Una de las premisas con las que se está desarrollando Bard, la apuesta de IA de Google, es N.O.R.A, acrónimo de No One Right Answer, que traducido (libremente) sería algo así como decir que no existe una única respuesta correcta.
Es por este principio por lo que las respuestas que hemos podido ver en las demos están construidas con frases del estilo “algunos dicen que…, mientras que otros afirman que…” (si además dijeran quienes son esos “algunos” y esos “otros” y enlazaran sus afirmaciones sería la leche, pero bueno, todo llegará).
NORA es un principio interesante, que puede ayudar a mitigar uno de los que creo que pueden ser los grandes problemas de las IAs conversacionales, y que creo que deberíamos tener muy presente en nuestro trabajo nosotros también, para evitar afirmaciones absolutas (como si existieran verdades absolutas, que son las mínimas)
Ser conscientes de que hay tantos colores – y tantas realidades – como el cristal a través del cual se mira esa realidad, sería un gran paso que podría aportar una dosis de empatía muy necesaria a todo lo que hacemos. Porque una cosa es defender un punto de vista y argumentar a su favor, y otra muy distinta pensar que ese punto de vista ES la realidad.
Este principio enlaza mucho – para mí – con todos los principios de segmentación y personalización, en los que adaptamos argumentos, propuestas, productos y servicios a distintas realidades y necesidades. Si sabemos que la talla única es un mito que solo beneficia al fabricante porque siempre queda grande a unos y pequeña a otros, hagamos lo mismo con nuestros contenidos, nuestros argumentos y nuestras propuestas.
Y este es un camino de doble recorrido. Si como consumidor ves un producto, un servicio, un argumento o incluso a una persona colaborando con una marca que no te cuadra, no pienses directamente que es una mierda o una cagada. Puede ser sencillamente que lo que estás viendo no está dirigido a ti o a gente como tú. Y no pasa nada. Porque hay mucha más gente ahí fuera que tú y tus amigos, con distintas necesidades, distintas palancas de activación y distintos puntos de vista, que incluso puede que usen ese producto o servicio de manera distinta a como lo usas tú. Y ni tú estás en lo cierto, ni ellos equivocados. Simplemente sois distintos.
Y eso no es malo, sino todo lo contrario. Enriquece el mundo, enriquece la oferta, enriquece el sistema, sin restarte nada a ti.
Porque el mundo no gira en torno a ti, y no pasa nada por ello.
O al menos, eso creo yo.
Larga vida a NORA.
Paz!
L.
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