Acabamos de arrancar 2022 y un año más nos inundan por todos los canales con resúmenes anuales y pronósticos para lo que viene. Medallas y bola de cristal. Y quizás sea solo sensación mía, pero la mayoría – al menos las que han pasado por delante mío – pecan en exceso de grandilocuencia y wishful thinking. Que si Web3, que si metaverso(s), que si NFTs… cosas que creo que quedan todavía muy muy lejos – si es que algún día llegan a ser realidad y se parecen en algo a lo que nos cuentan hoy – de las marcas y empresas actuales.
Yo no soy especialmente optimista respecto a 2022. Creo que va a ser un año duro, en el que los usuarios seguiremos cabalgando entre el hartazgo digital y el deseo de normalidad, y las marcas tendrán que seguir atándose los machos y ajustando velas. Obligadas a seguir aprendiendo a comunicar sin molestar y a promocionar sin sonar a tómbola. Aprendiendo a valorar las audiencias más pequeñas, porque son a las que van a poder llegar, o a las que van a poder alinear con sus intereses. Menos alcance, menos interacción, menos participación, menos asistentes a las acciones planteadas. Forzadas a construir y difundir algo más grande que lo que venden si quieren tener algo de relevancia, pero no por tener algo de lo que hablar (ay, el contenido…), sino porque esté realmente ligado a lo que de verdad son y quieren ser. El famoso propósito. Un concepto todavía esquivo para la mayoría de las marcas.
Será un año en el que los alcances orgánicos seguirán cayendo y los precios de los anuncios subiendo, y además nos tocará seguir creyéndonos los datos de alcance que nos den porque no tendremos forma de validarlos, salvo que los comparemos con visitas a la web, que serán siempre menos que las que nos den los ads. Los canales seguirán luchando por la relevancia perdida (¿será tiktok el ganador otra vez, twitch será por fin algo más mainstream, se recuperará snapchat, lanzará algo nuevo instagram, volverá a molar youtube?) y los community managers sufrirán para generar contenidos relevantes y distintos para todos ellos, y seguirán recompartiendo lo mismo en (casi) todos y luego vendrán los lloros de por qué no funcionan.
Los datos serán cada vez más escasos y poco concluyentes, con las cookies en extinción (cosas de google..) y los datos de apertura de los mails multiplicándose sin que eso quiera decir que se estén abriendo más emails (cosas de apple…), aunque tampoco tendrá demasiado impacto porque, no nos engañemos, la mayoría ni siquiera miran/miramos esos datos o los sabemos interpretar.
Pero nos lo volveremos a pasar en grande, construyendo marcas, comunicando, intentando enamorar a los usuarios y fidelizar a los clientes, lanzando ideas, creando proyectos y convirtiéndolos en contenidos, landings, eventos, experiencias e impactos. Y seguiremos soñando con que además de contribuir al negocio, impactamos en la sociedad y contribuimos a construir un mundo mejor.
O al menos esa es mi intención. La misma que ya tuve el año pasado y el anterior. Involucrarme solo en proyectos que tengan ese objetivo.
Tenemos 362 días por delante para hacerlo realidad.
Luchemos por ello.
Paz!
L.
Hola, creo que los mesías dan mensajes positivos porque son fáciles de comprar como el boom del metaverso o web 3.0. La realidad creo que será mas normalita. Ojala me equivoque. Salu2
Ojo, que muchos firmarían/firmaríamos por un año “normalito”, que estamos de los sobresaltos y las súper promesas un poco hasta ahí mismo…
Hola,
Gracias por compartir reflexiones y experiencias, tus contenidos siempre suman y aportan otro una perspectiva crítica que me encanta. Dicho esto, me interesa especialmente la evolución de las marcas de consumo para alinearse con los consumidores nativos digitales. Me sorprende que la mayoría de marcas sigan ‘en bucle’ sin cambios minando TV y revistas (pe. cosméticos, perfumes…) y otras estén ‘importando’ a la publicidad tradicional influencers de canales digitales (tipo Movistar con Ibai Llanos). ¿Tenéis algo de info, con datos de consumo, sobre este tema? ¿Cómo crees que las marcas de consumo van a adaptarse al ‘no consumo’ ‘sostenibilidad’ ‘diversidad’ ‘igualdad social’? Y los canales ¿cómo migrar y acumular audiencias target?
Bueno ¡ahí lo dejo! Interesante 2022 …
Yo diría que nada es ya totalmente blanco ni negro, todos nos movemos en escalas de grises. Ni los consumidores son 100% digitales ni las marcas son 100% analógicas. Todo se mezcla. La TV y la prensa sigue teniendo mucho impacto y los canales son muy permeables (en digital se comentan los anuncios de los canales analógicos, por ejemplo) por lo que ambos siguen teniendo sentido. Es más un tema de presupuesto y posicionamiento que otra cosa. Lo que no aumentan son las audiencias, más bien lo contrario, cada vez más fragmentadas y difíciles de seguir, y me temo que eso va a ir a más. Se acabaron los datos más «fiables» (nunca lo fueron del todo) y tocará buscar nuevos KPIs y estándares de medición.