Sigo pensando que los virales no se fabrican, sino que ocurren. Y este fin de semana hemos tenido la fortuna de poner un video en el lugar adecuado a la hora adecuada y con la carga de viralidad adecuada, para que los usuarios lo hayan hecho volar. Aquí va la intrahistoria de cómo una pequeña pieza de 20segs de un trabajador de la estación de esquí de Panticosa ha superado el millón de usuarios de alcance, desde dos páginas de Facebook que apenas suman 50.000 fans.