Menos glamour. Más costumbrismo.

El mundo no es ideal. Nosotros no somos ideales. Tampoco perfectos. Las marcas aún menos. Entonces, ¿por qué nos empeñamos todos en proyectar siempre una versión idealizada de todo? Que no digo que compartamos miserias o fotos limpiando los baños o recogiendo el lavavajillas, no, pero es que no todo son martinis al atardecer y […]