Estamos en sus manos. Libérate.

No es algo nuevo. 

De hecho, siempre ha sido así. 

Estamos, en todo lo que hacemos, en manos de los que controlan el canal de distribución. En manos de los dueños del canuto. Que en estos tiempos, en temas de comunicación, la mayoría de marcas siguen pensando que son las redes sociales.

Es curioso que un canal como internet, cuya promesa fundamental podíamos decir que era precisamente la desintermediación y el acceso directo a las fuentes, se ha vuelto un canal SUPER concentrado, con muy pocos agentes (Google para la información, Facebook y sus satélites para el circulo de relaciones, Twitter el tiempo real, Linkedin el ámbito profesional, Netflix el entretenimiento, Amazon las compras, Spotify la música…) decidiendo qué vemos, leemos, consumimos o escuchamos.

Básicamente, si ellos no lo sirven, tú no lo ves y el mensaje no llega, porque lo que no contamos, no existe. Y sin distribución, no hay comunicación, y sin comunicación, no hay interacción. ¿O era al revés? Es al revés. O casi.

El lunes de la semana pasada compartí el post semanal en linkedin, como suelo hacer todos los lunes. Pero esta vez fue distinto. No sé si es porque lo lancé con buffer o por qué, pero una hora después de publicarlo no había recibido ninguna notificación y me mosqueé. Se me ocurrió mirar alcance y me caí de culo. 6 visualizaciones en Linkedin en hora y pico. WTF?? Really George?? No es que todas mis publicaciones sean best-sellers, que yo no soy Juan Gómez Jurado, pero algo más de alcance sí que tienen habitualmente. 

Este es el histórico lo que llevamos de año (datos Linkedin a 07/02):

De momento, hay un patrón claro: a más comentarios, más alcance tiene. Pero, ¿qué es antes, el huevo o la gallina? ¿Tenemos interacción por tener alcance o alcance por tener interacción? La realidad es que es un compromiso entre ambas, porque hace falta – en realidad es así como funciona el algoritmo – un alcance inicial para generar la primera oleada de interacción, que en función de su dimensión y velocidad nos hará tener (o no) más alcance después.

Compartí mi frustración en Linkedin y sentí que hablaba solo otra vez. 2 días después de publicarlo tiene 65 visualizaciones. Por suerte en Twitter sí que me contestaron varias personas y por privado confirmamos que estas oscilaciones semanales inexplicables las estábamos viviendo unos cuantos, perfiles personales y marcas de todo tipo, tamaño y sector. ¿Bug o intencionado? Porque llegaba a plantearme si me habrían baneado o sería un caso de ghosting por alguna razón que desconocía. Parecía que no.

Vale, Linkedin, acepto el reto. Juguemos con tus normas. Vamos a provocar interacción. Lanzo publicación pensada para ello. Bingo! Funciona bien, y en 24h tiene 77 likes y 100 comentarios, que hace que tenga 10.500 visualizaciones. Hemos roto la maldición. Hipótesis en principio confirmada. Vamos a reconfirmarla, por si acaso.

Re-compartí esa publicación (la de los 10k/24h de alcance), le añadí información y volví a hacer otra pregunta, con intención de volver a provocar interacción. ¿Debería funcionar, no? La interacción previa haría que el algoritmo me mirara con buenos ojos y me diera ese empujón inicial, y luego la interacción haría el resto. Pues NO. Bofetón. 2 horas después tiene 16 visualizaciones y 0 interacción.

Conclusión: No nos podemos fiar de aquello que no controlamos. Hay tantas variables fuera de nuestro control, que es suicida depender hoy en día de la amplificación (orgánica) en redes. Porque obviamente, publicación sin alcance es publicación sin clicks. Y sin clicks, no hay paraíso. Si quieres paraíso, paga paraíso. Tú sabrás las ganas – o la necesidad – que tienes de entrar. Por contra, los envíos de ese mismo post a suscriptores funcionaron con la precisión de un reloj, se entregaron, se leyeron y fue re-compartido como (afortunadamente) todos los lunes. Business as usual.

Yo en este blog no vendo nada. Lo mantengo por amor al arte, por egoísmo (porque me obliga a parar y pensar “en voz alta” todas las semanas) y por el gustirrinín de las conversaciones y aprendizajes que me genera. Pero podría vivir sin él. Puede que incluso viviera mejor. Pero puede que no sea tu caso. Tú igual sí que te estás jugando billets y es el tráfico el que te llena la cartera. Pues ya sabes. Canales propios e inversión. Optimiza pensando en generar conversación, no en difusión. Que el camello se ha convertido en adicto y ya ni regala papelinas ni te puedes fiar de sus cambios de humor. Hoy eres su mejor amigo y mañana te la juega. Aunque igual la semana que viene te vuelve a dar un abrazo de oso de los que te deja sin respiración. No es de fiar. Usale para entrar en la fiesta, pero ten un Plan B. Que igual en breve se convierte en Plan A. Así que más vale que sea bueno y esté rodado. Que tus clientes y amigos sean tuyos, no de segunda mano. Para poder llegar a ellos y contarles tus cosas. Sin tener que pedir favores, cruzar los dedos o sacar la cartera.

Nos vemos en la fiesta.

O no. 

Paz!

L.


PD.- Por contextualizar las cifras, en Linkedin tengo 2.045 contactos y 2.271 seguidores. Bueno, y también 152 solicitudes pendientes de gestionar…

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Buenas tardes Calvo!

    En el clavo 😉

    Desde que leí el libro «Diez razones para borrar tus redes sociales de inmediato»
    escrito por Jaron Lanier y conocí el tema «algoritmo» y cómo funciona, cada vez estoy más convencida.

    Y creo que tu post es un resumen bastante acertado del libro.
    Recomiendo leérlo 100%. Eso sí, haciendo autocrítica y asumiendo nuestra responsabilidad como usuari@s que somos.

    Qué siga la fiesta!!!

    1. Yo el tema borrar redes lo veo un poco utópico, fundamentalmente porque las necesito por trabajo y en cierto modo son mi trabajo, pero la racionalización de su uso y gestión si que me parece clave, tanto a titulo personal como para marcas. Al menos es lo que yo intento inculcar a mis clientes. Todo, con cabeza, que si no, nos sorben el seso!

      Me apunto el libro, gracias por la recomendación!

  2. Muy bueno colega, llevo algún tiempo que pensando en todo esto y empiezo a sentir ya la presión que ejercen estos canales sobre todo mi alrrededor. Me gustaría que nos dejases algunas opciones que tengan calidad para salir del monopolio de los 3 grandes (google, amazón, facebook)

    Muchas gracias por tus publicaciones

    Un saludo.

    1. Yo como buscador uso DuckDuckGo, para comprar uso Amazon pero también el pequeño comercio, y prefiero la montaña o los bares que Facebook para pasar rato con mis amigos. No sé si te valdrán como recomendación… 😉

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