En ocasiones, la solución más sencilla es la más adecuada. No es necesario complicarnos la vida, buscar soluciones enrevesadas o crear grandes estructuras. Porque corremos el riesgo de convertir lo sencillo… en inútil.
En ocasiones, la solución más sencilla es la más adecuada. No es necesario complicarnos la vida, buscar soluciones enrevesadas o crear grandes estructuras. Porque corremos el riesgo de convertir lo sencillo… en inútil.