¿Cuánto de lo que publicas es relleno?

Tienes que publicar a diario, o el algoritmo hundirá tu alcance

Tienes que hacerte presente en todos los canales donde está tu público objetivo, o te olvidarán

En redes, la regularidad y la frecuencia son las variables fundamentales

La munición en la batalla de la atención y el contenido es el volumen

Mientras tú descansas hay alguien publicando e interactuando con la audiencia a la que tú quieres llegar

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¿Cuántos de estos mensajes te han llegado en los últimos tiempos?

Me jugaría la mano a que al menos dos de esta lista que acabo de improvisar. Al menos. Y el problema no es tanto que “sean ciertos” hasta cierto punto, como el impacto que están teniendo en la mayoría de los que los reciben/recibimos.

Porque lamentablemente el efecto no es un incremento del presupuesto o de la dedicación, sino una bajada drástica de la calidad. Y ese no es el camino, por mucho que sea el más transitado. Y espera, que con la avalancha de artículos con tutoriales de “cómo hacer que la IA te genere el contenido de 1 mes en 15 segundos”, escritos por la propia IA en muchos casos, curiosa paradoja, en cuatro días vamos a retozar en más mierda que los cochinos.

En realidad, ya está pasando, aunque la implantación de la IA todavía sea residual. Como me desahogaba el otro día en Linkedin, cada vez tengo más la sensación, cuando entro en redes o hago búsquedas, de que el 90% del contenido que se cruza delante de mis ojos es prescindible, no aporta nada, sólo ruido, y es algo que me da mucha pereza. La misma que a otra mucha gente le dará mi contenido, seguro, que aquí ninguno nos libramos de dar pereza.

Ningún contenido debería publicarse por obligación, por marcar la tarea como hecha o porque lo diga el excel. Bueno, me autocorrijo, que eso no es cierto. Ningún contenido de mierda debería publicarse por obligación, por marcar la tarea como hecha o porque lo diga el excel. Que la obligación, el compromiso o la frecuencia definida no deberían ir a costa de la calidad.

Que eso de que “hecho es mejor que perfecto” o de que “si lo que lanzas no te avergüenza un poco cuando lo lanzas es que lo has lanzado demasiado tarde” también ha hecho mucho daño al personal. Que en demasiadas ocasiones nos agarramos a excusas de mierda para justificar calidades de mierda. Como si la frecuencia tuviera propiedades mágicas y convirtiera la mierda en oro. Y no, no existe la mierda gourmet, sorry.

El contenido ha de tener un objetivo. Atraer tráfico, construir marca, posicionarnos en torno a un concepto, generar recuerdo o el que sea. Y eso lo consigue con diversos enfoques, que tradicionalmente suelen ser entretener, educar, inspirar o vender. Generar rechazo no debería estar en esa lista. Y es lo que consigue un contenido de mierda, hueco, vacío, incompleto, mal enfocado, incorrecto o mal redactado/grabado/terminado.

El relleno, déjalo para las almohadas, los colchones o las chaquetas de pluma. Pero incluso ese relleno tendrá que ser de calidad. Que ahí tampoco vale cualquier cosa, o pasarás frío.

Igual que con tu contenido de mierda, vamos.

Paz!

L.

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Lucas

Mi nombre es Lucas. Generación del 71. Soy Harlysta, esquiador y eMTBiker. Trabajando en el mundo del Marketing y la Comunicación desde 1994. Por cuenta propia desde 2006, ayudando a las marcas a (re)conectar con sus clientes. Y eso suele incluir repensar mensajes, beneficios, textos, estrategia de marca, canales, audiencias y formas de contarlo. Con un gran peso de todo lo digital, como es natural en estos tiempos.

Comentarios

  1. Tantas veces como se diga son pocas. Porque aunque siempres la duda, la fuerza del ojo es siempre mayor. Y ver lo que uno ha escrito en la pantalla es como untarse esencia de clavo en una encía cariada (aprovecho para recomendar de paso lo de ver «Marathon Man» para pillar la referencia). En plena era del post ansiolítico, apoyo tu mensaje de paz (con uno mismo) y comparto mi granito de arena para quien quiera una guía de publicaciones con algo de sentido común. Común de comunidad, de comunicación, claro. https://www.linkedin.com/pulse/para-qu%25C3%25A9-abrir-la-boca-alain-uceda?trackingId=izkIciD1SGWKgf32xwsu%2FQ%3D%3D&lipi=urn%3Ali%3Apage%3Ad_flagship3_profile_view_base_recent_activity_content_view%3BphkQYQLXQ5a0ylETMAeZYQ%3D%3D

      1. Es un peliculón, te gustará. El clavo es el alivio momentáneo tras… bueno, mejor no destripar el argumento 🙂

  2. El otro día en linkedin pude leer la nota que adjunto. Hablaba básicamente de lo mismo pero peor: la escasa calidad de contenidos, repetición de los mismos. Además de las presiones de los guruses para que publiquemos cada día, que si la AI nos ayuda y que ahora es más fácil, todo el tema SEO y sus palabras clave, etc.
    Yo siempre he sido partidario de lo contrario: contenido de calidad para los pocos que quieran leerme, ya que mi tema no es el más popular, lo siento. Pero es el que me gusta. La calidad con la que quiero escribir implica que como mucho pueda generar contenido cada 2 semanas, porque le he de dedicar tiempo. A veces, alguna noticia de diario me da juego pero no siempre es así. Sé que si bajo mi calidad es por mi incapacidad, no porque hago caso de algún «vendedor». Y si no estoy contento con lo escrito no lo publico. Sinceramente, creo que es la mejor manera que puedo tener de posicionarme. Pero en todo caso, es que ni lo pienso. Porque he de posicionarme si me gusta escribir lo que escribo?
    Gracias por el post!

    https://www.linkedin.com/feed/update/urn:li:activity:7189877175423029248?updateEntityUrn=urn%3Ali%3Afs_feedUpdate%3A%28V2%2Curn%3Ali%3Aactivity%3A7189877175423029248%29

    1. Yo pienso parecido, Paco. Reconozco las bondades de publicar buenos contenidos, pero también soy consciente del impacto del contenido de relleno, por eso, como tú dices, si algún día siento que lo tengo que decir no aporta nada y que lo estoy haciendo por obligación, prefiero no darle al botón de publicar y dejar pasar el día en blanco. ¿Que eso le da «ventaja» a quien publica a diario? Pues que le aproveche. A mí no me da la vida ni la cabeza para eso, qué le voy a hacer.

      Gracias a ti por comentar!

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