Sobran contenidos, falta confianza

No, el marketing de contenidos no va a salvarte. No va a sacarte del anonimato mágicamente, ni a traerte clientes mañana. Da igual quién te haya dicho lo contrario. De hecho, seguramente quien te lo haya dicho te esté intentando vender su producto o sus servicios, ten cuidado.

Porque la teoría es muy bonita – tú vas a publicar contenidos maravillosos que responden a las dudas de tus potenciales clientes, ellos van a encontrar tus contenidos en internet y a través de ellos te van a descubrir y te van a comprar – pero luego la realidad es mucho más tozuda, enrevesada y cara. En la mayoría de ocasiones, ni tus contenidos serán maravillosos, ni los van a encontrar cientos de miles de personas, ni los que lo hagan te van a comprar en masa.

De entrada, hay demasiada gente publicando contenidos, y cada día más «creadores» – muchos de ellos sin los conocimientos necesarios – se unen a la fiesta. Hasta los robots son ya capaces de generar artículos por sí solos, así que imagina lo baja que está la barrera de entrada. Por eso la mayoría de lo publicado es basura, casi un 60% si no recuerdo mal, según un estudio de Havas, en el que los usuarios confirmaban que muy pocos artículos son relevantes y la mayoría era ruido, automasajes de ego y demás morralla habitual internetera.

Además, los resultados de esas búsquedas en las que tú aspiras a aparecer se rigen por una serie de normas y reglas que cambian de manera constante, y quien aparece primero es quien mejor responde a esas normas y reglas… o a los intereses de quien ordena los resultados. SPOILER: raramente serás tú.

Y por último, es tal el volumen y la velocidad a la que se generan contenidos hoy en día, que la competencia es brutal, y el marketing de contenidos, en términos generales, se ha convertido más en un juego de cantidad – por eso de alimentar algoritmos y «ocupar» keywords, que de calidad, lamentablemente.

La realidad es que no hay pastillas mágicas ni atajos. Es cierto que la ruta hacia la conversión puede empezar por un contenido, pero hacen falta muchos más factores para conseguir llevar de la mano al potencial cliente en esa cadena de atracción > interés > deseo > acción. Entre otras cosas porque, si ya es difícil conseguir que te descubran, conseguir que confíen en tu marca, tu producto o tu servicio lo es aún más. Y en la cadena Know-Like-Trust la ultima pieza, la de la confianza, es la que hará que lo anterior tenga sentido o se pierda la inversión, y es la que más cuesta alcanzar, porque la confianza cuesta tiempo GANARLA. Porque no se compra, como la visibilidad o el aplauso, la confianza se MERECE, la confianza se GANA.

Se vienen tiempos raros, un cambio de ciclo dicen algunos, y entre otras cosas ese cambio de ciclo nos puede traer una vuelta a lo cercano, un pasito atrás en esa obsesión desmedida por la globalización. Los consumidores también están evolucionando, aparentemente, confirmando esa búsqueda por marcas con más «realidad«, más compromiso, más acción, sostenibilidad y hechos.

Es el momento de ponernos las gafas de cerca. El momento de abrir las alas, pero no para intentar volar más alto y más lejos que nadie, sino para acoger a los cercanos, para cuidarlos, para mimarlos, para hacerles sentir en casa y darles de comer en el pico, uno a uno, sin depender tanto de algoritmos, intereses prostituidos o cadenas de valor ajenas. Es el momento de DEMOSTRARLES que pueden confiar en ti. Con hechos, no con contenidos falseados que te idealizan o que dibujan aquello que aspiras a ser.

Tangible, cercano, real. 3 adjetivos que ojalá nos definieran. Porque nos abriría las puertas de la verdadera keyword del momento: Confiable.

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Me ha encantado, Lucas, y además creo que nosotros ya tenemos una parte de ese camino hecho (aunque tal vez no le estemos sacando todo el provecho)
    Gracias!

  2. Qué gusto leerte… un poco de cordura, un poco de realidad. Tengo la cabeza loca de tanto «puedo prometer y prometo». Aprendiendo en el camino, parándose en los hormigueros, oliendo el viento y mirando el silencio.

    Gracias!!!

  3. Completamente de acuerdo, interesante post Calvoconbarba!!
    Pensaba que era una percepción mía! La verdad es que falta creatividad
    y frescura…. La mayoría suena a lo mismo.

  4. Entonces, si existe una avasallante competitividad que se genera entre los creadores de contenido y las IA, ¿cómo puede un novato incursionar en este mundo? ¿Qué expectativas puede tener y cuáles estrategias pueden serle de más utilidad?

    -Gustavo Woltmann

    1. Jugar a la contra de los «caza-tráfico» que mencionas. Ser real, humano y empático. Poner el foco en tu audiencia y no en ti mismo. Interactuar. Salir de tus propiedades digitales y participar de la conversación. Tener paciencia y aportar (varias veces) antes de pedir.

      Las expectativas… eso ya es otro terreno, pero tu mentalidad ha de ser la de medio plazo. Estadísticamente es muy poco probable que a corto consigas amasar una gran audiencia y generes tráfico/ventas. Puede hacerse, igual que puede ocurrir que un cantante llegue a número 1 con su primer single, pero no es lo habitual. Y si esa es tu ambición, has de ver los canales como canales de pago y colaboración. Invierte en dar visibilidad a tus contenidos, y une fuerzas con gente ya asentada en en los distintos canales donde quieras hacerte presente, que sean relevantes para tu audiencia objetivo, y haced cosas juntos para tener acceso a su audiencia.

      Aunque todo eso es – como siempre – más fácil decirlo que hacerlo…

      Pero es que hay pocos, muy pocos atajos.

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