El ROI lento

En tiempos digitales, raro es el caso en el que la fuerza de nuestra marca nos permita entrar directamente «a matar». Necesitamos superar una serie de fases en nuestra relación antes de poder pasar a la venta. E incluso ahí no deberemos dar por terminada nuestra relación, porque esta termina un poco más allá. En el lento goteo de recomendaciones post-venta.

No hay ROI si no hay I

Hablar de ROI es hablar de tejado. Es hablar de consecuencias. De resultados. De retorno, como su propio nombre indica. Lo curioso de todo esto es que parece que en este discurso hay una parte que no se ha querido o no se ha sabido entender. Si queremos Retorno Sobre la Inversión… hará falta inversión !! El ROI sin I es sólo RO. Una frase incompleta. Una absurdidad. Una estupidez.

Has pensado en el ROI de un cliente DEScontento??

Las empresas se obsesionan en conocer el ROI de sus acciones de captación de clientes en internet, quieren conocer exactamente el impacto de sus inversiones, hasta el último céntimo, pero luego no valoran que su mayor ineficiencia la tienen muchas veces dentro de ellas mismas, ofreciendo a sus clientes un mal servicio y una experiencia de consumo francamente mejorable, que se difunde rápidamente a través de las Redes Sociales y que neutraliza completamente todas sus acciones positivas de comunicación.