Cada vez creo más en el valor de las ideas – de las buenas ideas, claro – y en la importancia de mantener los ojos, las orejas y, sobre todo, la mente abierta cuando se atacan temas de comunicación y de creación de marca. Y creo que esos valores están muy por encima del dinero. Creo que ya quedaron muy atrás los tiempos en los que caro era sinónimo de bueno. Donde las campañas se medían por GRPs, y por tanto en millones invertidos en medios. Creo que vivimos nuevos tiempos, en los que todo tipo de negocios pueden aspirar a comunicar ideas o propuestas a su público de forma correcta y altamente eficaz. Tampoco ésto quiere decir que ahora los proyectos han de ser insultantemente baratos. Realmente la idea es bastarda, y cuesta lo mismo vaya a ser adaptada por Nike o Repsol, que si su destinatario es el bar de la esquina, y normalmente, cuando alguien es capaz de tener de forma recurrente ideas brillantes, es que es alguien brillante, y eso, creo que es de justicia, hay que pagarlo, tenga una megaestructura detrás digna de aparecer los sábados por la mañana en la Sexta, o trabaje desde el salón de su casa.
Esta parrafada me nace después de haber descubierto una acción implementada en un bar de Estados Unidos, que creo que aprovecha perfectamente un soporte muy poco utilizado, a pesar de su tremenda «implantación»: las servilletas desechables. El restaurante en cuestión es el «3 bar and grill«, un bar/restaurante que se define a sí mismo en su web como el lugar donde ir para encontrar «Good Food, Good Drink, and Good Times«, una definición realmente tentadora, que, supongo, hará que sea el lugar elegido donde cenar o tomar una copa de muchos «intentos de pareja». Y en vista de ésto (estoy inventando el briefing desde el resultado, o sea que igual la columpiada es monumental…), sacan partido de las servilletas de papel, y crean «tarjetas de visita» para apuntar esos detalles tan importantes en las primeras citas: los que te van a permitir tener una segunda cita, o sea, nombre, teléfono, facebook, blog y esos pequeños detalles que a veces el domingo por la mañana no somos capaces de recordar….por culpa de la «euforia». Es una forma fantástica de unir el nombre del Restaurante con algo positivo, y de hacer un guiño gracioso a la situación. (aunque igual quien se haya quedado a dos velas tras pagar la cena y las copas no piense lo mismo….). Me ha gustado mucho la propuesta. Aquí tenéis algunas imágenes de las servilletas:
Paz !
Me encante la de «puedes encontrame en… la base de datos del FBI» xD