Esta es una pelea mental que llevo luchando conmigo mismo desde hace mucho tiempo. ¿Dónde interesa más invertir tiempo y esfuerzo? ¿En profundizar o en «ensanchar«? ¿En saber mas «de lo mío» o en conocer mejor «los alrededores«?. La semana pasada escuché dos razonamientos en la misma linea. De dos personas/entornos que no tienen en principio relación ninguna, pero que coincidían en su veredicto. Que a su vez coincide también con el mio. La primera fue una entrevista a Ricardo Tayar durante The Inbounder (NYC), la segunda una entrevista a Ido Portal. Y si bien cada uno lo expresa a su manera y referido a su ámbito (Ricardo hablando de CRO y UX, Ido hablando de movilidad y actividad física) ambos dicen lo mismo: para hacer bien «lo nuestro» antes hemos de ser generalistas. Conocer el entorno. Entender cómo funcionan las cosas. Y entonces, si queremos, elegir.
Comparto plenamente ese enfoque. Creo que la sobreexposición que estamos dando a la especialización tiene contrapartidas de las que mucha gente no es consciente, y que acabamos pagando. El especialista ha de ser consciente del impacto que sus acciones o recomendaciones van a tener en el resto de facetas de aquello en lo que estamos trabajando. Si para arreglar tu tobillo acabas sobrecargando tu cadera, no estás arreglando nada. Si por arreglar tu diseño acabas empeorando tu tasa de conversión, no estás arreglando nada. Si para «modernizar» tu marca acabas abriendo perfiles en redes que luego no sabes o no quieres atender… no estás modernizando nada. De hecho, en los tres casos, estás empeorando todo.
Y lo mismo deberíamos aplicar a las marcas. Comerciales y personales. Si ya está demostrado que la humanización y la personalización es el camino a seguir, mostrémonos multidimensionales. Porque todos lo somos. Una marca no es solo el producto/servicio que vende. La marca también es las personas que la componen y los principios que la sustentan. Mostrémoslos y enriquezcamos la masa. De la misma manera una marca personal es mucho más que la actividad profesional de la persona. Mi vida profesional es el Marketing, pero recorrer largas distancias sobre mi Harley y esquiar también me definen como persona. O al menos me añaden capas. Y mostrar esas facetas en ningún caso creo que me haga peor profesional «de lo mío«. De hecho, me hacen distinto a otros «especialistas» en Marketing y ofrecen otros puntos de anclaje y conexión. Por contra, quien solo comparte contenidos «profesionales» en todo momento (domingos por la mañana y festivos incluido) acaba siendo tan «especialista» que se deshumaniza. Se robotiza. Y de robots andamos sobrados.
Así que dejemos por un momento de centrarnos en los detalles y subamos la mirada. Entendamos (y mostremos) «the big picture«. Y que sea desde ese conocimiento general desde donde nos encasillen y nos encasillemos. Si queremos, claro. Que en la variedad está el gusto… y la verdad.
Paz!
L.
Precisamente hace dos semanas publiqué un post más personal de lo habitual. Sentía que debía hacerlo, porque la transparencia es algo que he intentado mantener en todo momento en mi forma de comunicarme, pero me pregunté muchas veces si debía mostrar ciertos aspectos privados de esta forma. Leyéndote hoy, y tras el feedback recibido por mis lectores, creo que fue totalmente positivo. ¿Opinión de especialista? 😉 http://www.hoyeseldia.es/diseno-sostenible-estilo-vida/
Les doy la razón a tus lectores (y a tí por publicarlo). Como digo en el post, creo que mostrar destellos de otras parcelas de nuestras vidas (porque somos mucho más que aquello en lo que trabajamos) enriquece la fotografía que ofrecemos a quien nos conoce de manera virtual. Y cuanto más rica es la foto, más posibilidades de conexión creamos. De la buena, de la que ocurre entre personas afines. Y además, hacerlo, sirve a su vez de filtro para espantar a aquellas con las que, en el MundoReal™, no cuajaríamos porque no hay «química».
Así que, «approved»!!