A medio gas no es suficiente

Si no nos involucramos al 100% en transmitir y conectar, y le dedicamos recursos – tiempo, neuronas y dinero – no esperemos resultados brillantes. El mundo de la comunicación digital puede ser muy gratificante, pero también tiene una cara B, una cara oculta, que parece que muchos no quieren ver. Es un mundo muy exigente. Es un mundo que no tiene horarios, que es muy intensivo en dedicación, y que además juega “en su propia contra”, porque cuanto mejor lo haces… más recursos necesitas.