A vueltas con el blue check en Twitter

Anda el mundo tuitero revolucionado últimamente. En realidad, anda revolucionado desde que Elon Musk “amenazó” con comprárselo, y se puso al rojo cuando hace 6 meses lo consumó.

Y cuando el pasado jueves cumplió su “amenaza” y borró los blue check de todos los perfiles que no pagaran twitter blue (9,68€/mes para perfiles personales), hubo usuarios que perdieron el oremus.

Por si no sabes de lo que estoy hablando, algunos perfiles en Twitter lucían hasta ahora un pequeño “check” azul junto a su nombre, que servía, en teoría, para validar que ese perfil era relevante, auténtico o popular. Al menos en teoría. Porque el sistema nació con esa intención pero luego, como parece pasar con todos los signos externos de validación, se pervirtió.

Desde que Elon Musk tomó los mandos de Twitter no ha dejado de hacer cambios. Algunos con sentido, otros (vistos desde fuera y sin más información) no tanto, y muchos de ellos sin ningún sentido. Desde fuera, insisto. Lo curioso es que esa misma filosofía (move fast and break things) es precisamente la que muchos de los que critican sus movimientos promulgan que se aplique en startups y empresas de nueva creación, categorizándola de growth hacking, búsqueda del product market fit y similares neologismos, pero parece que ya no les gusta tanto cuando les tocan sus “símbolos” o los servicios que, a base de usarlos, consideran “suyos”.

La cosa ha llegado a un punto que los más críticos están promoviendo #BlockTheBlue, un movimiento que anima a bloquear a todas aquellas cuentas que luzcan el blue check, porque los consideran tontos por pagar. Sic. Y eso que el blue check es solo uno de los “beneficios” de activar twitter blue. Entre los otros beneficios hay cosas que podrían ser incluso más interesantes para muchos perfiles, como tener más alcance en las publicaciones, aparecer primeros en las respuestas y conversaciones, tener más caracteres o la posibilidad de añadir formato a los textos, entre otros.

Y mientras, Elon Musk tiene pinta de estar pasándoselo en grande. Tanto, que a varios perfiles de los más críticos les ha puesto el blue check sin pagar. O pagándolo él. Y luego, para sorpresa/mosqueo de muchos de ellos, a todas las cuentas que tengan más de 1M de seguidores les ha reactivado el check. Por joder, supongo. Y porque puede. Y porque así desactiva la acción del bloqueo y, supongo, intenta que vuelva a convertirse en un símbolo aspiracional, aunque le esté saliendo regulinchi.

Yo no tengo blue check – nunca lo he tenido, aunque lo solicité en alguna ocasión porque había varias cuentas usando mi nombre de usuario con alguna variación -, pero no descarto pagar en algún momento por twitter blue, aunque sólo sea por probar el servicio y poder opinar con criterio. Y a nadie debería importarle que lo haga. O que no lo haga.

Parece que olvidamos que twitter es un servicio privado, y aunque algunos pasemos muchas horas ahí dentro, sus dueños pueden hacer con él lo que consideren, siempre que estén dentro de la ley. Y por norma general van a actuar para maximizar SUS objetivos. Igual que sus usuarios, claro, que pueden decidir dejar de usarlo en cualquier momento si lo que obtienen al usarlo no les gusta.

De momento parece que la jugada no le está saliendo del todo bien a Elon, al menos si nos creemos las cifras que algunos están dando, aunque está poniendo una primera pica en hacernos asumir que twitter lleva camino de convertirse en un servicio de suscripción (de pago) y verificado (para el twitter blue has de validar un número de teléfono). Que no es poco cambio.

En realidad, es hacia donde van todos. Spotify (Premium), Youtube (Premium), Meta (Verified), TikTok (Series), OnlyFans

En fin, problemas del primer mundo, yatusabes.

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

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