Da un poco de lástima vivir en un ecosistema «Megustocéntrico«. Y creo que no me equivoco demasiado definiendo así las incursiones en medios sociales de muchas – demasiadas – marcas, sin distinción de tamaño, presupuestos o sector. Al menos el inventarme palabros me alivia la pena… 😉
Internet, las redes sociales, plataformas como Facebook o Twitter, son inmensas calles comerciales, donde siempre hay locales disponibles a buen precio para que montemos nuestra tienda. Calles comerciales por las que pasean cientos, miles, «cientosdemiles» de personas constantemente. Personas que se pasean con un paquete – eterno – de post-its en la mano, que van pegando en las fachadas de aquellas tiendas que ellos deciden. ¿Por qué los pegan? Jamás lo sabremos a ciencia cierta. Lo que si que sabemos es que el esfuerzo y la implicación de colocar uno es muy, muy bajo. Tenemos un suministro contínuo de post-its, y como son adhesivos, no tenemos ni que aminorar la marcha. Alargamos el brazo y ·click· «Me Gusta» colocado !! Y la vida sigue. Qué distinta sería la película si tuviéramos post-its de varios colores…
Pero no, sólo tenemos «Me Gusta». Te has parado a pensar cuántos «Me gusta» has dado tú en Facebook a páginas de amigos o conocidos que los necesitaban para llegar a los famosos 25 likes que les permiten cambiar el nombre de la página? ¿Has vuelto a saber algo de ellos después? Me juego la mano derecha – y soy diestro – a que de la mayoría, no. El propio Facebook se encarga de ello. De hecho, puestos a preguntar: ¿Sabes cuántos «Me Gusta» has dado tú en tu perfil de FB? Míralo, anda, que igual te llevas una sorpresa…
Entonces, ¿para qué sirve tener «Me Gustas«? En las grandes marcas puedo entender que sirven para justificar sueldos. El Director de Marketing [cree que] tiene cosas más importantes que hacer que atender el Facebook (o el Twitter, o la red que sea), por lo que entregándole una gráfica de crecimiento continuado de followers – siempre por encima de los números de la página de la competencia, eso si !! – deja de preguntar y se queda tranquilo. Las interacciones, el engagement, la participación, la conversión… eso qué más da !! A su vez, ese informe subirá un escalón más arriba, y el Director General – con aún menos tiempo para entrar a las Redes… – después de darle la palmada en el hombro al de Marketing, mostrará satisfecho al consejo los datos como demostración de lo bien que va la marca, y de lo «modernos» que son. Y aquí paz y mañana gloria. Ya llegará alguna «crisis» que les abra los ojos. O no, que no hay que dar nada por sentado. Pero, ¿y en el caso de las pequeñas marcas? ¿esas tiendas físicas que dan el salto a la red empujados por la imparable fuerza de cientos de miles de charlas que les dicen que TIENEN que estar? ¿Para qué sirve esa carrera sin fin por el absurdo número de «Me Gustas«?
Volvamos al ejemplo de antes, el de la calle comercial. ¿Qué sentido tiene esforzarse en que mucha gente que pase delante de tu tienda te guiñe un ojo*? Entiendo la teoría de las moscas y la mierda, pero ¿no sería mejor dedicar nuestro esfuerzo en intentar que entren? Pero claro, eso lleva un esfuerzo, y parece que en Internet, «vale todo» y nada tiene que costar…. ¿Por qué no pensamos nuestras acciones en Internet en términos de MundoReal™ ? Piensa en tu TimeLine como tu escaparate, y antes de publicar, mira si aporta o si despista. ¿Tendrías un escaparate desordenado, caótico, con diferentes elementos desperdigados por cada lado y nada en común entre ellos? ¿Es tu escaparate un reflejo REAL de tu tienda, o es una visión idílica de cómo te gustaría ser visto y cuando van a tu tienda se dan de bruces con la triste realidad? ¿No será mejor reformar primero la tienda, decorar bien el escaparate, y luego abrir la verja y no al revés? Por otro lado, ¿cómo de grande es tu tienda? ¿Cuántos clientes tienes ahora? ¿De verdad necesitas tener 100 (0 1.000) veces más revoloteando a tu alrededor de los que tienes ahora como clientes? ¿Tan, tan, tan baja es tu tasa de conversión, o es que de pequeño te marcó la canción de Roberto Carlos? Porque muchas veces los comercios electrónicos no son escalables. No todo es software o productos replicables ad infinitum… Muchas ocasiones son productos que hay que crear (física o intelectualmente), o que empaquetar, o que enviar por mensajero… ¿A cuántos puedes atender? ¿y a cuántos puedes atender BIEN? Yo me gano la vida como consultor de Marketing, Redes Sociales y Customer (Social) Experience en todo tipo de proyectos, como freelance, y se que no puedo llevar en paralelo 15 proyectos, porque el servicio que daría no sería de calidad, y como no quiero que ocurra eso, por eso no estoy todo el día ofreciendo mis servicios**. Y tú, ¿conoces tus limitaciones? Creo que es importante tenerlas claras cuando entras por aquí, porque es MUY fácil acabar enredado en conversaciones y «acciones» muy 2.0… pero que te aporten poco empresarialmente, y si tú estás aquí por el «negoçi«…. eso a lo mejor no puntúa.
