Ayer, mientras cenaba, me sonó una alerta en el teléfono. Era de mi G+ – si, la red fantasma a veces también funciona… – de una mención que me hacía Frances Grau desempolvando un post viejuno viejuno. Lo traía a colación de una acción que ayer ponía en marcha y promocionaba Campofrío, en paralelo al lanzamiento de su nuevo spot, para fomentar los RT. Era ésta*.
* Lo inserto como imagen (enlazada) porque hoy WordPress se niega a embeber el tuit… 🙁
La acción – cuyo fondo es INDUDABLEMENTE positivo – vuelve a despertarme ciertos recelos, como lo hizo en su momento La Bruixa D’or. No se hasta qué punto es adecuado el usar este tipo de argumentos en beneficio propio (dar viralidad al spot y a la marca), por muy bueno que sea el fondo. Sigo pensando que «no todo vale» en este juego de la notoriedad. Desde luego, este empujón de la campaña si que está sirviendo para darla más a conocer, ya que está teniendo el apoyo de personas públicos reconocidos como Malú, David Summers, Santi Rodriguez, Ana Pastor, o Juan Ramón Lucas entre otros. Pero era realmente necesario? Podríamos incluso pensar si este uso de la «caridad» es ético? Seguro que es tema de debate y se encontrarán muchas posturas enfrentadas, tanto a favor como en contra. Los argumentos los puedo imaginar. Que si «cualquier donación es buena, venga de donde venga». Que si «todo lo que se haga por ayudar a los más necesitados es bueno». Que si «quién soy yo para criticar este tipo de acciones». Me las se, no os esforcéis por ahí que me las se, e incluso comparto el fondo de esos argumentos.
Pero… en un mundo dominado por el Marketing, plagado de intenciones no declaradas y, sobre todo, limitado por Presupuestos, dónde nos llevan este tipo de acciones? Dónde está el límite? Qué pone en la «letra pequeña«? Porque esta acción tiene un tope, seguro. A poco que conozcais el mundo de las Redes Sociales, sabéis que una acción de este tipo es un riesgo innecesario. El spot por si mismo creo que ya tenía munición suficiente para ser difundido por sus amantes y por sus detractores (que también los tiene). Realmente hacía falta este empujón? Y qué ocurriría si ahora algún grupo (o individuo) con perversas intenciones programa un bot o una serie de ellos para empezar a lanzar tuits con el hashtag? Imagina que empieza a monitorizar el hashtag (con Pirendo, followthehashtag o hashtracking, por ejemplo) y que lleva la monitorización ante notario para que no haya dudas. Que lanza, no se ¿1.250.000 tweets? ¿más? desde diferentes cuentas fantasma y que lo documenta. Y luego va y lo cuenta. Qué pasaría? Donaría Campofrío 1.250.000 € a Cruz Roja? O la campaña tiene «condiciones» bajo las que protejerse de este tipo de acciones? En cualquier caso, el efecto negativo de usar ese «escudo» se llevaría de un plumazo todo lo bueno conseguido hasta ese momento si algo así ocurriera…
Lo que es curioso, como también decía alguien en el hilo de G+ es que hace dos años esto parecía escandaloso. Ahora es encomiable y gente conocida salta en su apoyo. Tanto hemos cambiado? La diferencia está en quién lo promueve? O qué es lo que hace que la reacción sea tan distinta? Curioso esto de las emociones humanas…
No se, pero en cualquier caso, me repito en lo que ya decía hace dos años. Me parece PERFECTO que se hagan aportaciones a instituciones como Cruz Roja y similar. Las haga quien las haga y por las razones que sea. El fondo del asunto es impecable. Vuelve a ser un tema de formas. Me parece lógico que una empresa privada quiera sacar rédito a esas aportaciones. Simplemente creo que lo podrían haber planteado de otra manera, y dentro de 1 o 2 semanas (o cuando lleguen a la cifra prevista) hacer un recuento público y declarar que donaban X€ por los RTs recibidos para extender la alegria y el optimismo de la campaña a los necesitados. El efecto hubiera sido otro empujón de notoriedad, pero nadie podría buscarles las cosquillas acusandoles de aprovecharse de la «caridad«.
O será simplemente que no he dormido bien y estoy quisquilloso, que todo puede ser…
Paz !
