2023, el año de la inteligencia artificial (AI – IA)

RESUMEN (generado por Notion IA)

El año 2023 será el año de la inteligencia artificial, con una explosión de proyectos y aplicaciones que nos afectarán a todos los niveles. Se integrará en muchas de las apps y programas que usamos a día de hoy, y surgirán plugins, extensiones y soluciones para casos de uso generalistas y de nicho. Sin embargo, esto también generará una brecha entre los usuarios y vendehumos, así como problemas de implantación y mal uso.


Igual que hemos llegado a Enero del 23 casi sin darnos cuenta (algunos todavía tienen/tenemos la cabeza en 2020), la inteligencia artificial nos va a invadir por todos lados este año sin que lo podamos evitar.

Aunque hacer previsiones es siempre un riesgo, creo que esta es casi una “apuesta segura”, por las posibilidades que aporta y porque “está (casi) todo por hacer”.

De hecho, auguro una auténtica explosión de proyectos en los próximos meses que va a costar digerir. Innumerables aplicaciones sobre las bases de las inteligencias artificiales que más fácil lo pongan (se viene la guerra entre las AI open source, las de acceso libre, las de APIs abiertas – de pago o no – y las que alimenten ecosistemas cerrados), millones de verticalizaciones (IAs para call centers, para médicos, para estudiantes, para músicos, para diseñadores, para creadores de contenido, para emprendedores…), y propuestas de solución para incontables casos de uso, algunos muy generalistas, y otros tremendamente de nicho, todos buscando masa de usuarios a los que “solucionarles la vida” (a cambio de sus datos, su entrenamiento, una módica suscripción o una combinación de todas ellas).

Si en cosa de unos meses su uso se ha extendido como se ha extendido (ChatGPT ha sido la app que más rápido ha alcanzado el millón de usuarios de la historia, llegando a esa cifra en tan solo 1 semana), por mucho que nos pongamos de perfil, las IAs nos van a afectar este año a todos los niveles, sí o sí. El problema es que no sabemos (aún) cómo.

Para empezar, se va a integrar en muchas de las apps y programas que usamos a día de hoy en nuestro día a día (ya está en Notion y en Canva, Microsoft lo quiere meter en word y en el mail), van a salir chorrocientos plugins y extensiones para meterle a tu navegador de referencia, Photoshop, Final Cut y similares lo van a integrar en cuanto puedan, poniendo la edición de imágenes, fotos y video al alcance de cualquiera que sepa escribir si no quieren ser pasados por encima por Runway.ml y los clones de turno que van a aparecer como setas, entrará en programas de edición de audio y de repente todos “sonaremos bien” (ojito al proyecto Shasta de Adobe Podcast), los médicos tendrán a su disposición herramientas de diagnóstico inteligentes capaces de analizar y comparar miles, cientos de miles, millones de resultados en tiempo real con los del paciente que tienen delante, los bancos y aseguradoras nos rankearan tirando de análisis de riesgos y scoring casi automáticos gestionados por IAs y alimentados por a saber qué weareables y/o puntos de datos, y muchas más aplicaciones que a día de hoy no podemos ni imaginar.

El mayor problema que le veo es que, tan rápido como ha crecido su adopción, va a crecer la brecha que va a generar. Ya está explotando el “prompt engineering“ (la “habilidad” de lanzar preguntas y definir peticiones a la IA) e incluso surgen ya marketplaces donde comprar esos “prompts para saltarnos ese proceso de prueba y error y obtener resultados rápidos (ay, los atajos…) generando con ello nuevas profesiones y vías de ingreso a unos pocos, y las propias formas de interlocución con la IA (midjourney se gestiona desde un servidor de discord, entorno totalmente ajeno a un porcentaje elevadísimo de la población, por ejemplo) pueden convertirse en barreras para muchos usuarios.

También surgirán miles de vendehumos, de oportunistas y de problemas de implantación y malos usos (la ética de las máquinas debería ser trending topic constante si queremos navegar estas aguas pantanosas), y cada vez será más difícil distinguir las fake news de las news a secas (a veces tan fake e interesadas como las otras…), pero – llámame masoquista o loco – creo que lo que viene va a ser fascinante. Al menos a mí me tiene fascinado.

Eso sí, ve pillando momentum y ponte a remar YA, porque el revolcón que le va a dar esto al que pille sentado al sol en la tabla o parado en la orilla va a ser épico.

Se vienen cositas…

Paz (& bots!)

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

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