En varias de las últimas presentaciones que he hecho últimamente (vivo en una Navidad constante, zoom, zoom, zoom…) he incluido tres diapositivas de una persona sentada, sola, en la playa, mirando el horizonte y el siguiente texto sobreimpreso en cada una de ellas:
NO TE CONOCE NADIE
NO LE IMPORTAS A NADIE
¿POR QUÉ DEBERÍAS IMPORTARLE?
Las dos primeras me parece que son realidades duras (y feas de escuchar) de las que deberíamos ser más conscientes todos, pero especialmente si estás dando tus primeros pasos en internet y vienes deslumbrado por los (falsos) cantos de sirena del alcance infinito. La tercera me parece la pregunta que verdaderamente tendríamos que hacernos todos, cuya respuesta debería ser el origen de todo lo que venga después en términos de marketing y comunicación.
Pensaba que estaba solo en eso de usar este mensaje/bofetón como inicio de conversación con intención de provocar esa apertura de ojos y mentes, pero el otro día vi con alivio (vía Mindtricks, de Hugo Sáez) que no. Bob Hoffman piensa lo mismo.
De hecho, algunos párrafos de su artículo son aún más demoledores que mis diapos:
«we have constructed a fantasy land in which brands are far more important to consumers than they actually are«
«most people are perfectly happy having the shallowest of connections to us«
«If you’re a marketer and you believe people love your brand because they happen to buy it, you’re kidding yourself«
«much of what we call «brand love» and “brand loyalty” is simply habit, convenience, mild satisfaction or easy availability«
«Your deepest desire is to be loved. But most of your customers don’t love you and never will. Sadly, spending time and money trying to get them to love you is largely a waste of energy and resources«
Pica, eh? Da igual, creo que es bueno ser conscientes del terreno que pisamos. Y como me decían a mí de crío cuando me limpiaban con alcohol alguna de las muchas heridas que me hacía constantemente en codos y rodillas haciendo el animal, «si pica es que cura«.
Recuerdo que planteaba un ejercicio similar al que explica el post de Bob Hoffman a algunos clientes hace años, cuando se quejaban amargamente de que sus blogs (ah, aquellos tiempos en los que las marcas tenían blogs y publicaban regularmente…) no recibían comentarios. Siempre les preguntaba lo mismo: ¿Cuántos comentarios has dejado tú esta semana en otros blogs? ¿Ninguno? ¿Y por qué crees que los demás deberían venir al tuyo y dejarlos? El silencio posterior solía hacerse incómodo…
No hemos avanzado demasiado. Ahora tenemos más canales a nuestra disposición, pero entre la dispersión de audiencias que esto genera, el increíble aumento de opciones que ofrecen, y nuestro empeño en inundarlos con contenidos que objetivamente no merecen la pena porque nacen de nuestra necesidad, y no la de nuestros clientes y usuarios, estamos consiguiendo ampliar cada vez más esa distancia usuarios/marcas. Porque nos estamos ganando a pulso la fama de cansinos, spammers y pesaos.
Nunca olvidemos las tres fases por las que toda relación debe pasar para que funcione:
Que nos descubran, que les guste lo que hacemos, y que sepamos ganarnos su confianza.
Know, Like & Trust. Los básicos de tu manual.
Trabaja el paso 1, pero céntrate en los pasos 2 y 3. No imaginas lo que ocurrirá después.
Vaya, ya he vuelto a caer.
Como si no tuvieras otra cosa mejor que hacer que preocuparte por lo que ocurrirá después…
Paz!
L.
Buenos días.
Pues para romper el hielo de los comentarios, una barrera terrible en muchas ocasiones, voy a comentarle que más que acertado me parece acertadísimo.
La base de todo esto, de la comunicación B2B, de la B2C, etc, etc es construir relaciones entre personas, uno a uno, hablar de la misma forma en que las personas llevan haciendo desde el principio de los tiempos. Sin que nos creamos esto estamos más que perdidos.
Un saludo. Un fiel suscriptor de su feed.
En general las marcas no conversan, muestran, siguen la cultura del «escaparate». Conversar para qué, si lo que quiero es que compren…. aunque sin conversación no hay confianza y sin confianza probablemente no hay relación comercial.
Hay de todo, Francisco, las hay que sí que son capaces de conversar, otras se centran más en entretener, o en educar o en aportar información. En todas ellas hay un fondo claro de intención comercial, pero algunas saben hacerlo sutil, y otras no. Una lo hacen agradable e invierten en construir esa relación, otras van a lo que van y aunque puede que en el corto plazo obtengan más rédito comercial de esa estrategia, también son colocadas más fácilmente en el cajón de las «intercambiables», precisamente por esa misma actitud. Si tú me usas, yo te uso, y cuando vea algo mejor… no miraré atrás!
Gracias Lucas, comparto lo que dices, las generalizaciones nunca son adecuadas.
Fantástico… como siempre.
Me voy a los pasos 2 y 3 a ver qué tengo que hacer.
Gracias Maestro!
PD: Casi me pillas con la pregunta de los comentarios… Por suerte que me ha venido a la cabeza que yo suelo comentar en un blog que me gusta mucho: EL TUYO
La parte que dices:
«……¿Cuántos comentarios has dejado tú esta semana en otros blogs? ¿Ninguno?»
Se puede aplicar en muchos aspectos.
Además por experiencia se que al participar o interactuar con gente de tu sector o afinidad siempre trae relaciones de mutualismo muy muy interesantes.
Buen Post, acabo de conocer este blog pero parece interesante
Un saludo.
Sin duda, se puede aplicar a muchas situaciones. En realidad lo que intento con ese comentario son dos cosas:
– Dejar claro el principio de reciprocidad
– Sembrar la idea de que no somos más importantes ni mejores que el resto
Y si de paso creamos relaciones, establecemos vínculos y conocemos personas, marcas y propiedades digitales interesantes, pues miel sobre hojuelas!