Como teníamos pocos podcasts, ahora la IA de Google es capaz de convertir cualquier documento – cualquiera – en un “podcast” en el que dos personas hablan entre ellas de todo lo que diga ese documento, como si estuvieran manteniendo una conversación sobre el tema.
No hay que escribir el guión, no hay que redactar los diálogos y asignarlos a las partes, no hay que reservar un estudio, no hay que tener equipo, no hay que contratar locutores o tener invitados, no hay que hacer NADA. Simplemente le subes el texto o le indicas la(s) fuente(s) que quieras usar (una URL sirve), y en segundos la IA te muestra un resumen de lo que le has subido, preguntas sugeridas, atajos de acciones en las que cree que te puede ayudar (hacer un índice, un documento resumen, sacar la cronología…) o te puede – y aquí viene el WOW effect -, crear un podcast, por ahora sólo en inglés, en el que tu documento, o el conjunto de documentos que le has subido, se convierte en una conversación entre dos personas, que encima suena MUY creíble. Sorprendentemente creíble, incluso. Tanto en su estructura, como en el razonamiento de ambos, como en el tono de voz “natural”. Tanto que, si no fuera porque son siempre las mismas dos voces, no te sabría decir que es algo creado por IA. Una flipada, vamos.
Y aquí volvemos a lo de siempre. ¿El problema es la herramienta o el uso que hagamos de ella? ¿Es el cuchillo quien asesina o el asesino es quien lo empuña? Me explico. Más allá de que sea un poco triste que a día de hoy tengamos tan poca capacidad de concentración y abstracción como para ser incapaces de leer documentos densos, y que necesitemos convertirlos en “friendly diálogos”, la herramienta en sí es una maravilla. Nos puede permitir coger un documento complejo, como un estudio científico, una sentencia judicial, o un programa político, por poner tres ejemplos de documentos que dan pereza de leer normalmente, y convertirlos en un fichero de audio para escuchar tranquilamente a nuestro ritmo, y entenderlos como si nos lo estuvieran contando a nosotros. Pero en cuanto NotebookLM mejore un poco más, y permita seleccionar entre una galería amplia de voces, acentos e idiomas, de forma que ya no sea tan obvio que es un “podcast de NotebookLM”, también va a permitir a cualquiera inundar internet de (aún más) “podcasts” inútiles, con más SEO que contenido.
En cierta manera, no es sino la evolución de todo lo que decía en el último post que estaba mal ahora mismo de internet, y que estaba provocando la “migración” de la GenZ de Google a TikTok, pero ahora en formato audio. Y así, en lugar de hacer una búsqueda sobre el Camino de Santiago y aterrizar en, por ejemplo, un artículo de 400 palabras sobre “los 5 sitios que no puedes dejar de visitar en tu Camino de Santiago”, ahora el resultado será un “podcast” de 8 minutos en el que dos joviales muchachos te cuentan su experiencia en el Camino de Santiago, y los 5 sitios que no deberías dejar de visitar. Casualmente 3 de los cuales son de quien ha escrito el texto que ha dado origen al “podcast”.
Podcast que más de uno hará que sea otra IA la que se “escuche” en x10, y le pedirá que le haga un resumen. Resumen que también le podía haber hecho del artículo original, sin necesidad de haberlo convertido en podcast, por otra parte.
Pero me temo que todo esto va a ser una tentación demasiado grande para muchas marcas. Marcas que con cuatro clicks serán capaces de convertir sus blogs en una fuente de podcasts. Y si además son capaces de entrenar a la IA con una voz propia, que se acabe convirtiendo en la voz de la marca, podrán combinar esa voz con otra y así tener un podcast en formato entrevista, con diferentes “invitados” cada vez, que ir subiendo cada semana.
¿Oportunidad o peste? Pues de nuevo dependerá de la calidad del contenido fuente. Si es un blog de verdad, hecho con cariño y con contenido de calidad, será una maravilla poder escuchar los artículos en formato conversación. Si son artículos de mierda, trufados de keywords, con más aire que chicha, serán la misma mierda pero en otro formato.
Porque no es la herramienta, es el uso que le demos, contestando a la pregunta de antes. Hay cuchillos maravillosos, verdaderas obras de arte… con los que podremos degollar a alguien casi sin esfuerzo. Pero sin una mano que los empuñe, no van a cortar.
Tocará seguir jugando y probando la herramienta, para ver si le podemos sacar partido.
De momento, te dejo aquí abajo este artículo… en formato podcast conversacional. Por si quieres ver lo bien que lo hace el maldito robocop.
Paz!
L.
PD.- En la primera frase del “podcast” ya me doran la píldora. “Ella” le pregunta a “él” si conoce CalvoConBarba.com, y él le dice que por supuesto que sí, que este blog está siempre “on top of the latest trends”. Qué labia tiene el bribón…
Coñas aparte, la versión de audio que ha hecho la IA es mejor que mi texto, porque añade más ejemplos, más casos de uso, más razonamientos, e incluso una conclusión. Y al final, recomiendan ir a CalvoConBarba.com (que es el nombre que le he dado al fichero de texto que le he subido, no es que lo hayan averiguado «ellos«) para seguir profundizando. Flipante.
O debería decir preocupante?
Mmmm…
Yo, por ahora, con la IA generativa (que es la que hace estas cosas), paso de jugar hasta que no tengan las reglas del juego bien claritas, utilicen un conjunto de datos no robado, la energía que usen provenga de fuentes renovables Y tenga acceso al código y pueda pedir a alguien que sepa de programación que me reequilibre los algoritmos según a mí me convenga.
Hasta ahora me parece bastante hype, poca chicha y extremadamente poco respeto a los seres humanos (la mayoría de las IA generativas grandes está impulsándolas gente con una ideología neoliberal radical).
Toca impulsar la renta básica universal y aprender :-).