El pasado Viernes (21/10/16), después de una semana de fallar aún más de lo habitual, Facebook hizo un movimiento que pilló a muchos con el paso cambiado. Escondió el número de seguidores de las páginas. No lo eliminó totalmente, ya que seguía apareciendo tanto en búsquedas, como en la sección «Likes» del menú lateral izquierdo, y por supuesto en insights en el caso de los administradores, pero lo sacó del lugar predominante en el que nos hemos acostumbrado a ver el dato. Supongo que a más de un CM le causó un principio de infarto el ver desaparecer ese número por el que tanto ha luchado, y en algunos casos, invertido.
Esa misma tarde, ya tarde, salí a dar una vuelta con la bici de montaña para intentar oxigenar la cabeza, que había llevado mucho tute ese dia. Como ya estaba anocheciendo – esta semana ha sido muy mala/buena de trabajo – me puse el frontal en el casco para ir alumbrando la ruta. Hasta que no dejé atrás la ciudad y salí a una zona sin urbanizar, casi no podía ver y me notaba torpe, porque la luz del frontal no era capaz de alumbrar el camino semi iluminado. En cuanto la noche se hizo negra, el haz de luz concentrado de mi frontal me permitió ver con claridad el camino, sin distracciones, y pude acelerar sin miedo.
Creo que nos pasa lo mismo en la gestión de perfiles en redes sociales. Seguimos inundados de vanity metrics – como el número de me gustas de una página en FB, o el número de followers en TW o IG – que no nos dejan ver el camino y que incluso habiendo definido una estrategia a seguir, nuestro frontal no es capaz iluminar la ruta adecuada porque tenemos demasiadas farolas alumbrando por su cuenta el camino y por eso avanzamos con miedo. El número de Me Gustas, o el número de Seguidores, es un dato – en la gran mayoría de ocasiones – inútil. No indica nada. Lo que importa, lo que siempre ha importado, aunque lo hayamos olvidado, es la interacción. Uno no es influencer por ser capaz de «coleccionar» – que queda más fino que decir comprar… – amigos, sino por conseguir que estos salgan del letargo y actúen. Yo me sigo haciendo cruces de ver a «influencers» – si, las comillas son a idea, porque lo son de pacotilla – con decenas de miles de seguidores y 6 Me Gustas – 1 de ellos suyo – por publicación. Por supuesto, sin compartidos ni comentario alguno.
Por eso mismo creo que sería un movimiento muy positivo si Facebook se decidiera a mantener esa prueba. Si ocultara un poco esa información y fueran los contenidos, y las reacciones que despiertan estos, los que hablaran. Serviría para poner el foco, el haz de luz, en aquello que realmente confirma interés en lo publicado, más allá del postureo cómodo del Me Gusta vacío que no compromete a nada, porque sabemos que el algoritmo se encargará de ocultarnos las publicaciones en el futuro.
Por el momento, parece que sigue haciendo pruebas. Ahora mismo esa información vuelve a ser visible en escritorio para todas las páginas, aunque en móvil sigue oculto para algunas. En cualquier caso, ya me parece positivo que alguna mente pensante en Menlo Park haya aprobado hacer el test. Algunos ya lo planteamos hace un par de años. Igual ahora son ellos los que nos están haciendo señales. Los que están apagando farolas y encendiendo sus frontales, para marcarnos claramente el camino. Estemos atentos, para no salirnos del camino.
Paz!
L.
[EDITO] Al parecer facebook ha confirmado que lo de ocultar el número de fans fue consecuencia de un error interno, pero creo que eso no quita validez a la reflexión. Creo que sigue siendo perfectamente válida. En cualquier caso, hecha queda la aclaración.
Genial !!
Ves ? A pesar de mi nombre en twitter tu email entró perfectamente en mi bandeja de correo jajaja.
Un gustazo empezar así de bien la semana.
Gracias 😉
Genial! Sabes que puedes hacer visible tu nombre de twitter (si, ese, malhablada!) también aquí? En la configuración de tu comentario lo puedes poner. Eso si, atente a las consecuencias… 😉
Estupendo artículo como siempre… Esta obsesión por coleccionar seguidores irrelevantes, creo que sigue arrastrando la estrategia de muchas empresas hacía ningún sitio.
En ocasiones es difícil hacer entender esto a un cliente y en este sentido acciones como la que ha llevado a cabo Facebook ayudarán a dirigir el foco donde realmente importa.
Al parecer FB ha confirmado que se trató de un error (acabo de editar el post para indicarlo), pero creo que eso no quita validez al argumento, que es tal y como tú dices. Demasiadas marcas centradas en esa competición absurda por el tamaño, y no por la interacción o la construcción de relaciones. Y luego se quejan de que no tienen alcance orgánico, claro… ains…
Gracias por comentar! 😉