El contenido es clave. El continente también.

Es una lástima, pero en ocasiones da la sensación que nos hemos centrado tanto en hablar de la importancia del contenido, que estamos pasando por alto la importancia del continente. Y es clave !! Es nuestra tarjeta de presentación. Lo que marcará la diferencia entre que nos lean, o que se escapen por donde han venido, y encima con mal sabor de boca. Cuidemos los detalles !!

El ego, en twitter, me lo dejen fuera, por favor…

Las métricas de ego, como el número de followers, y las reacciones de ego, como el «por qué no me sigues?» ya cansan un poco… La herramienta – y con ella los usuarios – deberíamos seguir evolucionando un poco, y pasar al siguiente nivel. A entender mejor su ideosincrasia, su funcionamiento y sus grandezas, y centrarnos en otras cosas. O al menos eso creo yo…

La principal brecha de seguridad… eres tú !!

Bulos que corren como la pólvora, videos comprometidos, fotos, datos sensibles, mensajes privados que salen a la luz… Cuando no es uno es otro, pero casi a diario tenemos noticias parecidas. Lo habitual, echar la culpa al servicio, a un bug, a un fallo de seguridad… pero lo más habitual, lo más normal, es que los culpables seamos nosotros mismos !! Si no quieres que algo se sepa… no lo hagas !! Porque en los 2.ceroLand, se acabara sabiendo…

#No #me #hables #con #hashtags

Los hashtags son elementos que nacen como una herramienta para ayudar al lector a encontrar y clasificar contenidos. Una herramienta que también ayuda al emisor a que su contenido sea encontrado por potenciales consumidores. Pero el exceso en su uso que cada vez vemos extenderse más y más puede acabar produciendo el efecto contrario, y que acabemos ignorando a esos contenidos trufados de hashtags…

No dejes de leer las señales

Tener un plan es necesario. Una hoja de ruta ayuda. Contar con un «GPS» es fantástico. Pero no debemos dejar que la tecnología nos ciegue, pues corremos el peligro de actuar «en automático», sin saber dónde estamos. Y eso es un problema si algo sale mal. Por eso es fundamental, no dejar de leer las señales…