PS.- Por si no habéis visto el spot, os lo adjunto aquí debajo
httpv://youtu.be/D_omZ5bo8lk
Qué razón tienes! Está claro que ayer tuvieron un gran éxito en Twitter, pero también había muchas menciones contrarias a esa forma de promocionarse. Nunca he sido partidario de utilizar la solidaridad como forma de publicidad, son acciones que han de hacerse sin ánimo de lucro, y de este modo, pueden tener hasta una repercusión mayor.
Sin ánimo de lucro, cuando se trata de una empresa, es muy dificil que se haga algo… De entrada, las donaciones son desgravables, con lo que ya hay un beneficio, y además creo que es lógico que se busque éste (ya que por algo son empresas). Eso no lo critico. Otra cosa es cómo se instrumentaliza esa donación. Ahí ya si que soy más crítico…
Totalmente de acuerdo, el fin no siempre justifica los medios.
Creo que la misma reflexión merecen todas estas campañas que se han puesto a donar kilos y kilos de comida, como si fuera echar comida a los cerdos, 1 click = 1 kilo ¿en serio hace falta? No sé si seré yo, pero el hecho de hablar de kilos me parece de una soberbia más bien denigrante.
Me parece una genial aportación la que haces, el recuento y donación al final de la promoción, sería mucho más sincero y demostraría una integridad y valores que, de momento, las empresas no tienen.
Debe ser que yo tampoco duermo bien últimamente.
Pues tenemos que dormir que, al menos yo, me pongo (aún más) gruñón… 😉
No creo que estés quisquilloso, tienes toda la razón. Hace días escribí un post sobre este tipo de campañas (a favor) y al ver estos planteamientos ya no me parecen tan estupendas. Pero también pienso que si con ellas las marcas no consiguieran notoriedad no creo que las llevaran a cabo. Lo que propones del recuento público me parece una idea estupenda y loable. Tan loable como utópica para estas grandes empresas. Aún y así, creo que comparto tu opinión. Y gracias por hacerme reflexionar.
Ya sólo por eso de hacerte reflexionar, ya merece la pena haberlo escrito !!
Es verdad que en Twitter, una red social con mucho ruido, parece que todo vale y que cada cierto tiempo hay que poner las cosas en su sitio en cuanto a la forma de actuar aunque sólo sea por caridad. Estoy de acuerdo con el post y además lo suscribo integramente, hasta el último punto de estar quisquilloso.
Un saludo
Me temo que nadie tiene ya la capacidad de «poner las cosas en su sitio» en twitter, básicamente porque ese «sitio» es algo que se mueve en función de los usuarios…
Gracias por hacernos reflexionar. La verdad es que yo misma hice RT del vídeo, sin tener conocimiento del mensaje «1 tuit 1€», ; lo cual me lleva a confirmar que a nivel de marketing no tenían ninguna necesidad!!! Espero que entonces sea por fomentar la caridad navideña…
Al mismo tiempo, soy consciente de que los profesionales idearios de esta campaña sopesarían las consecuencias de la misma. Y tal vez pensaron que polémica o no, daría que hablar… y como dice el refrán «que hablen mal o bien de ti, pero que hablen!» Y en la web 2.0 que INTERCAMBIEN. ¿Cuántos RT inconscientes se habrán realizado simplemente por comentar sobre este tema, hasta de los que no están de acuerdo?
Si el fin de la acción era simplemente ese, pues entonces vale, prueba superada, pero me temo que tiene un filtro, y el objetivo era, seguro, que hablen BIEN de la marca. Otra cosa no es ni siquiera «pensable» en este caso, diría yo, no?
Tu reflexión me ha recordado esta nota que leí hace unos días. Sin saber más, parece que los de Lidl lo han gestionado con cierta cordura.
http://es.finance.yahoo.com/blogs/finyahoofinanzases/lidl-obligada-pagar-200-000-euros-oferta-navidad-104702467.html
Creo que para realizar campañas con ese tipo de mensajes hay que tener una imagen muy muy limpia, si no corres el riesgo de quedar de hipócrita y de que te saquen todos los trapos sucios. Está claro que hablar de la marca se está hablando pero no creo que a la empresa le haga mucha gracia que se vuelvan a sacar ciertos temas que dañan considerablemente su reputación.