Prisa mata

Ese tweet hay que contestarlo al momento. El video de lo de esta mañana, súbelo ya. Esa tendencia, que no se escape. Corre, haz una versión del meme que ahora lo está petando y lo subimos a Facebook y a Instagram hoy mismo. Dile al de logística y al comercial que se hagan el baile de TikTok y te lo pasen para subirlo. Pero ya, ya, ya.

Glorificamos la velocidad por la velocidad, y no nos damos cuenta de que en muchas ocasiones, por esa misma velocidad, nos saltamos el desvío que debíamos tomar. 

Vivimos pasados de frenada. 

Pero es que también gestionamos pasados de frenada, derrapando, peleando por intentar no salirnos del camino. Eso en el mejor de los casos, porque frecuentemente peleamos simplemente por volver al camino. A algún camino, el que sea. Y es que hay ciertas decisiones, ciertas áreas, que requieren de reflexión. De pausa. De análisis. O simplemente, de pensar un poco y no dejarse arrastrar. De ser conductor, no copiloto. 

¿De verdad tu marca tiene que participar del #DiaInternacionalDeLaCroqueta, solidarizarse con los niños con cáncer en el #DiaInternacionalDelCancerInfantil, enviar un mensaje romántico en San Valentín, otro de ánimo el día del Padre, otro de aún más ánimo el día de la Madre y celebrar la liberación de Willy en las playas de California con el mismo énfasis que muestras ante el éxito de la operación que ha separado, y salvado la vida, a dos gatos siameses nacidos unidos por la columna vertebral? ¿De verdad tienes que hacerte eco de todas las gracietas de internet? #FelizLunes, #FelizMartes, #Feliz Miércoles y así hasta el domingo. ¿Todos los días intentando surfear trending topics? Qué cansado y qué absurdo ¿Estefaniaaaaa? ¿También tú?

Que sí, que es importante hablar el lenguaje de tu audiencia, participar en la conversación, hacerse presente, pero también lo es tener una personalidad, unos valores, un tono, una voz reconocible, un mensaje

Que sí, que “hecho” es mejor que “perfecto”, pero es que a veces es aún mejor un “no hecho.

Que sí, que hay veces en las que la velocidad (supersónica) de reacción es un valor positivo, MUY positivo incluso, porque nos permite posicionarnos y “estar, pero no puede ser la norma. Ni todo es importante, ni todo merece ser contestado

La vida – y más la de una marca – no es esa máquina de los recreativos donde tenías que dar martillazos a todas las ardillas que asomaban la cabeza. Deja que se escape alguna. Verás que no pasa nada. Que el mundo sigue girando. Elige mejor las movidas en las que te metes, en las que participas, con las que juegas. Porque no todo es corto plazo. No todo es sumar likes. No todo es “participar.

De hecho, saber qué charcos pisar y cuáles no diría que es una virtud, y más para una marca. Mira los periódicos si no, todos descabezados – como Mike, recuerdas? – persiguiendo el chascarrillo, los realities y las curiosidades, buscando captar ese tráfico tontorrón, confiando que, una vez dentro, salten a leer alguna noticia más. La versión marca es montar un ebook malo y salir a pescar emails con los que luego freír al incauto con correo basura. Really George?

En el fondo de todo está el, por un lado, no tener claro lo que somos (y buscamos) como marca, y por otro esa creencia absurda de que NECESITAMOS llegar a más gente sea como sea. Y no, lo que necesitamos es importarle más a la gente que nos conoce, no perder la vida en intentar pescar más. Y eso solo se consigue pensando más, mirando más, escuchando más, viviendo más, compartiendo más. Y todo eso, todo, todito, todo, lleva tiempo. Porque lo último que necesito es tener a mi lado a una marca atosigándome con sus movidas, haciéndose la graciosita todo el rato o dándome la brasa opinando de todo. Tira a pastar, #HombreYA! Si quieres mi tiempo, dame tu tiempo. Dedícamelo. Y a lo mejor, con el tiempo, podemos hacer cosas grandes.

Ojalá sea cierto que 2020 es el año del branding. Pero del buen branding. Del slow (and Wise) branding. El de a fuego lento. El rico, el sabroso, el que deja los labios pegajosos y buen sabor de boca incluso horas después de haber tragado el último bocado. Del que hacen los Grávitas y Mandarinas del mundo.

Ojalá.

Y si vas con prisa, al menos que sepas a dónde vas, Alicia.

Paz!

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.
Publicado en Branding

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Comentarios

  1. Qué razon tienes!
    En general da mucha pereza pararse a reflexionar.
    Parece que solo cuenta hacer cosas y hacerlas ya.
    «Urgente» es el demonio de los correos que mandan los clientes.
    Cualquier idea parece buena si no se le da un par de vueltas y hay que actuar lo antes posible, no vaya a ser que otro iluminado tenga esa idea feliz.

    Buena reflexión!
    saludos,
    César Villasante

    1. Esa es muchas veces la clave, que en demasiadas ocasiones casi cualquier idea parece buena de primeras, pero si te lanzas y sales con ella, igual luego, con la luz del día, te das cuenta de que no era tan buena (y ya es demasiado tarde para retractarte…)

  2. Estoy en cientos de listas de correos de marketing digital. La mayoría, sin pensarlo dos veces, paran en la papelera. Ni siquiera los abro.

    En cambio, cuando llega un correo del calvo, me detengo y lo leo.

    Contenido de valor por cm2. Nada de pajas locas ni hablar por hablar.

    Ojalá, de verdad, que sea el año del branding y todos terminemos el 2020 con las bocas empegostadas por el buen sabor de una marca cocinada a fuego lento.

    Abrazos desde Caracas, Venezuela.

    1. Qué honor, Alirio, muchas gracias !!

      Ah, y si me permites el consejo (no solocitado)…. de esas listas de correo que no abres, date de baja!! Total, no te aportan nada más que ruido. Y el día que mis correos tampoco los abras, date de baja!! Hay que ser implacable con eso. El tiempo es el nuevo dinero, y la atención es su moneda.

      Otra vez gracias, Alirio.

  3. ¡Ojalá!
    A ver si vienen tiempos de branding pausado y de calidad …aunque no tengo mucha esperanza al respecto.

    «El rico, el sabroso, el que deja los labios pegajosos y buen sabor de boca incluso horas después de haber tragado el último bocado.»
    De verdad, que se te nota la vena gastronómica

    Enhorabuena, como siempre un buen post que da gusto leer y que te deja pensando.

  4. Oye, pues #plasplasplas.
    Quizá para muchos clientes este post sería la parte que sigue a la introducción del «Nueva Plan de … (pon aquí lo que quieras)…».
    Y para nosotr=s un buen inicio para una buena relación
    Grande mi Lucas

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