas de vida. Aghhhhh necesito detox digital ( ah no, que no puedo me dedico a esto jajaja) un abrazo en otra vida quiero ser calvoconbarba jaja

    1. Muy cierto! Cómo cantan esos contenidos cortados TODOS por el mismo patrón… y gusteados/promocionados entre ellos mismos. Qué le vamos a hacer, oye, mientras eso siga funcionando, se seguirá haciendo. No todo el mundo pasa tanto tiempo por aquí dentro como nosotros, que lo hacemos por partida doble – profesional y personal – y probablemente vemos cosas que el resto no ve….

  3. Lucas tienes razón. Hoy leía un artículo sobre este tema en diario.es y lo comentaba con los alumnos en la universidad. ¿Tenemos que cerrar nuestras redes sociales o tenemos que exigir a marcas y gestores que cambien su forma de comunicar? Una alumna me ha dicho a mi me gustan los contenidos que no me parecen publicidad, aunque lo sean. Al final se trata de ser uno mismo, como tu dices, y publicar de forma natural, cuando tienes algo que decir de verdad. El problema es que quizá tengamos que dejar de comunicar como marcas para comunicar como personas y eso en las empresas es muy complicado.

    1. Y tan difícil!! Básicamente porque eso pasaría por que las marcas empezaran a – como decía en el post anterior – mostrar personas, dar visibilidad a empleados y comportarse de manera natural, no siempre como vendedores que se saben todas las respuestas. Y eso, yatusabes, ocurre poco… o nada.

  4. Muy buen post amigo, las dos manos levantadas. Es una continua réplica de modelos que lleva al hartazgo y a la saturación. Creo que ninguno compraríamos un libro que repitiera lo que otro ha escrito pero en cambio seguimos apoyando con likes la copia, la falta de originalidad y el falso WOW. Prodigamos demasiado qué hacemos y demasiado poco qué somos, básicamente porque cuesta mucho más expresarlo, así que lo mejor es hacer lo que hacen todos. Me pillas calentita hoy, así que mejor con un vino/cerveza/copa/café que ya va siendo hora. Abrazote

    1. Definirse es muy complicado, ya lo sabes bien tú. Y encima ser original, eso es ya para premio. Si además eres capaz de contarlo y demostrarlo, la leche!

      Y si que va siendo hora de ese vino/cerveza/copa/café, sí, que hace demasiado del último. Subid un finde al Piri!!

    2. Me meto en vuestra conversación como elefante en cacharrería. Ayer comentaba a Lucas que esto es para hacer una reflexión conjunta, una mesa redonda real en un evento o una virtual e informal que nos lleve a un «manifiesto» o algo por el estilo. Yo me ofrezco a pensarlo y proponeros un formato que no nos comprometa en tiempo ni esfuerzo. Podemos involucrar a Juan y Gema, y a otros muchos que conocéis ambos. También a clientes y público en general. Ahí lo dejo. Y reitero mis disculpas por la intromisión.

      1. Si no nos compromete en tiempo y esfuerzo, no valdrá. Estas cosas hay que sufrirlas.

        Yo ando dando vueltas hace tiempo a un proyecto de podcast que no termino de arrancar. Igual debería…

  5. Yo también levanto la mano Lucas (aunque sea un mes después. Llevo retraso y me estoy poniendo al día de lecturas imprescindibles 😉 ). Una de las cosas por las que me gusta tu blog es porque creo que «baja a la tierra» cosas «obvias»/»lógicas», de las que creo que las empresas sí saben la teoría, pero que luego, incomprensiblemente, muchas veces no se manifiestan en la práctica (pensar como sus clientes, tener su propia voz, o una buena propuesta de valor, por ejemplo). Hoy he estado viendo unos vídeos de presentación de empresas y emprendedores, y en algunos casos me ha sido imposible saber qué es exactamente lo que hacen (ya no te digo lo que aportan de diferente a la gente). Pero igual soy yo.
    En cualquier caso, creo que todos (empresas y usuarios) deberíamos sentarnos a valorar hacia dónde están yendo las cosas, con «detox» o no 😉
    Abrazos

    1. Pues bienvenida sea esa mano alzada, Nacho, aunque sea un mes después! 😉 Y lo que comentas es, lamentablemente, demasiado habitual. De vez en cuando – especialmente cuando presentamos proyectos o hablamos de trabajo – nos ponemos tan «estupendos» con el lenguaje que no hay forma de entendernos. Una pena, pero muy real.

      A ver si a base de insistir desde mi pequeña columna conseguimos ir cambiando esas (malas)costumbres que equiparan usar «palabros» con ser mejores profesionales…

      Abrazo!

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