Detalles, detalles, detalles.

La que nos viene es gorda. No sé cómo va a ser – eso nadie lo sabe – pero nos viene. De entrada, en cuanto abran un poco más la mano, todas las marcas van a activarse como si fuera San Fermín, y van a salir a las calles (digitales) como locas, intentando pillar sitio para estar cerca de nosotros (que en esta metáfora somos los toros) cuando pasemos delante suyo, golpeándonos con sus periódicos (alguna siempre se salta las normas…), y las más osadas incluso intentando acompañarnos un rato en nuestra carrera hacia la plaza.

Nos van a inflar a publicidad por todos sitios, los canales se van a poner a reventar de mensajes y me temo que esto va a ser un poco agobiante. Como para irse una temporadilla. Porque todas necesitan vender, contar, estar, activarse y – ahora sí – van a estar dispuestas a pagar por la visibilidad.

No tengo ni idea de cómo vamos a reaccionar nosotros. Hay días que pienso que algo habremos aprendido y que vamos a racionalizar bastante nuestro comportamiento, pero también hay días que creo que esto es un espejismo y que va a haber un efecto rebote de consumo y egoísmo brutal, hartos de tanta restricción y confinamiento. Ni idea.

Pero lo que sí que tengo claro es que, en un escenario de sobreexposición como el que nos viene, las marcas están más obligadas que nunca a activar canales propios, y a mimar la experiencia de cliente. A entender, mapear y diseñar todas las interacciones, y añadir en todas ellas un toque que las haga especiales. Y esto aplica a todas las marcas, independientemente de su tamaño y sector, aunque seguro que es más fácil que lo hagan las pequeñas.

Me encantó la nota manuscrita que metió Iván en mi pedido de Plataica, el toque de Nenuco que le ponen en Liderlamp a sus envíos para que abrir la caja sea todo un aluvión de recuerdos, la carta que me contaba Superzuri que la gente de Desnivel le incluyó en su último pedido, agradeciéndole que siguiera comprando libros de montaña durante el confinamiento, la sorpresa que incluye Félix en La Jamonería en los postres de vez en cuando, o el detalle que ví – en las stories de Rodri – que tuvo la gente de Arzábal de enviarle la botella de champán que había pedido ya fresquito, metido en un bloque de hielo, para que fuera llegar y consumir con la comida. Y con mensajito personalizado, escrito a mano, en la bolsa. Una maravilla todos ellos.

Son detalles «pequeños«, pero marcan la diferencia entre recibir un pedido y disfrutarlo. Algo que grandes como Apple sabemos que hacen de lujo, pero que también está al alcance de otras muchas marcas, independientemente de su tamaño, y que permite construir esa conexión que si antes buscábamos, a partir de ahora vamos a necesitar.

Y como bola extra, hará que sea más facil que tus clientes compartan su experiencia, la cuenten y te recomienden. Y ya sabemos que, ahora mismo, los muros de nuestros amigos son los nuevos buscadores, además de grandes disparadores de acciones de compra. Ahora ya te toca a ti juzgar si el esfuerzo compensa el beneficio. Ahí lo dejo.

Salud!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Muy interesante y a la vez ameno. Tambíen justo en su medida, según mi criterio.
    Creo en los artículos cortos , sobre 300 a 400 palabras, pero veo que el corrector de SEO, siempre me «dice» que me he quedado corto.
    ¿Que opinas tú de este tema? Gracias.

    1. Me temo que no soy el más adecuado para contestarte a eso, Jesús. Probablemente sea quien menos caso hace a todas las recomendaciones de SEO. Titulo como me da la gana, no cuido el formato (no hay H1, ni H2, H3, etc, etc), no incluyo índices, no trabajo keywords y, como ya supondrás, no me fijo en la extensión del post. Escribo lo que tenga que escribir para argumentar la idea del post. Ni la estiro para llegar a un número «mínimo» de palabras, ni la recorto en caso de que me haya alargado. Seguro que si cuidara todo eso tendría más tráfico, pero oye, es lo que hay.

      De hecho, tengo otro proyecto (QueridaMarca.com) en el que los posts deben estar muchas veces incluso por debajo de las 100 palabras, para que te hagas una idea.

      Siento no ayudar!

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