Dejemos de bautizar las cosas para esconderlas.

Tanto hablamos de que el foco ha de estar en el cliente, que debemos adaptarnos, dejar de pensar en nosotros y pensar en ellos, mejorar la usabilidad, la experiencia de cliente… y luego somos los primeros que cometemos los errores que nosotros mismos condenamos.

Dejemos de hablar de Social Media, de Engagement, de leads, de SEO, de SEM, de funnels y demás palabros. Llamemos a las cosas por su nombre. Dejemos de escondernos detrás de palabras que (presuntamente) nos hacen parecer interesantes, porque en realidad lo que nos hace parecer es TONTOS, y es cada vez más evidente.

Porque en realidad, lo que llamamos «Social Media«, es «el canal de comunicación que ahora mismo utiliza la gente«. El «Engagement» es «¿alguien te hace caso cuando hablas?«. Los «leads» son «personas que quieren comprar lo que haces«. Los «funnels«, son «procesos de venta«. Cuando decimos «SEO«, en muchas ocasiones son «trampas y trucos para que Google nos ponga antes que los demás«. El «SEM» es «poner anuncios en Google, Facebook, Instagram, Twitter y en cualquier otro sitio en el que nos dejen y haya gente mirando«. La «Usabilidad» o «UX«, es «hacerlo fácil y lógico, para quien lo va a usar«. «Customer Experience» o «CX«, es «tener empatía y tratar a los clientes como a nosotros nos gustaría que nos trataran«. Y, lamentablemente, la que más me duele porque de más cerca me toca, «Marketing» no es «intentar engañar al mayor número de personas posibles«, sino que es – debería ser – «intentar (comprender y) AYUDAR al mayor número de personas posibles a tomar la decisión correcta«, aunque esta sea NO comprar.

Pero claro, cuando las cosas no van como nos gustaría, es mucho más fácil esconderse tras las palabras, parapetarse tras el algoritmo, acurrucarse tras las excusas, y no afrontar la realidad. A base de intentar engañar a los usuarios (con mal Marketing), de llenarles el camino de trampas (con dark patterns de UX), interrumpirles (con SEM intrusivo) y ocupar lugares en rankings que no nos corresponden (con SEO feo), acabamos por ser invisibles (con 0 engagement) en los canales que usan entre ellos para hablar (el Social Media), donde las marcas parecen haber olvidado que son las invitadas, no las protagonistas.

Pero la culpa es del algoritmo, por supuesto, que nos tiene manía.

Paz!

L.

PD.- El problema no son los nombres en inglés. Yo soy el first que lo usa indiscriminadamente, no problem with that. El problema – para mí – es mirar a la realidad por encima del hombro o escondernos detrás de ellas para no reconocer nuestros errores y/o limitaciones.

PD1.- No se me alboroten los profesionales – que los hay, a patadas – de las diferentes disciplinas que menciono. Máximo respeto a los que lo son, que posiblemente compartirán el fondo de lo que digo, y que son muy necesarios para que esto funcione. Aunque igual que digo una cosa, digo la otra. Máximo desprecio a los que sin serlo, juegan a darse importancia sin merecerla. Fuck’em!

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Bienvenido a la defensa del idioma. Muchos, mal llamados profesionales, están confundiendo hablar un idioma con destrozar el propio. Sobra petulancia, cretinez, y complejo de inferioridad, a partes iguales.
    Hasta en las revistas de mercado ya no se habla de algo tan elemental como compra y venta, que ordinariez, ahora es el sell in y el sell out.
    Así vamos.

    1. Me he debido explicar MUY mal, Joaquín, si esa es la impresión que deja el post. NO tengo ningún interés en defender el idioma. De hecho, soy MUY partidario del uso del inglés, y si has leído algún otro post del blog (nótese que no digo publicación de mi bitácora…) te habrás dado cuenta de ello. Lo que critico es el uso de excusas – normalmente en inglés para darnos aires de importancia – ante situaciones que realmente lo que esconden es que no sabemos hacer nuestro trabajo, o que nuestros productos, servicios o marcas no MERECEN la atención y el interés que nos creemos que merecen.

      En cuanto a lo del inglés, ya te digo, I’m cool with that!

      1. Pues sigo sin entenderlo.
        Parece ser que criticas «el uso de excusas» cuando se hacen en Inglés, por aquello de «darnos aires de importancia», cuando ocultan «que no sabemos hacer nuestro trabajo» , o bien que «nuestros productos, servicios o marcas no MERECEN la atención y el interés que nos creemos que merecen».
        El problema, a mi modesto entender, no está tanto en utilizar la farfolla de acrónimos y términos en inglés en la «excusa», sino en utilizarlos sobre todo, en el momento de la «presentación». Ante el cliente deben primar transparencia y naturalidad, Todo lo demás, en particular la «farfolla», puede resultar contraproducente.

        1. Critico el uso de excusas en general, en inglés, francés, alemán o filipino. Critico el que siempre parece que tengamos una justificación para las cosas que hacemos y no salen bien, y que nos cueste tanto decir que no sabemos por qué no ha funcionado. Porque, obviamente, la culpa es siempre de los demás o del sistema, no nuestra. Critico el que nos creamos tan importantes como para que los demás nos dediquen su atención y su tiempo, y que cuando esto no ocurra no tengamos la humildad de pensar que quizás es que no la merecemos. Critico que creo que, en general, la estamos cagando.

          Será que me hago mayor, gruñón y nostálgico…

  2. Personalmente estoy en contra del uso (y abuso) de palabras en inglés porque lo que suelen ocultar es ignorancia en muchos casos e incapacidad para realizar el trabajo de manera adecuada. Además de esa falsa actitud de modernidad, cuando se trata de cuestiones de toda la vida que algunos creen acabar de descubrir tras leerlas por encima en el último artículo masticadito que tan apenas miraron por encima.

    1. Te digo lo mismo que decía en un comentario anterior. Yo personalmente no tengo ningún problema con el uso del inglés. Mi problema está en que creo que nos escondemos tras ellas para no reconocer que quizás no estamos haciendo bien nuestro trabajo, o que lo que hacemos no merece la atención/tiempo de nuestros usuarios como a nosotros nos gustaría. Está claro que no lo he escrito muy bien si al final el mensaje que queda es que el problema es el uso del inglés…

      Fallo mio, en cualquier caso

      🙁

  3. He entendido perfectamente lo que dices en tu «post».
    Yo tampoco critico el uso de los anglicismos más bien su uso como mera «pantalla» de la ignorancia.

  4. He tenido acceso a su artículo por Linkedin. Y la verdad es que me siento muy identificado. Yo intento no usar los términos, porque los clientes no los comprenden. Cuando se lo cuento en un idioma que ellos entiende, la realidad es bien distinta.
    Gracias.

    1. Esa es la clave. Hablar el mismo idioma – sea el que sea – que aquel con quien queremos establecer comunicación. Todo lo demás, son errores, escondites o fuegos artificiales.

      Gracias a ti por leerme y por comentar.

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