El viernes me pusieron gafas, y desde ese día estoy reaprendiendo a mirar. Son progresivas, con graduación para cerca, media distancia y de lejos, y según lo que quiera ver, tengo que mirar por una parte o por otra de la gafa. Un lío, y por ahora muy poco intuitivo.
La realidad es que ahora veo más trozos borrosos – ¡y más borrosos! – que antes de ponerme las gafas, pero lo que veo nítido, lo veo MUY nítido. Y me parece una metáfora fantástica de la gestión de muchas marcas.
Porque para gestionar una marca, también hay que aprender a mirar de cerca, a media distancia, y de lejos. Si sólo miras a corto, (producto, descuentos…) estás comprando boletos para comerte una pared en el momento menos pensado. Pero si sólo miras a lo lejos (estrategia, pajas mentales, planificación sin acción…), y no sabes dónde estás pisando, tienes muchos puntos de acabar tropezando al mínimo bordillo que se cruce en tu camino. Y lo de mirar a media distancia he aprendido que tampoco funciona, que es la parte más pequeña del cristal y acabas viendo todo emborronado a nada que muevas la cabeza o los ojos. Un lío, vamos.
Hace unos años (¡en 2013!) ya decía que teníamos que aprender a mirar con “las gafas del cliente”, pero ahora me doy cuenta de que me quedaba corto. También tenemos que aprender a enfocar nuestra mirada en las 3 distancias.
Cuando una marca empieza es normal intentar darle a todo. Todo cliente es bueno, todo proyecto – facturable – interesa, todo mercado es potencial. Pero según vas avanzando, te toca ir afinando la mirada. Aprendiendo a mirar las 3 distancias. A corto para asegurar el paso, a medio para ver el siguiente y tener controlado el entorno, a lo lejos para confirmar la dirección en la que avanzas. Y no es fácil. De hecho, diría que la mayoría de marcas siguen viendo borroso casi todo el rato, a juzgar por los bandazos que se ven.
Pero es lo que toca.
Aprender a mirar, y además en movimiento, que cuesta aún más. De hecho, marea. Puedo confirmarlo. Las distancias son confusas, y algún susto te das, pero pararse tampoco es opción. Porque aunque te pares tú, lo de alrededor sigue en movimiento.
¿Hacia dónde diriges tú la mirada?
Tenemos que aprender a enfocar en las tres.
Paz!
L.
Ver a corto a medio y a largo plazo es creatividad pura…hace unos años hice el plan de empresa de mi tienda en fundacion mujeres, fue muy interesante poner foco en tu proyecto y escribirlo, explicarlo y mostrarlo a los demás. Curiosamente este plan de empresa terminaba en un excel donde se suponía tenias que poner tus beneficios a un año, tres y cinco. Ciencia ficción… la historia que te va a encantar es que el excel tenía que salir positivo, es decir, tenía que ser un plan de empresa con viabilidad. Mi amiga actriz, Maruchi Leon, dijo una frase fantástica… que siempre la recuerdo …. esto es como maquillar a un muerto… no parábamos de reír…
pues eso…ver más allá de lo que tienes entre manos, soñando un futuro incierto, es maquillarlo.
Un abrazo desde Cáceres
Te espero en mi tienda de artesanía el localino
Es que hay cosas que de lejos no se pueden ver bien, por ejemplo los números de un excel. Pero sí que puedes ver la carretera que quieres seguir, y los desvíos que prefieres dejar pasar.
Por eso creo que «ver más allá de lo que tienes entre manos, soñando un futuro incierto», no es maquillarlo, es definirlo.
Ojalá algún día bajar a Cáceres y pasar por el Localino.
Abrazo de vuelta Yolanda.