Los mercados son conversaciones, como ya decían en 1999 en el Manifiesto Cluetrain. Pero para que existan conversaciones, ha de haber un lenguaje común y voluntad de diálogo. No se trata de molar, se trata de contestar.
Los mercados son conversaciones, como ya decían en 1999 en el Manifiesto Cluetrain. Pero para que existan conversaciones, ha de haber un lenguaje común y voluntad de diálogo. No se trata de molar, se trata de contestar.