El jueves pasado enviaba, 1 año y 1 mes después de lanzar el proyecto, la carta número 100 a mi #QueridaMarca. Hoy, escribiendo este post, veo que va a ser el 616 de este blog – que nació en 2009, y no fue mi primer blog, ya que tuve otro anterior que arranqué en 2005 -, y que en total, en esos 616 posts, este blog está a punto de llegar a los 3.500 comentarios.
¿Es mucho? ¿Es poco? Pues eso dependerá de cuánto hayas escrito tú en tu vida, pero realmente da igual, el caso es que ES. Y que precisamente porque es, y porque sigue siendo, ha creado unas rutinas, unos vínculos e incluso unas oportunidades, que no hubieran ocurrido en caso de haber parado en algún momento del recorrido.
Y eso creo que solo lo consigue la consistencia, la regularidad, la lluvia fina, que acaba generando familiaridad, todo lo contrario de la búsqueda de atajos, hacks y trucos tan en voga en estos tiempos.
Al final, tanto estos artículos de los lunes como los emails de QueridaMarca se han convertido en canales de comunicación entre tú y yo, sin algoritmos por el medio. Vías a través de las cuales yo te cuento cómo veo las cosas, cómo pienso o cómo creo que determinadas situaciones te podrían afectar o podrías aprovechar. Y tú las recibes, las procesas, en algunas ocasiones te hacen pensar, en otras te dan ideas, y a veces incluso te sirven para empezar conversaciones con colegas, jefes o empleados, a los que les rebotas el email. Y en algunas ocasiones incluso vences la resistencia natural a ser mero consumidor, y te animas a dar tu opinión. En abierto, en forma de comentario, o en privado contestándome solo a mí. Y eso refuerza todavía más nuestra conexión, porque establecemos un diálogo, y con ese paso este blog pasa a ser un poquito más tuyo.
Siempre digo que este blog nació por puro egoísmo, para obligarme a dedicar un ratito todas las semanas a pensar, y a poner esos pensamientos por escrito, porque esa es la mejor manera de fijar las ideas. Pero cada vez más gente me decís que lo usáis para lo mismo, para tener al menos un tiempo a la semana (o varios si estás suscrito a los dos) para vosotros mismos, para parar, leer y pensar. Y eso me parece maravilloso. De hecho, cada vez que recibo un comentario o un email diciéndome que leer mis pensamientos vagabundos os hace pensar, reconozco que me hace ilusión, porque ese es el mejor piropo que me podíais lanzar.
Y sí, de esta relación también han nacido proyectos. Responsables de Marketing o Comunicación que a base de leerme durante X semanas acaban pidiéndome ayuda con un proyecto, o directamente con su marca o su empresa y se han convertido en clientes. ¿Lo pensaba el 01/07/2009, cuando publicaba el primer post de CalvoConBarba.com? Pues la verdad es que no. Y a pesar de eso he llegado hasta aquí, quizás porque ese NO era mi objetivo.
¿Podría adoptar este mismo enfoque una marca? La verdad es que lo dudo, básicamente porque en este mismo periodo de tiempo (2009-2021) posiblemente por esa marca habrían pasado al menos 3 Directores de Marketing, y cada uno habría querido dejar su meadica, su sello, demostrar que trae nuevos aires a la marca, y como tener un blog no ha sido cool durante estos años, se lo habría cargado sin valorar ni el pasado ni el futuro, porque solo le hubiera importado el presente (y su bonus).
Y es que a veces una cosa es lo cool, y otra muy distinta lo que es capaz de dejar huella. Que viralizar no es lo mismo que fidelizar, aunque a veces el corrector lo confunda, y en tiempos de algoritmos los bienes más preciados son la atención y el permiso. Permiso para entrar en tu buzón de correo electrónico, para meterme en tu agenda, para colarme en tus tareas pendientes y para que decidas dedicarle a esto unos minutos cuando te pasa por delante de los ojos, y con un poco de suerte, tras superar todas esas barreras, dejar un granito más en la montaña del recuerdo.
Así que, sí, claro que sí, juega a cazador de tendencias y prueba cosas nuevas, pero si encuentras algo que te abre puertas, que funciona, que te permite conectar, que genera recuerdo y construye relaciones, por mucho que no salga en el TOP3 de tendencias, [dentro música] nooo pares, sigue, sigue, nooo pares, sigue, sigue. Sígueme! [fuera música]
Porque al final, son las hormiguitas las que consiguen pasar el invierno, no las cigarras…
Paz!
L.
Ayer me felicitaron por el día de la madre, con mi nombre, desde la fundación «Aldeas infantiles», por email pero con mi nombre.
Me felicitaron sabiendo que era un hombre pero que a pesar de ello estaba contribuyendo a ayudar a unos niños que lo necesitaban, que eso era como ser una buena madre y que por eso me felicitaban.
Contribuyo un poco todo los meses, no se llega a todo, no recibo retribución por ello, pero me siento muy orgulloso de pertenecer al proyecto y desde ayer un poco mas. Siento que en la fundación saben lo que hacen.
Pues me parece una buena práctica, la verdad, sin entrar a valorar el concepto «buena madre», que daría para debates encendidos en redes como lo pille algún vigilante de la corrección del lenguaje.
Y sobre todo, me parece buena acción si consigue fomentar el sentido de pertenencia, que por tus palabras parece que sí. Así que, bien jugao!
Cuando nos piden en alguna dinámica que nos identifiquemos con un ser vivo, animal, por ejemplo solemos pensar en los animales vertebrados y de gran tamaño, león, pantera…. olvidamos muchas veces los artrópodos, por ejemplo las hormigas…. y ciertamente las hormigas saben pasar el invierno y el verano… felicidades!!!
Mola más pensar que somos leones, panteras, caballos o delfines, por nombrar los clásicos, eso no lo vas a negar… 😉
Yo en una entrevista dije que quería ser un ajolote.
La chica me pregunto ¿que animal es ese?
jajaja
Le dije que se lo contaría si pasaba a la siguiente ronda xD
jajaja
Qué sí, que este Calvo con Barba siga dejando caer su llovizna de lunes…casi siempre me refresca el cerebro y me revuelve los pensamientos. Amén y brindis por eso!
Chin-chin!
Gracias por tus reflexiones y comentarios, Lucas, un soplo de aire fresco, alguien a quien siempre merece la pena leer en medio de tantos vendedores de humo.
Una mente despejada, sin flequillos que estorben… 😉
Ventajas de que mi neurona reciba más horas de sol que la media, Miguel, que las ideas se cuecen a fuego lento durante más rato!
Pero bueno, que ya sabes tú bien de lo que te hablo, que tú también gastas buena placa solar… 😉