Leo en Fleet Street que The Guardian está empezando a utilizar una nueva métrica para generar su TOP 5 de artículos, y no es otra que la atención.
Al top en cuestión lo han bautizado como “Deeply read”, y muestra aquellos artículos (recientes) en los que los lectores “pasan más tiempo”. No en bruto, sino relativo a la longitud y contenido del artículo en cuestión.
La atención, como medida de interés.
Tiene toda la lógica del mundo, no?
En tiempos de atención decreciente y de métricas instantáneas (clicks, likes, RTs, saves…) que pueden no querer decir nada más que quien las genera no ha tenido tiempo de consumir el contenido, volver la vista a la métrica (no transaccional) madre parece un buen movimiento.
Si entender a tu audiencia es una de las tareas más importantes a las que podemos dedicar nuestro tiempo, saber a qué dedican su atención parece una buena manera de hacerlo.
Sobre todo porque dota de profundidad al dato. Cualquier cosa puede ser merecedora de nuestro like, pero a pocas le dedicamos tiempo, quizás porque pocas cosas nos interesan ya.
En tiempos en los que son los algoritmos los que nos cocinan el menú de contenidos que nos tragamos sin rechistar, regalamos los likes a contenidos de los que desconocemos su autor, forma de pensar o trayectoria, y sólo navegamos hasta los perfiles y contenidos que realmente nos atrapan por alguna razón.
Hace unas semanas subí un video tonto a mi instagram. Un video grabado de manera espontánea un día de esquí, que olvidé subir al carrusel donde lo quería haber subido. Era corto (19s), y pensaba que podría ser gracioso/curioso para la gente que me sigue, así que lo subí de manera independiente al día siguiente como reel. A día de hoy lleva 18.5k reproducciones (en IG tengo 4.5k seguidores), y ha alcanzado 12.3k cuentas, 11.6k de ellas de no seguidores. Tan sólo 19 han saltado al otro lado y me han empezado a seguir.
Visto el alcance, decidí repetir la jugada con otro video tonto que grabé la semana pasada, de unos chavales desenterrando su coche con palas tras la súper nevada del fin de semana. Aún más corto (8s), e igual o más impactante. Mientras escribo esto lleva 91.3k reproducciones y ha alcanzado 58k cuentas, de las cuales 57k son de no seguidores. ¿Te arriesgas a adivinar cuántos de estos se han hecho seguidores? Sigue leyendo y te lo digo.
¿Debería modificar el tipo de contenidos que publico en mi cuenta de instagram porque estos dos han tenido ese alcance? En mi opinión, no. Es verdad que es una cuenta puramente personal y que no monetizo ni vendo nada ahí, pero ¿qué habría hecho posiblemente una marca en este caso? Posiblemente ponerse como loca a producir clips similares “porque tienen muchos likes”. Pero me parece mejor análisis el decir que todo ese ruido sólo ha generado los 19 seguidores del primero video y otros 16 (ahí tienes tu respuesta) del segundo. Vamos, que he entretenido a 70k personas, pero sólo 35 han decidido dedicarme un poco de su atención.
Por eso me parece sana la iniciativa de The Guardian. Poner el foco en identificar los artículos a los que los lectores dedican tiempo sí que les podría ayudar a definir el tipo de contenidos que podrían trabajar, dentro de su línea editorial, para aumentar su tasa de conversión de lector a suscriptor. O quizás, a plantear nuevos sistemas de precios en sus anuncios. En definitiva, les puede ayudar a facturar, que es a lo que se dedican a día de hoy los medios de comunicación.
En cualquier caso, no es mala consecuencia de poner el foco en una nueva métrica, no?
Pues eso.
Gracias por tu atención.
Paz!
L.
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