CWF + RTB

Sopa de letras cargada de verdades.

La fórmula del éxito.

O al menos, la hoja de ruta hacia un lugar mejor.

CWF + RTB.

No se la he oido a ningún gurú empresarial, ni a un coach cambiavidas, ni es una revisión de una enseñanza de un sabio del medievo o un filósofo oriental. Ha salido de la boca de un mago, sí, pero de la música. La escuché el otro día en una (amazing) entrevista que le hacían a Alchemist, en la que explicaba el camino que ha recorrido para pasar de ser un niño de Beverly Hills a uno de los productores más respetados del hip-hop, que está detrás de grandes temazos.

La charla está llena de perlas, de hechos enlazados, de conexiones, anécdotas, aprendizajes, descubrimientos y revelaciones. Y en un momento dado, Al explica lo que para él es el secreto del éxito: CWF + RTB

Connect with fans + Reason to buy

Y la fórmula es brillante.

Déjate de construir castillos en el aire, de pajas mentales, de fantasías.

Conecta con tus fans y dales razones para que te compren.

Piénsalo, y empieza a descomponer la fórmula.

Porque para conectar con tus fans, con tu tribu, con tu público objetivo, primero tendrás que definirlo. Saber quiénes son. Averiguar dónde se juntan con los suyos. Cómo hablan. De qué hablan. Con quién hablan. A quién escuchan. Qué les preocupa. Dónde se informan. Cómo se divierten. Qué medios y canales consumen. Qué piensan. Qué echan en falta. Y a partir de esa información te toca arrancar el lento camino de – en caso de que no lo seas ya – convertirte en uno de ellos. Integrarte. Ser aceptado como uno de ellos. O como una referencia.

Tu objetivo final: Entenderles. Y aprender cómo ganarte su respeto. Cómo ganarte el derecho a ser escuchado. Cómo establecer una relación directa con ellos. Sin intermediarios.

Y entonces, mirar lo que tú haces, pero con sus ojos, y convertir tu discurso comercial, tu anodina lista de funcionalidades y prestaciones, en cosas que de verdad les importen. Aprender a hablar de beneficios de uso, no de prestaciones. De cómo tu producto o servicio va a mejorar la vida de quienes lo compren. Redefinir tu propuesta de valor para que además de propuesta, tenga valor. Valor para ellos, claro. Rodearla de otras cosas que le den sentido y coherencia. Incluso de cosas que en lugar de generarte dinero te cuesten dinero. Trabajar en el propósito, los valores, la personalidad y esas cosas de las que hasta ahora huyes y que has descubierto que a ellos sí que les importa. Construir con todo ello una narrativa coherente, con buenos cimientos, enfocada en lo que de verdad les importa a ellos, no a ti. Y demostrar CON HECHOS que te la crees, que la activas, que vives según esos principios, que no son solo palabras bonitas de las de prometer hasta meter.

Quizás así consigas también tú acabar siendo una marca reputada, aceptada por la comunidad y buscada. Alguien con quien colaborar, a quien comprar, sea un sello de reconocimiento y status para esa misma comunidad.

Parece mentira la de secretos, verdades y «deberes» que escondía esa ensalada de letras, verdad? Si es que cuando Alchemist habla… los demás movemos la cabeza.

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

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