El futuro es gilipollas

Hace unas semanas, Icaro Moyano, que de esto de tecnología y de avanzar mirando largo al futuro sabe un rato – también sabe bastante de torreznos y otras cosas igualmente importantes en esta vida, pero eso ya lo dejamos para otro post si eso – lanzaba este tweet


Y si conseguimos ir más allá de la anécdota de las zapatillas y la cafetera – elementos básicos en la vida de Icaro, por cierto… – tiene bastante razón, el futuro es gilipollas… porque así lo estamos construyendo.

Por un lado, porque realmente estamos construyendo gilipolleces. Desarrollos absurdos, por el mero hecho de «ser tecnológicamente posibles” – la peor de las razones – que no aportan nada más allá de la boutade de turno.  Y por el otro, que para mí es aún más preocupante, porque me da la sensación de que a veces estamos tan ciegos como para dejarnos deslumbrar (o derrumbar…) por la tecnología y perdemos de vista el valor de las relaciones y las conexiones entre personas.

Por muchos robots, pantallas y algoritmos que irrumpan en nuestras vidas, las conexiones personales – idealmente fraguadas y reforzadas en persona, poniendo piel por medio, que el contacto humano se está convirtiendo ya en un bien de lujo – son las que realmente serán el hecho diferencial de muchos futuros. Tu capacidad de comprender, empatizar y en última instancia conectar con alguien, será la que te permitirá avanzar, destacar y construir. Y las marcas están formadas por personas, no lo olvidemos. Y las marcas han de conectar con las personas, tampoco lo olvidemos, y no solo a nivel masivo, también individualmente.

Así que, más que de tecnología, quizás de lo que deberíamos armarnos es de puntos de contacto. De momentos de conexión, de elementos de identificación, de símbolos de pertenencia. Construir algo que vaya más allá de la venta, más allá incluso de la marca. Una idea, una corriente, un movimiento. Al que las personas afines a esa “buyer persona” que hemos definido como nuestro “cliente ideal» quieran pertenecer. Y fardar de ello. Y traer a ella a sus amigos. Y con eso echar la bola a rodar. 

Así que plantéatelo, si el futuro es gilipollas, es que igual tú y yo somos gilipollas. Y quizás la sobredosis de tecnología actual está contribuyendo a ello. Pero todavía podemos cambiarlo. Porque el futuro será tan smart como lo seamos nosotros. O tan gilipollas. Porque nosotros, los vivos, los interconectados, somos el futuro. Que llegará antes de lo que te esperas. Y ojalá nos pille acompañados de las personas adecuadas. Las que hayamos elegido voluntariamente, no por un algoritmo.

Paz!

L.


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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Pues si, Lucas, «ojalá nos pille acompañados de las personas adecuadas», que el grado de «tontunez» al que estamos llegando, me asusta 😉 Y al hilo del post anterior en «calvoconbarba», estas personas adecuadas son a las que de verdad importas y no las marcas.
    Comparto todo esto contigo, ya que te leo desde hace tiempo y me gusta mucho tu post de los lunes. Hasta ahora no me había animado a escribirte, pero veo tus últimos post con cierto grado de diría que casi «humanismo», cosa que me encanta. A todo esto, vivo del marketing digital, a pesar de ser de la generación del 68.
    Gracias por compartir estas cosas, Lucas.
    Aitor

    1. Muchas gracias, Aitor! Por leer mis «pensamientos vagabundos» de los lunes, y por comentar. Especialmente por comentar. Sé que los leéis (veo los números), pero se agradecen mucho los comentarios que, como muchas veces digo, son lo mejor de los posts 😉

      Sí, puede que los últimos posts tengan una pedrada un tanto más «humanista» de la habitual, pero no es algo meditado, es lo que me sale y me alegro que te/os guste. Aunque siempre tendrán ese «tufillo» a temas de marketing, comunicación e internet, que al fin y al cabo es lo que vivo en mi día a día laboral.

      Ah! y yo soy del 71, así que en este club eres bienvenido. La edad no es problema!

  2. Lucas, soy muy fan de tus posts!! Tienes la habilidad de poner en palabras lo que mucha gente del sector pensamos, vivimos en nuestro trabajo y, también, sufrimos! A ver si nos libramos de tanta gilipollez reinante en las marcass!! jaja

    1. Pues aprovecha ahora que con Facebook, Instagram y Whatsapp cayéndose cada dos por tres, igual hasta puedes encontrar con quién hablar! 😉

      Que no dejen de girar esas ruedas, David!!

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