Si no aportas, no me importas

Puede sonar egoista, puede sonar maleducado o incluso interesado, pero creo que no me equivoco si digo que es un pensamiento más o menos generalizado entre los usuarios de medios sociales. Si en el MundoReal™ el nivel de basura es cada vez más insoportable, y nos metemos en mil proyectos, mil lecturas, mil conversaciones, mil compromisos por la vergüenza – o incapacidad – de decir que no a aquellos que no son más que «ladrones de tiempo«, y nos tragamos programas de TV que objetivamente son tóxicos, o seguimos leyendo panfletos y escuchando a tertulianos sabelotodo, en las Redes Sociales se tiene menos reparo a gestionar nuestro tiempo a nuestro antojo – ¿será por la valentía de la virtualidad? ¿por la «lejanía» que supone tener una pantalla entre nosotros? – y cada vez es más frecuente el escuchar a gente que elimina contactos en sus redes, o que directamente se vuelve más y más exigente a la hora de aumentar sus números de amigos/followings. Somos más selectivos – al menos una vez superada la fase inicial de deslumbramiento – y escogemos nuestras relaciones en función de NUESTROS intereses y necesidades. Y lo hacemos NOSOTROS, y sin sentir ningún reparo por los cadáveres que vamos dejando en la cuneta.

Y este panorama, esta realidad, supone una cada vez mayor barrera de acceso para la comunicación de las marcas. Para la comunicación mal entendida, por supuesto. La que nace de la idea equivocada por su parte, que les hace pensar que ELLAS son parte indispensable de nuestra conversación, y que NOSOTROS vamos a ser receptivos a la misma forma de aproximación que hasta ahora les ha funcionado: la invasión; la interrupción. Y esto no es así. El sentimiento de «propiedad» que los usuarios de los medios sociales tienen de sus espacios en ellos es mucho mayor que el puedan sentir frente a la televisión, la prensa o la radio. Este – el medio social – es SU territorio, y aquí las marcas entran… si aportan algo. Que el logo ya lo conocemos, y su mensaje también. Aquí lo queremos es otra cosa.

Queremos hablar. Queremos ser escuchados. Queremos ser contestados. Sin prisas. Sin voces engoladas ni respuestas predefinidas. Queremos sentir que detrás de ese logo – ¿o debería decir parapetado? – hay una persona. Que habla como una persona. Que escucha como una persona. Que siente como una persona. Basicamente porque ES una persona (y no un vendedor agobiado por cumplir sus objetivos mensuales…). Aunque lleve ese uniforme corporativo que no le favorece y le quita naturalidad a sus movimientos. Aunque sepamos que apunta en un excel cada vez que habla con nosotros y que hace un seguimiento del sentimiento de nuestras conversaciones. Pero  nos cuenta cosas que nos interesan. Nos hace reir, nos hace leer, nos hace investigar o nos reta con preguntas. Es como ese camarero que, además de tirar bien la cerveza, nos da conversación si vamos solos, y nos pone cacahuetes. Que todos sabemos que nos van a dar sed y nos van a hacer pedir otra cerveza. Pero es que están tan ricos, y la conversación es tan agradable que… oye, ponme otra cerveza, por favor !! Ah, y muchas gracias por este rato. Volveré. Y es posible que me traiga a mis amigos…

Paz !!

PD.- Obviamente, a los bares donde nos ponen la cerveza sin espuma, y encima nos quieren colocar las croquetas frías que hicieron con la carne empanada que sobró ayer en el menú… no volvemos. Y si podemos, a veces, hasta nos vamos sin pagar !! Y que nos venga a buscar el FBI…

Más de mi en
Facebook Twitter Instagram LinkedIn

Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo.
    Uso bastante esa frase «si no aportas no importas» en mi día a día…

    y tampoco vuelvo a los Bares donde ponen la cerveza sin espuma… debería estar penado…

    Un saludo

  2. Pues no quitaría ni una sola coma a lo que pones. De hecho he de reconocer que cuando vi retuiteado el post me pareció un título un tanto excesivo, pero leyendo el post casi hasta se queda corto 😛

    Pero hablando más en serio, tienes toda la razón. Se mezclan, en este asunto, dos temas que tienen desde mi punto de vista bastante relación: las marcas y su modelo de comunicación en vías de agotamiento, y la tecnología como soporte mediante el que los usuarios de a pie retomamos la propiedad de nuestra identidad y relaciones, y la capacidad que volvemos a adquirir de operar con mayor libertad en nuestra relación con las marcas, y con los contenidos en general.

    Me ha gustado mucho.

  3. Muy Bueno! estoy de acuerdo con tu post, Con las redes sociales se rompen muchas barreras y limites, de otra forma seria imposible haber me cruzado con tu blog, donde he encontrado algo diferente, no más de lo mismo que estoy harto de no leer algo bueno en mi idioma.

    Existe un gran problema, Gracias a la manipulación de las masas, esto a causado que la gente no crea en si mismo y por ello tenga baja autoestima y el resultado es que son vacíos, no es que sea realmente vacíos, si no que, como no creen en ellos mismos, se limitan a no mostrase como realmente son o mostrar sus colores como dice la canción true colors de Cindy Lauper, ni de aportar algo…..

¿Algo que decir? ¡No te cortes, únete a la conversación!

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *