De saber hacer, a hacer saber

La frase que da título a este post no es mía, la he sacado de este artículo, y resume muy bien – lamentablemente – la situación actual para demasiadas personas (y marcas).

Ha llegado un momento en el que parece más importante generar contenidos, construir una imagen, crear un relato, desarrollar una narrativa… que efectivamente hacer (bien) lo que decimos que hacemos.

Se nos está yendo de las manos el tema del marketing de contenidos, la construcción de marca (personal o comercial, da igual), y la “lucha” contra los algoritmos. Si dedicáramos todo ese tiempo a hacer, en lugar de a contar, quizás – quizás – tendríamos mejores productos/servicios, los clientes estarían más contentos, y esa ola de clientes contentos serían nuestros mejores embajadores, en lugar de depender de las plataformas.

Las cuentas son claras. Si el 50% de tu tiempo lo dedicas a contar por qué haces lo que haces – o peor aún, lo que podrías hacer -, en lugar de a hacerlo, estás haciendo crecer el hojaldre. Y ya sabes cómo es el hojaldre en boca. Cuando muerdes… solo hay aire.

Recuerdo cuando empezaba a trabajar por mi cuenta (hace 16 años ya…) y cómo, casi sin darme cuenta, acabé teniendo un monitor dedicado exclusivamente a twitter, y tuiteaba mucho, mucho, MUCHO más que ahora. También trabajaba menos, porque tenía menos clientes y los proyectos eran menores. Ves la co-relación?

Es cierto que “lo que no contamos, no existe”, al menos en la mente de nuestra audiencia, y que es importante hacernos presentes y mantener vivo “el fuego” de la relación, pero también lo es que si tienes que estar constantemente taladrándole para que se acuerde de ti, y además creando una imagen falseada para ajustarte a sus expectativas… quizás es que tampoco le estás aportando demasiado, ni posiblemente seas el adecuado para hacerlo.

La base de todo el Marketing, de toda comunicación, debería ser que lo que contemos, exista. El fake it untill you make it debería ser un recurso a utilizar con precaución y de manera muy puntual, no una forma de vida. Y si crees que con lo que eres, lo que sabes, lo que haces, no vas a ser capaz de cautivar a quien quieres cautivar, cambia de audiencia. Deja de mirar hacia arriba y mira hacia abajo. Siempre va a haber gente que está menos avanzada que tú en la carrera de la vida. Comparte tu viaje. Ayúdales a subir, en lugar de querer trepar donde aún no tienes conocimientos para llegar.

Por el camino adquirirás los recursos para llegar a ese sitio al que quieres llegar. O quizás cambies de destino. Pero no dejes de hacer.

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Es difícil dejarme sin palabras… Siempre disfruto de tus artículos, verdades como puños. Me ha dado para reflexionar mucho.

    Gracias,
    Elena

    1. No es mi intención dejarte – ni a ti ni a nadie – sin palabras, pero si he conseguido que alguien pare un momento y le de al coco… objetivo conseguido!!

      Creo que es el mejor piropo que alguien me puede hacer.

      Gracias por leerlo y por comentar!

  2. En estos tiempos esta dicotomía la tenemos todos los que dependemos de un trabajo por cuenta propia, esta claro. Pero aquí hay otro problema que es que los clientes compren el hacer saber antes que el saber hacer. Y es lo que suele pasar. Y como es difícil que valoren el trabajo que puedes hacer con ellos sin antes haber trabajado, el posible buen saber hacer no llega a ejecutarse y se desconoce.
    O bien que el hacer saber vulgarice el trabajo real de saber hacer. Y desengañémonos, el saber hacer tiene un precio, en trabajo y por tanto en dinero, y no puede estar sujeto a regateos. Pero nadie vende un hacer saber mediocre…

    1. Por cuenta propia…. y por cuenta ajena! Cuántos malos profesionales conocemos todos que aún no entendemos cómo siguen ahí pareciendo hacer sin hacer…
      Y respecto a lo otro que planteas, no lo tengo yo tan claro. Que todos vendan/vendamos la mejor versión de nosotros mismos es hasta cierto punto razonable (nadie habla mal de uno mismo), otra cosa distinta es inventarse trozos de conocimiento para encajar en una narrativa. Podemos contar – muy bien a poder ser – lo que hacemos, somos o pensamos, y así vamos avanzando en ese pelea por ser conocidos/reconocidos/valorados. Este blog podría ser un ejemplo de eso. Los contactos de trabajo que me llegan por aquí, ya llegan «sabiendo» cómo pienso y tienen claro de qué manera les podría ayudar. Aunque nunca nos hayamos visto ni hayamos trabajado previamente.

  3. Muy buen articulo Lucas. Objetivo cumplido, no solo me ha hecho reflexionar sino que me ha ayudado a aclarar varias dudas. A veces cuesta mantener las ideas claras con tanto ruido alrededor.

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