Las huellas, cuando no aportan, se pueden borrar. O por lo menos tapar con ramas. Lo mismo deberíamos hacer con nuestras presencias digitales. Si una cuenta ya no la usas… bórrala!
Las huellas, cuando no aportan, se pueden borrar. O por lo menos tapar con ramas. Lo mismo deberíamos hacer con nuestras presencias digitales. Si una cuenta ya no la usas… bórrala!