Normalmente – y casi me atrevería a decir que da igual de lo que hablemos – cuando algo no va bien lo que falta no es volumen, es calidad. Aunque curiosamente, la reacción habitual es ignorar eso y concentrarnos en hacer más. Más de lo que sea. Si caen las ventas, sacamos más productos, añadimos más funcionalidades, hacemos más promociones. Si no llegamos a objetivos, nos obsesionamos con salir a buscar más clientes. Da igual cuáles, da igual para qué. Si nuestras publicaciones pierden alcance, publicamos más. En todos los formatos. A todas las horas posibles. En todos los canales. Sin darnos cuenta de que quizás ya nos han visto y simplemente lo que han visto no les ha interesado.
Nos falta escucha, nos falta empatía. Nos falta vernos desde fuera con ojos ajenos. La culpa no es (siempre) del algoritmo. Algo responsables también somos.
Cualquiera puede escribir muchas líneas. Pocos pueden escribir un libro.
Paz!
L.
PS.- Si, podría seguir escribiendo hasta las 800 palabras sin problema, dando vueltas y vueltas a lo mismo pero, ¿para qué? Lo que quería decir, ya lo he dicho así que, me aplico el cuento. Menos es más. También en esto 😉
Muy bueno y directo.
Sinceramente, en este mundo tan saturado de información, cuando encuentras un post corto, no se otras personas, pero yo, desde luego, lo agradezco.
Como se dice: «Lo bueno, si es breve, dos veces bueno».
Un placer leerte, como siempre.
Muchas gracias Luis.