Los algoritmos no piensan por nosotros, piensan por su creador. Todos los algoritmos han sido programados por alguien, y ese programador tiene su propia agenda, que no tiene por qué coincidir necesariamente con la tuya.
Los algoritmos no piensan por nosotros, piensan por su creador. Todos los algoritmos han sido programados por alguien, y ese programador tiene su propia agenda, que no tiene por qué coincidir necesariamente con la tuya.