La semana pasada acababa el post lanzando una pregunta abierta. Preguntando si algo que había introducido en el propio artículo (un resumen generado con IA) era útil o sólo ruido. Y como diría un titular de esos que puntúan 100/100 en clickbait, “no te imaginas lo que sucedió después”.
Aunque, como en todos los artículos con esa frase, seguro que sí que te lo imaginas.
Que empecé a recibir emails de suscriptores, mensajes privados de seguidores en redes, y comentarios de lectores, dándome su opinión. Tal cual.
Bueno, tal cual, tampoco, que el titulo del post de esta semana quizás también sea un poco clickbaiter. Que si las cosas fueran tan fáciles como pedir, no andaría todo el mundo mendigando atención y poniendo cara de susto en los thumbnails. Que esa es otra. Vaya tela!
Porque lo que no pilla todo el mundo es que para pedir y recibir, primero hay que dar. Hay que construir.
Dar contenido/información/entretenimiento de manera consistente.
Construir comunidad.
Generar confianza.
Y entonces puede que lo de pedir te funcione.
Aunque quizás no.
Porque depende de que al pedir no se pierda esa conexión que llevas tiempo construyendo. Quiero decir, que no puedes salir de repente pidiendo cosas absurdas y desconectadas con todo lo que llevas tiempo creando. No puedes – no debes – pedir sólo para ti. Ha de ser algo que también beneficie – o involucre – a quienes preguntas o pides.
Y ahí es donde creo que fallan muchas marcas. O lanzan preguntas o peticiones vacías (los apestosos “os leemos en comentarios”) o lanzan ofertas (que está muy bien, no me malinterpretes. Vender, es bien). Pero no conectan.
Si cada persona con la que me encuentro o me cruzo en mi día a día que me dice que me lee, además me contratara, igual ahora estaría en un cabaña en el Pirineo mirando el fuego en la chimenea en lugar de escribiendo esto, pero es que eso no es realista. Pero sí que lo es – facts – decir que bastantes proyectos en los que he trabajado en estos últimos 10 o 15 años son consecuencia de estos pensamientos vagabundos de los lunes que, como gota malaya, voy lanzando al aire desde 2009. ¿Tendría sentido que cada post lo terminara con un “contrátame”? NO. Pero sí que lo tiene el ir construyendo un repositorio de ideas, conceptos y formas de ver una materia (el marketing, la comunicación y las marcas, en mi caso), que puede hacer que, tras un tiempo de “maceración” leyéndolos, alguien acabe decidiéndose a abrir el formulario de contacto cuando necesite ayuda en esos temas para su proyecto, marca o empresa, porque cree que soy la persona adecuada para ello.
Tenemos que seguir entendiendo que la generación de contenido es un trabajo “agrícola”. Siembras, riegas, quitas malas hierbas, cuidas, sigues regando y después, con algo de suerte, cosechas. Esto no es llegar y cosechar. Eso es en el supermercado, no aquí. Cada pieza de contenido lanzado es una semilla sembrada. Cada interacción un rayo de sol o una regadita, un centímetro más de tallo, un caballón preparado para recibir su semilla. Y esto se aplica a las publicaciones de cualquier marca en redes sociales, a los artículos del blog, sus notas de prensa, los textos de su web, los emails que envía, y todas y cada una de las micro interacciones que tiene con sus usuarios y potenciales.
Así que ya sabes, si quieres cosechar, riega, riega y riega. No dejes nunca de regar. Que lo táctico no te haga descuidar lo estratégico. Por mucho que crezcas, por mucha visibilidad que creas tener, por mucho trabajo que tengas del día a día. Que como dice la gente de campo, a las que más nos valdría escuchar más, “agua del cielo no quita riego”.
¿No te parece?
Mierda! Ya he metido una pregunta mamporrera de cierre.
Si es que no aprendo…
Paz!
L.
PD.- Muchas de las respuestas que recibí la semana pasada respecto a la utilidad del resumen inicial fueron positivas, aunque varias personas coincidían en que les parecía largo y que al no tener un formato diferenciado (no sé cómo hacer eso, sorry), no se distinguía del propio texto del artículo. También hubo unas cuantas respuesta negativas, casi todas en la misma dirección: no aportaba nada (decían que se lo iban a leer igualmente, porque siempre se leen mis emails/artículos), y que no era “mi voz”.
Al pedirle esta semana a Notion AI que hiciera el resumen, no me ha gustado. Se lo he pasado a ChatGPT, y tampoco. Así que, además de hacerme dudar si el texto de esta semana no era claro y por eso no lo “sabían” resumir de manera atractiva, he decidido no poner el resumen por ahora.
Si alguien lo echa en falta, que lo diga en comentarios.
Mierda, otra vez pidiendo interacción!
Esta era la última versión que me daba, tras pedirle varias veces que lo rehiciera y lo acortara.
En marketing de contenidos, es importante dar antes de pedir: crear contenido relevante, formar una comunidad y generar confianza. El contenido se asemeja a una semilla que se cultiva y finalmente da frutos.
Muy pobre, verdad?
y otra vez! cawëntó…
tienes mucha razón, dar sin pedir nada a cambio es la mejor estrategia, regalar tiempo y generar comunidad y no tener prisa. Sin duda en este camino muchos proyectos se pierden. Yo acabo de hacer dos años con mi tienda de artesanía, hago lo que puedo para enganchar a la gente, cuido fotos, cuido a mis clientes pero la realidad, es que tener un negocio en provincias, y Cáceres es pequeño, es dificilisimo. No hay gente, ni alegría a la hora de consumir, y pienso que no es porque no les guste, es porque no hay dinero. O si lo hay ….hay mejores opciones.
Hay días terribles en los que te debates entre gastarte el dinero que has ganado en hacer publi en instagram o simplemente resignarte a la idea de que eres pequeña y que los pequeños somos muy pequeños….y lo que esto conlleva…pero aún siendo pequeño todos tenemos grandes sueños, el mío, simplemente poder seguir intentando hacer que el negocio sea sostenible. Por cierto, tienes un post pendiente hablando de esta manida palabra que tengo en la primera página de mi agenda.
Un saludo desde las provincias,