Menos mal. Ya pensaba que era el único que me iba haciendo viejo y perdiendo facultades, pero ahora puedo ver – vía Ciudad de Soul – que no. Gracias al trabajo de Donald Soffritti, en su libro SuperHeroes Decadence, puedo ver que el tiempo, como decía Cráneo en un corte de la maqueta de Bufank, «pone a cada uno en su lugar». Y ésto, afortunadamente, se aplica a todos. Siempre es un consuelo ver que no soy el único al que el cuerpo le delata…
El post original de Ciudad de Soul lo podéis leer aquí.
PS.- Ahondando en el tema y rebuscando en la red, he descubierto que este no es el único caso de mito viejuno, y me he encontrado con esta pequeña joya…
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