Por eso, yo creo que el proceso lógico debería de ser:
- Preocúpate de tener un buen producto.
- Trabaja en cómo lo quieres vender. Lo que en consultolábico sería la Experiencia de Cliente. Los procesos, sensaciones, impresiones que queremos hacer vivir a nuestros clientes con nuestro trabajo en cada punto de contacto con nosotros.
- Define claramente en qué te van a ayudar las redes para cumplir tus objetivos. Lo tuyo en las redes ¿va a ser vender, predicar, enseñar, aprender, comprobar, demostrar..?
- Identifica tu grupo de potenciales compradores
- Mira a ver por dónde pasean. Ellos. Los demás TE HAN DE DAR IGUAL.
- Abre allí tu tienda, tu escaparate, tu presencia.
- Selecciona el cebo adecuado, lo más fresco posible.
- Sal de pesca a las horas adecuadas. Cuando no sean horas de pesca, dedícate a otras tareas. Mojarse los pies para nada, sólo te puede traer resfriados…
Y recuerda: a casa no deberías llevarte más de los peces que te vayas a comer, porque el pescado se pudre rápido… y eso se huele a distancia. Suerte con la pesca !!
Paz !
Pongo un «me gusta», cuánto esfuerzo improductivo en hacer entender a algunos clientes/potenciales que esto no es un ligue de una noche, que hay que trabajar, dedicar esfuerzos y no perderse en el bosque para elegir bien a quien quieres llegar. Muy buen post Lucas!
Magnifico post¡¡ lastima que mi antigua empresa no entendiera que no era tanto el numero sino la calidad de lo publicado y el divulgar y concienciar del producto (vendiamos productos frescos). No es facil esto es un carrera de fondo no la maratón y hay muchas empresas que debido a la crisis no entienden que se tienen que gastar más dinero en redes sociales, asi que una parada más en la calle…
Me gusta!
Hay muchos que hablan de los predicamentos de estar inmersos en las RRSS y en cuantas más mejor, son los que viven regidos por el código civil Megustocrático y el penal de la Fologüernacia, ajenos a unos principios básicos de la comunicación. Muchas son las charlas donde recibimos esos mensajes, pero pocos en lo que comentas en este artículo. Me gusta pensar que el producto, la personalidad y el proyecto de cada individuo, empresa o corporación es lo más importante. Sean bienes o servicios, creo que lo primero es la búsqueda en la excelencia de sus productos, valores, innovación… evidentemente eso precisa de comunicación y por lo tanto de RRSS. De ahi una valoración objetiva de cada una de las acciones, en cada canal y un ROI para cada una de ellas.
keep Going Lucas!!
@Ricardo, razón llevas, pero ya sabes que no me canso de gritar en el desierto… xD
@Ormaki, una lástima lo que dices, pero efectivamente, esto es una carrera de fondo, y requiere un plan de entreno para no desfondarse… Suerte a partir de ahora !!
@Luis, un placer tenerte por aquí, maestro !! Ya sabes que no soy de andarme por las ramas… 🙂
Gracias por el comentario a los tres !!